Fracaso de Margarita
¬ Augusto Corro viernes 18, May 2018Punto por punto
Augusto Corro
Resultó un verdadero fracaso el proyecto político de Margarita Zavala de Calderón. Pensó que por la vía de la candidatura presidencial independiente podría regresar a Los Pinos; pero la realidad la frenó.
No es lo mismo participar en la lucha política con toda una estructura y maquinaria partidista detrás, que competir con recursos escasos, sin ángel y asesorada por el ex presidente de México, Felipe Calderón, quien bañó de sangre al país, en su lucha contra la delincuencia organizada.
La señora Calderón no pudo atraerse el interés del electorado y desde el inicio de su campaña se mantuvo en los últimos sitios de preferencias del voto. No levantó. Además cometió errores imperdonables.
Por ejemplo, falsificó miles de firmas para conseguir su registro como candidata independiente. En el Instituto Nacional Electoral (INE) se hicieron de la vista gorda y le perdonaron las faltas graves.
Ese primer paso de ilegalidad dañó la imagen de la candidata presidencial, pues proyectó que con partido de apoyo o sin él, no podrían faltar las trampas para lograr sus propósitos. La señora Calderón no pudo superar sus conductas ilegales, como son el engaño y la mentira que practican con ahínco nuestros políticos tradicionales.
Sus acciones tramposas ayudaron a abollar la imagen ya deteriorada de la aspirante independiente. Sólo a ella se le ocurrió participar como candidata presidencial, con todo el pasado negativo de su esposo Felipe.
El entonces presidente decidió enfrentar a la delincuencia organizada sin una estrategia para ganar. México entró a una espiral de violencia que aún no termina. Más de 121 mil muertos fue el saldo de la narcoguerra.
¿Y qué papel desempeñó la señora de Calderón para evitar esas cruentas acciones? ¿De plano fue ignorada en las decisiones presidenciales? ¿No tuvo el valor suficiente para advertirle a Felipe de las consecuencias fatales de sus órdenes descabelladas?
El hecho real es que la sociedad mexicana tiene muy presente las actitudes irreflexivas del ex gobernante Calderón que repercutieron en el rechazo a la candidatura de Margarita, encaprichada en regresar a Los Pinos.
Fracaso de los independientes
De los cinco aspirantes presidenciales dos participaban como independientes: Margarita Zavala de Calderón y el gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón (a) El Bronco.
Ambos sin partido se valieron de corruptelas para conseguir miles de firmas que les permitieran registrarse como candidatos. Margarita salvó el primer obstáculo sin problema.
“El Bronco” fue rechazado por el INE debido a las irregularidades graves y el tribunal electoral superior lo perdonó y logró que su nombre aparezca en la boleta electoral.
Los contendientes mencionados iniciaron sus campañas sin trascendencia alguna. Es decir, sin ninguna espectacularidad, ni el impacto político que se esperaba por tratarse de candidatos independientes.
“El Bronco”, igual que Margarita, se encuentra en los últimos lugares de las preferencias electorales. No se vislumbra alguna posibilidad de que crezca. Quizá como “payaso” de la fiesta logre más votos, pero no en la cantidad necesaria para tomarlo en cuenta.
Los dos contendientes llegaron desarmados a la guerra.
Las únicas oportunidades para sobresalir están en los debates. La señora Calderón desaprovechó el primero. Estuvo apagada. “El Bronco” lució grotesco con su propuesta de cortar las manos a los ladrones.
El aspirante Jaime Rodríguez Calderón tuvo la experiencia de ganar en las elecciones para gobernador en Nuevo León. Barrió al Revolucionario Institucional (PRI) y a Acción Nacional (PAN). Para sorpresa de los nuevoleoneses, el gobernador independiente resultó igual que los apoyados por los partidos; pues su administración no ofreció algo nuevo o diferente. Sus promesas de campaña se olvidaron completamente.
Si, pero no
En un principio se tuvo la idea de que la participación de candidatos presidenciales independientes podría traer aires frescos, renovadores a la democracia mexicana. No ocurrió así. La señora Calderón y “El Bronco” no pudieron sacudirse su pasado partidista.
Ella militó casi toda su vida en Acción Nacional y él más de veinte años fue priista. Ambos tuvieron tiempo suficiente para aprender las malas mañas y trampas de las organizaciones políticas.
Esas conductas tramposas las aplicaron en su nueva aventura de candidatos presidenciales independientes. Les funcionó al principio. Conforme avanzaba el tiempo, se dieron cuenta que necesitaban una infraestructura partidista en todo el país con el fin de equilibrar la competencia.
Cualquier partido tiene comités distritales, estatales, etc., para promover a sus candidatos. Oficinas de las organizaciones políticas para atender las necesidades de sus militantes. Esa decisión de lanzarse al ruedo sin protección ni apoyo, carentes de una columna vertebral política, tendría que resultar negativa.
En esta ocasión, las candidaturas presidenciales independientes resultaron una franca vacilada y un intento infructuoso de engaño a la sociedad: una farsa total. La renuncia de la señora Calderón a la candidatura presidencial independiente en nada afectará el proceso electoral presente.
Feliz fin de semana