José Antonio Meade, la mejor opción ciudadana
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 21, May 2018Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Sistema de partidos se impone; sale Margarita Zavala
- Hartazgo ciudadano contra siglas partidistas
Estamos a cuarenta días de la madre de todas las elecciones, la presidencial. Los palos de la baraja ya tuvieron una baja: Margarita Zavala salió de la contienda, pasó a la historia electoral al lograr su registro como candidata a la presidencia de la República por la vía independiente, pero en la historia de México ya no se podrá pensar en una mujer como primera presidenta de la nación, al menos no para el siguiente periodo de gobierno, el proceso electoral sigue su curso con cuatro hombres como candidatos.
De los cuatro nombres que siguen en la contienda, el único con perfil ciudadano es el abanderado de la Coalición “Todos por México”, José Antonio Meade. Es el único que no ha militado en partido alguno y el único con la suficiente preparación y experiencia como para enfrentar los retos del país, sin compromisos partidistas, sin demagogia y sin cola que le pisen.
Cuando la señora Zavala logró inscribir su nombre como la primera candidata independiente en el actual proceso electoral, muchos ciudadanos vieron con agrado este cambio en las leyes electorales, ya que el abanico de la participación ciudadana se ampliaba en nuestra inacabada democracia política.
Después el tribunal electoral concedió el registro a otra candidatura electoral con perfil independiente, la de Jaime Rodríguez, mejor conocido como “El Bronco”, pero en realidad quienes motivaron y animaron la participación ciudadana fueron Margarita y Pepe Meade, por dos cosas, por la cuestión de género, la primera, y la alta capacidad y experiencia administrativa del segundo.
En principio, la participación de los candidatos independientes fue algo así como un momento de respiro que muchos ciudadanos se daban ante el avasallador sistema de partidos, los que siguen siendo favorecidos por las actuales reglas del juego, pero todo indica que las cosas seguirán igual y los partidos seguirán asfixiando a la democracia.
La figura creada en la reforma política de 2014, la de las candidaturas independientes, prácticamente está sepultada en el actual proceso electoral y, en caso de que El Bronco decida llegar hasta el final de la contienda, desde ahora se anticipa una participación testimonial, como tal vez igual hubiera sido el caso de la ex panista, pero su talante y trayectoria no podría igualarse con el perfil del dicharachero y ocurrente gobernador con licencia por el estado de Nuevo León.
Margarita Zavala no es una mujer improvisada en la política y si acaso algo pesó negativamente en esta aventura fue ser la esposa de un mal ex presidente, porque preparación tiene y también detrás de ella hay una larga lucha en las lides partidistas, pues en las filas del Partido Acción Nacional aún se le recuerda como legisladora de buenos modales y férrea defensora de los ideales panistas en tribuna.
Cuáles fueron los motivos para que Margarita abandonara la carrera presidencial, tal vez nunca lo sepamos a ciencia cierta, pero una cosa es segura, el anhelo de muchos mexicanos por querer cambiar la partidocracia que domina a nuestro país ya solo está depositada en la participación del candidato Meade, quien no es militante de partido alguno y en su campaña ha dado muestras amplias de que sus intereses son los mismos de una mayoría de ciudadanos que no se sienten representados por las cúpulas partidistas.
Si gana Meade es un hecho que las nomenclaturas políticas con registro tendrán que repensar su existencia, ponerse las pilas, y volver sus miradas a sus militantes, a sus electores, a sus seguidores, a los millones de ciudadanos.
Eso es lo que en principio ya provocó la participación de José Antonio, quien sin ver siglas partidistas busca la unidad de los mexicanos, busca la solución de la problemática nacional sin dogmas o documentos básicos de tipo políticos, siendo su único documento de consulta lo que dicta la Constitución y, sobre todo, busca encabezar un gobierno para todos, como debe ser.
Pero si pierde Meade, todo seguirá igual. Un partido en el gobierno, eso a pesar del hartazgo ciudadano contra los gobiernos partidistas.
PASO SIN VER.- Poca credibilidad en sus propuestas y mucha desconfianza son prácticamente las cartas credenciales de los políticos que representan a sus partidos, y no es gratuita esta situación puesto que la mayor de las veces lo único que les ha interesado a estas siglas y sus abanderados son los votos, por lo que las demandas ciudadanas una y otra vez han quedado en el olvido.
Es esa situación la que hoy hace que el ciudadano cuestione la funcionalidad de los partidos políticos, y también hace que los partidos políticos modifiquen sus estrategias para la cita electoral que se avecina, la fórmula que de uno y otro lado surge es empoderar al ciudadano y a partir de ahí buscar modificar el modelo de gobierno.
VA MI RESTO.- En el actual proceso electoral la gran mayoría de los ciudadanos muestran signos de indecisión, por el hartazgo contra los partidos políticos, y empiezan a voltear hacia trayectorias políticas que no necesariamente están identificadas con las siglas partidistas que representan y en cambio tienen buen cartel de aceptación entre la sociedad.
Ya salió de la contienda Margarita Zavala; El Bronco no tiene ni tantita idea de lo que significa la silla presidencial; un 70 por ciento de los posibles votantes no comulga con la candidatura del tres veces candidato Andrés Manuel; Ricardo Anaya tiene una imagen de deshonesto por no explicar fehacientemente el tema de lavado de dinero en que se le involucra.
¿Será José Antonio Meade la opción?, este último perfil tiene las cartas credenciales suficientes como para ser un buen presidente, pero eso lo decidirá la ciudadanía en las urnas el primer domingo de julio próximo, y hasta ahí porque como veo, doy.