La lucha por el poder
¬ Augusto Corro martes 5, Jun 2018Punto por punto
Augusto Corro
La lucha por el poder se hizo cruenta. Los delincuentes matan a los políticos hombres y mujeres sin contemplación alguna.
En años recientes, los enfrentamientos ideológicos se efectuaban con discusiones, que a veces se volvía violenta. Pero en el presente, son las armas los que definen las situaciones, pues se trata de delincuentes que buscan continuar con el poder.
Así, son asesinados aquellos candidatos o aspirantes a cargos populares que no responden a los intereses de los hampones, de las bandas de pillos, etc. El fin de semana aumentó a 107 los políticos y candidatos asesinados en México desde que inició el proceso electoral.
De acuerdo con las estadísticas, más de 117 políticos fueron víctimas de amenazas y acciones intimidatorias. ¿Quién puede ofrecer seguridad a la sociedad? Nadie.
Los asesinos forman parte de grupos criminales que cuentan con el poder suficiente para disponer de las vidas de las personas.
Por ejemplo, si un candidato no es del gusto de los criminales, lo asesinan. Si ven que el candidato va a favorecer a un enemigo, lo liquidan.
Es difícil controlar y proteger a los candidatos en escenarios violentos que crecieron, porque las autoridades los dejaron. El sinnúmero de bandas de delincuentes, las leyes laxas, el desempleo, la pobreza, etc., se encargaron de hacer de México un país de criminales.
En menos de un mes se realizarán las elecciones y los pronósticos no son buenos en materia de seguridad.
Los delincuentes actúan a sus anchas porque saben que serán beneficiados con la impunidad y la corrupción que priva en nuestro país en los últimos años.
EL REACOMODO DE LOS PARTIDOS
Tras las elecciones del 1 de julio próximo, los partidos políticos entrarán, de acuerdo con los resultados, en una especie de “purga” política.
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que no tiene consigo todas las de ganar, si continúa con vida será sacudido por nuevos dirigentes que buscarán el cambio.
Los militantes del sol azteca, mal dirigidos, se enfrascaron en una coalición política extraña con el Partido Acción Nacional (PAN) que tarde o temprano pagarán. La ambición de poder o la necesidad de mantenerse como partido no les permitieron alcanzar a ver que cayeron en arenas movedizas.
El PRD como cascarón tiene contados sus días como organización política. Su principal ideólogo de los últimos días, el ex jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, a la hora de escribir estas líneas, aún no tenía la certeza de obtener la candidatura plurinominal para un escaño en el Senado.
De todas maneras, el PRD no tenía otro camino que participar en la coalición salvadora, sin importar que su adversario ideológico solo lo iba a utilizar para sumar votos. ¿Qué fue de las tribus de “Los Chuchos”? Pues Jesús Ortega y Jesús Zambrano se encuentran atareados en encontrar fórmulas mágicas que les permitan seguir como dueños del PRD.
EN EL PAN
En el PAN no cantan mal las rancheras. Tras los enjuagues de su líder, Ricardo Anaya, el joven maravilla, en Acción Nacional las cosas no pintan bien. Conforme se conozcan los resultados de la elección, empezaría el calvario de Anaya si no gana la contienda electoral. El partido blanquiazul es una verdadera olla de grillos por el pleito entre anayistas y calderonistas. Los panistas tradicionales no se encuentran conformes con ir a las elecciones junto con los perredistas.
El candidato presidencial Ricardo Anaya no perdió un instante para prepararse como candidato presidencial. Hizo a un lado a militantes blanquiazules que seguramente suman un considerable número de inconformes.
El ex presidente Felipe Calderón continúa en el PAN, a pesar de que su esposa Margarita Zavala se lanzó como candidata independiente.
De lo anterior se desprende que el ex mandatario espera mejores tiempos para recuperar su poder en el instituto político.
¿Anaya correrá la misma suerte que la ex candidata Josefina Vázquez Mota? Ya veremos.
LOS PRIÍSTAS
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se contempla un panorama desolador. El mal manejo político de la campaña electoral no augura ningún triunfo para el tricolor.
De entrada, su candidato presidencial, ni siquiera es priísta. Los dinosaurios del Revolucionario Institucional no fueron tomados en cuenta para la sucesión presidencial. ¿Y el resultado? Según las encuestas: la derrota.
Desde antes de la campaña electoral, en el PRI se notaba que la situación política no era la correcta. Así lo confirmaron las derrotas del tricolor en diferentes estados.
Los triunfos del PRI en el Estado de México y en Coahuila obedecieron a las trampas y mañas de los priístas que no se limitaron en aplicarlas.
El PRI, tiempo atrás, dejó de ser dirigido por uno de los dinosaurios. El penúltimo líder fue Enrique Ochoa Reza, un ex director de la CFE, que tiene como su afición principal la colección de taxis. Puso de cabeza al partido y lo renunciaron.
El actual presidente del PRI, René Juárez Cisneros, recién nombrado en el cargo, llegó de apagafuegos en la campaña de José Antonio Meade.
Será Juárez Cisneros el encargado de ordenar lo que quede del PRI una vez transcurridas las elecciones. Por cierto, ¿cómo quedará el tricolor después del 1 de julio?
EN MORENA
En el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tampoco se ve un panorama claro, transparente. ¿Quién será el encargado de dirigir al partido una vez que pase el 1 de julio?
La pregunta es obligada, porque esa institución política permitió el acceso a ex panistas, ex perredistas, ex priístas, etc. La mayoría profesionales de la política que, indudablemente, buscarán un lugar para ejercer el poder al que están acostumbrados.