¿Por qué Larrea odia a Napito?
Roberto Vizcaíno viernes 8, Jun 2018Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Hace un par de días el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación validó la candidatura pluri de Napoleón Gómez Urrutia al Senado por Morena.
El fallo fue asumido por la mayoría de los medios informativos, sus articulistas y columnistas como un golpe más de los magistrados a la congruencia jurídica de México.
¿Cómo era posible que el TEPJF hubiera validado tal nominación si Napo, Napito es un pillo redomado?, cuestionaron no pocos.
Escépticos, descreídos, sumidos en una profunda crisis de credibilidad desde hace decenios, los mexicanos de a pie simplemente movieron la cabeza.
En este contexto de un embate mediático persistente de ya más de un decenio orquestado por Germán Larrea dueño y director del poderoso Grupo México, Napoleón Gómez Urrutia hace tiempo que dejó de defenderse.
Si acaso a veces el dirigente sale a hacer alguna débil aclaración que inmediatamente es desvirtuada por Larrea y su grupo de operadores de y en medios.
La historia atrás de esta discordia entre Larrea y Gómez Urrutia es larga y profunda.
Intentaré resumirla lo más posible. El encono entre ambos surge a finales de los 90 cuando el viejo líder minero Napoleón Gómez Sada (40 años al frente de los mineros) ya muy enfermo y casi a punto de morir encarga a su hijo Napoleón Gómez Urrutia el área de las negociaciones contractuales del gremio con las empresas mineras.
Napo, egresado con honores de Economía de la UNAM y con maestrías en Oxford, Inglaterra y una universidad de Alemania, luego de ser director de Casa de Moneda durante 12 años y 6 en la entonces paraestatal Minera Autlán, asume el área y cambia todas las variables de la negociación de contratos colectivos.
Hasta ese momento a las renegociaciones de los convenios laborales el sindicato enviaba a los líderes seccionales y sus abogados y las empresas colocaban en la mesa a sus encargados de recursos humanos y a sus despachos jurídicos.
Napo, que venía de las más altas esferas de la administración de Casa de Moneda y Minera Autlán, y con su preparación académica, pronto les mostró a sus contrapartes que sabía “leer” los reportes ejecutivos y balances y con ello saber exactamente cuál era el costo laboral de cada consorcio y cuáles sus utilidades.
Con esos datos en la mano se sentó en las mesas de negociación a exigir aumentos salariales de hasta 100% y demostrarles a las empresas que sí podían cumplir con esas exigencias.
De igual forma se metió a revisar y a exigir el cumplimiento de clausulas de protección de trabajadores, capacitación y otros beneficios.
Y en ese tránsito se tropezó con el viejo adeudo de Grupo México al sindicato minero, casi a punto de ser sobreseído, del pago del 5% de las acciones de Cananea.
Este adeudo fue establecido durante la privatización de Cananea en 1989-90 como compensación a 170 trabajadores de esa mina. El compromiso lo fue posponiendo año con año el Grupo México con el evidente objetivo de que quedara legalmente sobreseído y no cumplirlo.
Pero Gómez Urrutia lo encontró y reclamó. Y al no obtener una respuesta positiva estalló la huelga de Cananea. Larrera intentó levantar el paro por todos los medios pero no lo logró y aquello se alargó. Las pérdidas fueron muy grandes para el empresario y al final decidió pagar los 55 millones de dólares que significaban ese 5% de las acciones de la empresa.
La ofensa fue imperdonable. Napo logró lo que nadie antes, derrotarlo. Luego vinieron otras huelgas y otras acciones. Gómez Urrutia encontró que Grupo México tenía minas en EU, en 22 estados de la República, en Perú, Argentina, Chile, Ecuador y España.
Y entonces hizo una alianza con los dirigentes sindicales de las empresas de Grupo México. Si tenían un mismo patrón debían enfrentarlo en forma unánime. Y la derrota de Larrea en México se convirtió en un desastre a nivel internacional. Un reclamo en cualquiera de esos países era secundado por los sindicatos en los demás. Larrea se volvió loco. No encontraba como pararlos.
