Nulas propuestas ante inseguridad
¬ Augusto Corro martes 22, May 2018Punto por punto
Augusto Corro
De nueve estados donde se elegirán gobernadores, solamente en uno hay seguridad. En el resto, la violencia tiene atemorizada a la sociedad y las autoridades no encuentran la manera de erradicarla. Sin embargo, a los candidatos parece que poco les interesa esta problemática social.
Habrá cambio de gobierno en la Ciudad de México (CDMX), Puebla, Guanajuato, Jalisco, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Morelos y Yucatán. En este último aún se vive con tranquilidad.
En dichas entidades se registran, con frecuencia, los siguientes delitos: homicidio doloso, secuestro, robo de combustibles, feminicidio, narcomenudeo, robo de vehículo, robo a negocio y asalto a transeúnte en vía pública y trata de personas.
En la CDMX la espiral de violencia creció en los últimos meses. Se incrementó el número de homicidios y el narcomenudeo es uno de los problemas más importantes. Los asaltos a transeúntes son innumerables.
En Puebla, el huachicoleo (robo de combustibles) se convirtió en el eje de la delincuencia. Ese estado vive una situación difícil, debido a que las bandas de hampones son apoyadas por la sociedad. Así ocurre en los saqueos a los trenes que descarrilan para saquearlos.
En Guanajuato, las pugnas entre los grupos de huachicoleros dejaron una cadena de asesinatos. También la narcodelincuencia apareció con sus actividades sangrientas. Se trata de un estado con elevado índice de robo con violencia.
En Jalisco, las bandas de narcodelincuentes desde hace varios años tienen sumidos a los jaliscienses en la inseguridad y el temor. Recientemente fueron levantados tres estudiantes de cine para matarlos y diluirlos en ácido.
En Veracruz, igual que en otros estados, los homicidios y los secuestros son constantes. Las carreteras son peligrosas debido a los asaltos. Se trata de una de las entidades más violentas de México.
En Tabasco es elevado el índice de privaciones ilegales de la libertad. En los últimos meses aumentó el número de homicidios.
En Morelos, la sociedad se encuentra a merced del hampa. El gobernador Graco Ramírez no cumplió con su promesa de hacer de Morelos una entidad segura.
En Chiapas también la delincuencia tiene presencia, pero es menor que en los estados mencionados. Yucatán es una entidad segura con descenso progresivo en la incidencia delincuencial.
En sexenios anteriores, las autoridades estatales eludieron su responsabilidad de brindar seguridad a la sociedad. Con el pretexto de que se trata de delitos federales los que se cometen en sus entidades, los gobernadores se niegan a enfrentar a la delincuencia. Dejan toda la responsabilidad a las autoridades federales.
De ahí, la participación del Ejército y la Marina, la Policía Federal, etc. A los mandatarios estatales desde la comodidad de sus oficinas, les basta una llamada telefónica para solicitar ayuda. En algunos casos, ni siquiera la intervención de las fuerzas armadas es suficiente para combatir a los grupos criminales. Un ejemplo es Tamaulipas, estado fronterizo, donde la violencia creció, incontrolable.
¿Cuáles son los proyectos de los candidatos a gobernadores sobre la seguridad pública? Se desconocen. En los discursos se toca superficialmente el tema. La realidad nos lleva a pensar que el problema de la espiral de violencia continuará. No se nota el interés de los aspirantes a las gubernaturas a acabar con la delincuencia. ¿Dónde están las propuestas contra la inseguridad?
TEMPORADAS VIOLENTAS
El 2017 fue el año más violento en la historia moderna de México. Fue importante el número de homicidios dolosos, secuestros, desapariciones y robos.
Sin embargo, el primer cuatrimestre de 2018 superó el número de hechos sangrientos registrados durante el mismo periodo el año pasado.
Entre las cifras de la espiral de violencia se encuentran los asesinatos de 90 candidatos a puestos de elección popular.
Entre las entidades con mayores índices de criminalidad están Baja California, Guerrero, Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Chihuahua, Michoacán y Oaxaca.
EL NEGRITO EN EL ARROZ
El candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, tiene un equipo de asesores que no lo ayudan. En el segundo debate efectuado en Tijuana, el aspirante tricolor acusó a Nestora Salgado, candidata de Morena al Senado de la República, de secuestradora. “La difamación es un delito”, dijo la morenista para responderle a Meade Kuribreña, a quien además lo retó públicamente a que pruebe sus afirmaciones.
Además, Nestora Salgado reprodujo varias publicaciones en las que narra su historia, su detención arbitraria, su permanencia en prisión durante casi tres años y su liberación ordenada por tres jueces que determinaron su inocencia. Los asesores de Meade Kuribreña deben entender que su labor es, entre otras cosas, evitarle problemas a su jefe. Nestora Salgado fue detenida y acusada de secuestro y delincuencia organizada. Estuvo presa durante 2 años y siete meses, tiempo en que considerada presa política. Tras comprobar su inocencia fue puesta en libertad.