El nuevo aeropuerto será muy rentable para el Estado, definen en el Primer Foro de Transporte Aéreo de la Canaero
Turismo lunes 21, May 2018De cinco estrellas
Victoria González Prado
La Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero), agrupación que es presidida por Sergio Allard, organizó el primer Foro de Transporte Aéreo, avalado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés). Dada la importancia de lo mucho que se planteó, rescatamos mínima parte de lo fundamental.
De los temas discutidos destacaron Competencia económica para la aviación, Reforma energética: retos y oportunidades para la aviación mexicana, Perspectivas de la industria aérea en México y en el mundo, y NAIM: el futuro del transporte aéreo en México.
Sergio Allard indicó que desde la Canaero “vamos a tener diálogo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que está evaluando los montos que se fijarán en el mercado aeroportuario. No es un tema político, es un tema de industria, en el cual no estamos atados a una administración. Lo que estamos esperando es una estrategia de largo plazo que nos permita ser más eficientes”.
Estableció que el costo del nuevo aeropuerto se calcula en 13 mil 300 millones de dólares, y hasta el momento se han licitado contratos por más de 75 por ciento del monto total, y precisó “si queremos ser competitivos como país, este proyecto es vital para desarrollar el transporte aéreo de pasajeros y de carga”.
Esa obra —afirmó— “debe continuar sin importar quién gane o pierda las elecciones…”, pues permitirá al país ser el centro de conexiones de la región, además de (ser) catalizador de desarrollo económico y social, y de cancelarse sería una catástrofe para la competitividad de la industria, generaría importantes pérdidas económicas, duplicaría los costos de operación y elevaría los precios para los pasajeros.
Según estimaciones de la Canaero, el NAIM podría generar ingresos por 2 mil 300 millones de dólares en su primer año de operación, si se considera un tráfico de 50 millones de pasajeros anuales y un pago promedio de 35 dólares por Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA), más 30 por ciento extra por la operación de las aerolíneas y la renta de espacios comerciales.
Allí, Rodrigo Pérez-Alonso, director general de la Canaero, y los representantes de la industria aérea, coincidieron en que el nuevo aeropuerto debe continuar y ser terminado tal como se concibió, sea cual fuere el resultado de las elecciones federales, y su concesión a la iniciativa privada no debe analizarse hasta que entre en operación, pues va a ser muy rentable para el Estado.
En lo particular, Pérez-Alonso indicó que con esa obra, “la industria de aerotransportes en México tiene gran oportunidad de levantar el vuelo para participar en la evolución del país”.
A su vez, Peter Cerdá, vicepresidente regional de las Américas de la IATA, dijo que en este momento el gobierno debe enfocarse en la construcción del nuevo aeropuerto. Es lo más importante, pero se debe tener cuidado con el tema de la privatización, pues muchos países de América Latina han fracasado al momento de concesionar los aeropuertos. Los gobiernos tienen que estar muy involucrados y (todo) tiene que ser transparente”.
Señaló la necesidad de contar con “infraestructura acorde al crecimiento de la industria en México para que el país pueda seguir escalando en competitividad global, es necesario que continúe presente el apoyo de un gobierno participativo en las actividades del transporte aéreo”.
Hizo ver que “la gente quiere viajar, pero en México hay problemas de infraestructura. Si los aviones no pueden aterrizar, los beneficios económicos se quedarán en otros lugares que sí cuenten con las instalaciones adecuadas”.
Yuriria Mascott, subsecretaria de Transporte, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), manifestó que la aviación mexicana se ha convertido en una de las más importantes del mundo y está en uno de sus mejores momentos, pues su flota es de 355 aviones con menos de siete años de antigüedad, las aerolíneas nacionales incrementaron 66 por ciento la oferta de asientos, y dos de ellas están entre las más puntuales de América Latina. Además se han autorizado 40 por ciento más rutas: 520 nuevas nacionales y 605 internacionales.
Según el Banco Mundial, dijo, en el orbe México ocupa el sitio 19 en transporte aéreo de pasajeros y en el de carga el lugar 35, el año pasado movilizó más de 90 millones de pasajeros y 806 mil toneladas de carga, lo que representa un crecimiento acumulado de 59 por ciento en el número de pasajeros y 32 por ciento en carga. Asimismo, durante este lustro el sector acumuló alzas de 59 por ciento en tráfico de pasajeros y 32 por ciento en movimiento de mercancías.
Explicó que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México —AICM— ocupa el lugar número 21 entre los 50 de mayor conectividad internacional y el número 10 entre los 25 con más conectividad para vuelos de bajo costo, convirtiéndolo en el aeropuerto latinoamericano mejor posicionado. En esa terminal se realizaron la ampliación de la sala 75 y las adecuaciones para recibir al Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo.
Al referirse al Producto Interno Bruto (PIB) de la industria aérea, la funcionaria aseguró que ha crecido más de 50 por ciento en los últimos años. Los precios se han mantenido estables y las inversiones público-privadas en infraestructura aeroportuaria alcanzaron ya 81 mil 300 millones de pesos, es decir 3.5 veces más que en el periodo anterior.
Del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México —NAIM— dijo que para finales de 2018 tendrá “casi terminadas” dos pistas, se concluirá la estructura exterior de la torre de control y se habrán instalado 15 de las 21 estructuras que sostienen el techo del aeropuerto. Y en relación a su financiamiento, informó que hasta el momento se ha contratado más del 70 por ciento del total del proyecto y se colocaron con éxito seis mil millones de dólares en bonos verdes.
También explicó que la STC participa como el principal facilitador para la apertura del mercado de turbosina y haya diferentes proveedores en los aeropuertos.
En resumen, los representantes de la industria aeronáutica en México demandaron a la Comisión Reguladora de Energía publicar a la brevedad las tarifas que deberá cobrar Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) por el almacenamiento de la turbosina, lo que es urgente, precisó Alfonso Sarabia, director general de ASA, pues “…permitirá que las aerolíneas puedan adquirir el combustible a un precio más accesible y generar mayor competencia en el mercado, además de ofrecer mejores tarifas para los usuarios finales”.
Randy Tinseth, vicepresidente de Mercadotecnia de Boeing, habló de los problemas que enfrenta la infraestructura en la región, y la Ciudad de México es el caso más crítico de América Latina”, y evidenció “la urgencia de contar con la nueva terminal capitalina”.
Por su parte, Luis Felipe Oliveira, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe del Transporte Aéreo (ALTA), se refirió a la reforma energética, de la que dijo pone a México en una cadena de atracción de inversión que abrirá la competitividad a proveedores y competidores, generando un cambio estructural importante en el país”.
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