Eran los inicios del nuevo siglo 2000.
Desde entonces Larrea ha intentado envenenar la relación de Gómez Urrutia con los casi 300 mil mineros agremiados en el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana.
Ha comprado dirigentes, ha emprendido juicios contra Napo, le mantiene una dura campaña mediática pero no sólo no lo ha minado, sino que lo ha fortalecido. Logró exiliarlo en Canadá, pero no derrotarlo.
Hoy Napoleón Gómez Urrutia, sin ningún proceso judicial abierto en contra, regresa como Senador. A darle la batalla a Germán Larrea en México y con el apoyo de las más poderosas organizaciones sindicales mineras internacionales.
Ese es el odio que le tiene el empresario al líder sindical, quien por cierto, hay que decirlo, es el único que ha logrado durante los últimos casi 20 años obtener en México aumentos salariales de hasta 30% para sus agremiados en cada revisión de contratos.
Ups!!!
Senadores interponen recurso
Los senadores panistas Ernesto Ruffo y Daniel Ávila Ruiz, y independiente, Martha Tagle Martínez (suplente de Alejandra Barrales), interpusieron ayer en nombre de otros 51 senadores de diversos partidos una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte contra la Ley de Comunicación Social recientemente promulgada por el Presidente Enrique Peña Nieto.
Ruffo, Ávila y Tagle indicaron que esta acción de inconstitucionalidad la presentaron porque “sentimos (los 51 senadores) que el artículo 134 y 5 y 6 constitucionales han sido violentados por el Ejecutivo federal, y su promulgación de la Ley de Comunicación Social”.
Lo que buscan, afirmaron, “es que exista la verdadera forma de la libertad de expresión en México, y por eso pues esta acción ya ha quedado debidamente registrada ante la Oficialía de Partes de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
Buscan anular visas
Luego de participar en el “Foro Internacional para Desarrollo de Parlamentarismo”, en Moscú, el presidente de la Cámara de Diputados en México, el diputado Edgar Romo García, indicó que en sus conversaciones con las autoridades y parlamentarios rusos se avanzó en la supresión de las visas entre ambos países.
“Recibimos una petición por parte del líder parlamentario ruso para facilitar el acceso de sus ciudadanos a México; nosotros fuimos claros que estamos en la mejor disposición para impulsar ante el Ejecutivo los mecanismos diplomáticos que, en determinado momento, permitan alcanzar un acuerdo en ese sentido, pero a la vez solicitamos reciprocidad y trato igualitario para que establezcan trámites ágiles y sencillos y que nuestros connacionales obtengan la visa de ingreso temporal a Rusia”, indicó Romo.
Actualmente, México ha flexibilizado y facilitado la obtención de la visa para los ciudadanos rusos que desean viajar a México, mediante un trámite vía electrónica y sin que se requiera cita consular alguna.
En tanto, los viajeros mexicanos deben acudir a la sede consular del país euroasiático para tramitar su visa.
Peña Nieto por un voto libre
El presidente Enrique Peña Nieto reiteró ayer ante dirigentes empresariales y del comercio su determinación para garantizar el respeto de la voluntad de la ciudadanía el próximo 1 de julio.
“Con ello fortalecemos nuestras instituciones y contribuimos a mantener un ambiente de certidumbre para el desarrollo del país”, indicó.
Su reiteración la hizo al tomar la protesta al nuevo Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), Francisco Cervantes Díaz.
“Como cada seis años, nuestro país vive un intenso proceso electoral que refleja la vitalidad de nuestra democracia, y que definirá el rumbo de nuestra nación… como cualquier país, México necesita certidumbre para asegurar su desarrollo.
El aumento en las inversiones, el crecimiento sostenido y la histórica generación de empleos nos confirman que hoy México cuenta con la confianza de sus empresarios e industriales”, comentó.
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