Encuentra a tu “Niño perdido” en Teatro Xola
Espectáculos lunes 21, May 2018- La puesta en escena de Quecho Muñoz regresa a cartelera este 21 de mayo, con Crisanta Gómez y Lupita Sandoval en el elenco
Arturo Arellano
“Niño perdido” es una entrañable puesta en escena, dramaturgia de Quecho Muñoz, quien también forma parte del elenco junto con Lupita Sandoval, Gerardo González, José Daniel Figueroa y Crisanta Gómez, bajo la dirección de Donald Bertrand, y quienes regresan a la cartelera teatral a partir de este lunes 21 de mayo, en lo que se ha convertido en su casa: el Teatro Xola Julio Prieto.
El elenco, al que se incorpora el joven Leonardo Bono, hijo de César Bono, se regocijó en entrevista para DIARIO IMAGEN, por el reestreno de la obra que narra la historia de Manuel Andrés, quien colapsa emocionalmente después de un día terrible en el que se tiene que enfrentar con todos sus miedos y frustraciones y planea suicidarse. Una mujer lo detiene. Se presenta ante él como “su hada madrina”.
Andrés Manuel le cuenta los acontecimientos que llevaron a su intento de suicidio. La supuesta hada madrina le dice que al día siguiente le será otorgado un don. En el segundo acto, “el don” otorgado le hace ver a Manuel Andrés la vida desde otra perspectiva, de un niño, él mismo vuelto niño, su niño interior y el del resto de los personajes.
De entrada, Quecho, quien da vida a Manuel Andrés dijo: “Este es nuestro tercer año en temporada, la gente está respondiendo de manera positiva desde que anunciamos el regreso y es que es una comedia divertida, pero tiene esa parte que te conecta contigo mismo, de pronto, se vuelve hasta como terapia, hay personas que lo dicen. ‘Lo que tuve en seis meses de terapia aquí en una obra de poco más de una hora se ve más reflejado’. Es una obra exitosa por eso, la gente lo disfruta y aún hay mucha que no la ha visto, así como gente que la ha visto más de 10 veces y que le siguen encontrando cosas”.
A lo anterior, Gerardo González añadió que “la obra no tiene sólo una lectura, es como de muchas capas, incluso, para nosotros en los ensayos fue sorpresivo, cada uno tenemos nuestro niño perdido y nuestra visión de la obra, pero el haberla trabajado los cinco juntos e irnos retroalimentando con nuestras propias historias, nos da un resultado que se ve reflejado en la obra. Definitivamente, eso el público lo siente, porque están ante un trabajo totalmente honesto de parte de cinco actores en el escenario”.
Quecho explica: “Mi personaje es un poco autobiográfico, surgió de una clase de actuación, me clavé con el asunto del niño interior y después investigué cuáles son los trabajos más aburridos, sin embargo, mi conclusión fue que no se trata del empleo en sí, sino del cómo la persona lo aborda. Así, que partí de lo que sería lo más aburrido para mí, que sería trabajar en una oficina, me moriría. Ahí empecé a ver mi entorno, que hay muchos oficinistas y no es que esté mal, sino que hay muchos que no están convencidos de lo que hacen. Construí después la ficción, los personajes y finalmente el mensaje es que busques realizar tus sueños, muchas veces estás trabajando para los sueños de alguien más ¿pero qué pasa con los tuyos?, debes respetarlos y perseguirlos”. Lo mismo, reconoce: “Los personajes tienen cosas mías, de mi padre, de amigos, eso en un plan de identificación”. Crisanta, por su parte explica: “Es una obra que te exige demasiado por la calidad del elenco, por los compañeros que tienes, verlos actuar es un regalo de actuación, de pasión. Creo que es un resultado bastante interesante en el que hay mucho corazón. Cuando nos toca hacer el papel de niño, no se juega a hacer el niño, sino que se busca nuestro propio niño, lejos de la caricatura, uno que sale de las entrañas y los recuerdos, se cambia la voz, la manera de pararse pero esos cambios vienen de adentro”.