¿Y las propuestas?
¬ Mauro Benites G. martes 29, May 2018Municiones
Mauro Benites G.
Inmersos en el proceso electoral nacional en la etapa de campaña los candidatos, con la característica predominante de insultos, calumnias, descalificaciones y acusaciones, situación en que los posibles, solo posibles votantes están irritados y verdaderamente desilusionados al no tener propuestas viables para la solución de los múltiples problemas en que sobrevivimos los mexicanos.
A riesgo de ser acusado de “pesimista” por los dirigentes partidarios que de momento han perdido la ponderación, motivación y calma, lo que para los votantes representa un enorme desconcierto, quiero hacer algunas elementales reflexiones sobre las últimas cuestiones que han agitado a nuestro mundo político porque no es tiempo de que se calle nadie y se ha tratado, sin duda, de hacer cierta una oposición, la oposición tiene que hablar.
¿Soy oposicionista? Sí, sin duda, si aceptamos las últimas erróneas definiciones. Un periodista honesto lo que tiene que hacer es señalar lo que cree que está mal, diciendo por qué lo cree, y mientras esa sea su tarea no podrá ser acusado de que, va contra la vida nacional.
Hoy al escribir estas líneas me son esperanzadoras las propuestas del candidato MEADE, sus propuestas, esas sí, viables y claras externadas en el foro de Tijuana.
Hace años que Vargas Llosa, el escritor peruano, llamó al sistema de México “la dictadura perfecta” y entonces tenía razón, porque el PRI lo dominaba todo, ganaba elecciones, inventaba candidatos, etc.
A la fecha, y la prueba está en la irritación de la militancia del PRI nacional, las cosas han cambiado mucho: es verdad que se ha permitido una oposición y que por ejemplo claro, existen 10 partidos políticos con registro en el INE.
Pero eso es lo que ocurre en todos los países democráticos del mundo y si se va impulsar la democracia hay que entender, y aceptar, tales críticas. Permítame el amable lector decir por qué, en esta columna, se ha tenido que aclarar que:
Siendo este comentarista un convencido de que las reformas estructurales del Presidente Peña Nieto, serían la fórmula para colocar a nuestro país en la ruta de desarrollo como potencia internacional en el campo de lo social, económico y político, pero, el eterno pero, nuestro Presidente no tuvo la sensibilidad de colocar los perfiles en las diferentes Secretarías de Estado donde tendrían que aplicarse y desarrollarse dichos proyectos de reforma, convirtiéndose en reformas fallidas de facto, teniendo éL la responsabilidad ante los mexicanos y ante la historia de ese fracaso.
Cuando un país vive la situación verdaderamente irritante, la gente tiene derecho a estar decepcionada y no creer en falsas promesas de mesías orate, fanfarrones de taberna, y un bruto.
Lo menos que puede tener la gente es libertad para opinar y si se le reprocha y se le culpa por eso, entonces vamos a estar en insoportables condiciones de sobrevida.
Yo tengo mucha pena porque se me califique, en mi pequeñez, de pesimista, pero no veo cómo puede nadie ser optimista con tanta ineptitud, indiferencia y falta de oficio político.