Sin respuestas
¬ Salvador Estrada martes 22, May 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
Los ciudadanos, millones de electores, quedaron desilusionados por el debate de los cuatro candidatos presidenciales, después de casi dos horas de verlos y escucharlos en la radio y la televisión.
Su decepción era constante porque los candidatos se atacaban en cada una de las intervenciones y no había propuestas concretas ni tampoco repuestas a preguntas expresas.
Este segundo debate fue parecido al primero, mucho ruido y pocas nueces, y parecía un show de cuatro pistas en donde el público ahí presente hacia la comparsa, porque no supieron preguntar.
Quienes cuestionaron no fueron espontáneos. Se les identificó con su nombre y los llamaron a cuestionar y mostrando su “papelito” leyeron la pregunta.
Los ataques de Ayala contra López Obrador y viceversa no tuvieron repuesta. Al responder se hacían como el tío lolo. Para su defensa El Peje le mostró la portada de la revista Proceso, en donde se da a conocer “Los turbios manejos de Los Ayala, y ya con eso lo puso quieto por el momento.
Si hubiera desplegado la revista la lectura lo hubiera acelerado. El título lo sacaría de quicio: “Indelebles las huellas del candidato frentista en el caso de lavado de dinero”.
Estaba ya caliente el debate que aquí en la Ciudad de México casi nadie sintió el temblor de 5.1 grados , que fue sin consecuencias.
Los capitalinos acaban de ver el triunfo del Santos contra el Toluca y ansiaban ver otro triunfador en el debate, pero cada uno de los candidatos se decían ganadores.
O sea, que todos ganaron, según ellos, pero los capitalinos bajaban el pulgar para condenarlos, igual que en el circo romano.
Los adjetivos calificativos iban de un lado para otro y así se escuchaban mentiroso, farsante, demagogo y cínico y con esas palabras se ofendían y se salían por la tangente para no contestar las preguntas que los comprometían.
Jaime Rodríguez Calderón, que se hace llamar El Broco, se dio a conocer como un pacifista, cuando entre los dimes y diretes de Ayala y López Obrador le pidió al Peje que le diera un abrazo al candidato de Por México al Frente. El abrazo no lo filmaron los camarógrafos y el público no lo vio y quedó la duda si se llevó a cabo.
Sin embargo, en el teleauditorio quedó grabado el calificativo que el político tabasqueño le dio a Ricardo Anaya…”Ricky, riquín, canallín” al no querer darle respuesta a una pregunta.
El Bronco, ya convertido en el “Héroe de la Paz” los puso quietos, nadie contestó, cuando les dijo “Los candidatos de los partidos se la pasan peleando, viendo quién es más rata y venenoso y así no podrán hacer el trabajo de presidente”.
Pero “la sangre no llegó al río” y ahora seguirán sus campañas y “el que tenga más saliva tragará más pinole”
El próximo y último debate se llevará a cabo en Mérida el día 12 de junio y se espera que sea el mejor de todos porque allá “hay bombas”.