Un chamaqueado INE
Alberto Vieyra G. viernes 1, Jun 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿El INE cree todavía en los Reyes Magos o en los huevos de gallo? ¿Es creíble tanta ingenuidad del árbitro electoral de México? Es obvio, que el INE cree que todos tienen palabra de buena fe, pero no. En el caso de la tristemente célebre Nestora Salgado, quien como policía comunitaria en Guerrero tiene abiertas una docena de carpetas de investigación por la Procuraduría Estatal, el INE fue olímpicamente chamaqueado, toda vez que la señora Salgado no manifestó que posee además de la nacionalidad mexicana, la norteamericana, lo que la imposibilitaría para obtener la candidatura al Senado por la vía plurinominal por el corrupto partido, ese de ya saben quién…
De acuerdo con el artículo 33 constitucional Nestora Salgado no puede ser candidata a ningún puesto de elección popular en México, mientras no renuncie a la nacionalidad norteamericana, que ella misma se encargaría de confirmar ante el acoso de la opinión pública después de que el priísta José Antonio Meade la puso en el ojo del huracán político durante el segundo “dizque debate” organizado por el chamaqueado INE. Dicho precepto de Carta Magna consagra que “los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”.
¿Qué nos dice este vergonzoso asunto que exhibe a un chamaqueado INE y a una inmoral y corrupta clase política?
Que la señora Nestora Salgado es una mujer por naturaleza deshonesta, en cuya palabra no se puede creer aun yéndose a confesar. Pero también nos dice que la deshonestidad de ex policía comunitaria guerrerense, fue capaz de chamaquear también a San Juan Diego López Obrador, quien creyó en su honestidad y ciegamente la convirtió en candidata plurinominal a la Cámara alta. ¿O será que López Obrador ha conformado un partido con la otra delincuencia organizada? Y nos dice también que es tanta su ambición de conseguir el poder al precio que sea, que no importa a hacerse acompañar de personajes que recuerdan a los mexicanos la era del viejo y podrido PRI, en el cual militaban todo género de cacicazgos y personajes, como Elba Esther Gordillo o Napoleón Gómez Urrutia, quien tendrá que regresar a los trabajadores mineros por mandato de un juez más de 54 millones de dólares que les robó. Todo eso habla mal, de un Peje podrido que antes de llegar al poder reproduce los vicios más detestables de la clase política priísta, a la que él perteneció.
Si, el desgaste político de López Obrador por tanto caso de corrupción que tiene a su alrededor podría costarle la silla presidencial, lo bueno para él es que algunos seguidores jarochos ya le regalaron una réplica hermosa de la silla presidencial para que la tenga en su oficina de la “presidencial legitima” del 2006.
Por ahora, el debate se centra en el chamaqueado INE, incapaz de averiguar ante las instituciones gubernamentales sobre la identidad de cada uno de los ciudadanos que buscan uno de los más de 3 mil cargos de elección popular que están en juego en la contienda federal electoral.
¡Qué vergüenza que el INE sea chamaqueado por una clase política deshonesta!
No cabe duda, que los partidos políticos están convertidos en lacras sociales.
¿Qué nadie impugnó la candidatura de Nestora Salgado por su doble nacionalidad? ¿De qué sirve entonces el INE? ¿O será que solo está pintado en mochila de indio? ¿Ahora con que nos va a salir el INE, que todo fue una mentira de Pepe Meade, o de los periodistas, como suelen hacerlo los politicastros irresponsables?
¡Qué pena me da el árbitro electoral de México, que por cierto trae a raya a los radiodifusores de México y con un bozal a los periodistas, en lugar de concretarse a lo concretado!