Destruir a México
Freddy Sánchez jueves 17, May 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
La estabilidad de la macro economía debe ser la prioridad, en cuanto se renueve la Presidencia y cargos electorales a lo largo y ancho del país.
Esto le interesa a una porción de la sociedad, integrada por los que aspiran a que nada cambie, porque todo lo tienen: riquezas, influencias, complacencia ilimitada para sus egos, dicha y felicidad como nunca antes.
Todo lo contrario de los victimados con los obsecados manejos en las altas finanzas públicas y privadas, puesto que para esa mayoría social el panorama difícilmente se antoja afortunado y feliz.
Cómo podría serlo para los que viven en vecindades ruinosas, con pobreza y escasez de fondos, aquellos virtualmente hacinados en multifamiliares con deficiencias en los servicios públicos, que como diversos apoyos gubernamentales les llegan a “cuenta gotas” y algunas veces sólo en época electoral como es el caso de los que en varias partes de la Ciudad de México están siendo inducidos al “voto duro”, a cambio de despensas alimenticias.
Algo similar a lo que ocurre en la provincia, en la que los “agentes del gobierno”, actualmente emisarios partidistas de todos “colores y sabores” se esmeran en recordar a sus huestes de votantes que en manos de ellos y de sus herederos en cargos electorales, estará seguir regalando, aunque sólo sea algo modesto y de vez en cuando, como son las viandas gubernamentales y demás afanosa “prestación de apoyo” en favor de la economía familiar.
Los cheques mensuales para los viejitos, las madres solteras, útiles escolares, materiales de construcción, créditos de vivienda o para inversión en algún pequeño y pobre negocio, además de cuanta nueva estrategia de inducción al voto se le ocurra a los que están en cargos de gobierno, más que prestos a “emparentar” sus políticas públicas de carácter social con las viejas prebendas y canonjías del viejo piísmo político “padre de todos los padres” del asistencialismo con tintes electoreros.
Una forma de mantener medio contenta a la gente, lo que la tecnocracia del PRI junto a la del PAN y demás tecnócratas partidistas sólo copian cuando se multiplica la ira ciudadana, a causa de que los mayores beneficios de la macro economía se agotan en manos de los más ricos y a veces ni siquiera “mendrugos” llegan hacia abajo para el bien de otras clases sociales.
De ahí que en torno a la sucesión presidencial hayan surgido tantísimos gritos de desesperación e indignación entre los que jamás se sienten favorecidos, en virtud a que las cosas no cambian ni tienden a hacer menos insoportable que unos pocos vivan en la holgura más amplia de satisfactores con lujos extravagantes, mientras que los más que suman millones y millones pasen por estrecheces y miserias económicas.
Cuando que siempre será mejor adoptar los cambios que sean menester para zanjar las diferencias sociales, desconcentrar la riqueza para equilibrar el reparto de la misma, (dejando a los ricos seguirlo siendo), al tiempo de alentar un ajuste sustantivo en la vida de la población en general.
Y para tal fin hay que poner a la gente honesta y trabajadora a salvo de la delincuencia y la violencia, mediante una lucha efectiva y eficaz contra la corrupción y la impunidad, no sólo criminal y policiaca, sino especialmente la política, empresarial y la de toda clase de asociados y compinches de individuos voraces y corruptos con gran poder.
Sólo eso ayudaría a sanar las heridas sociales, construir nuevos equilibrios para la estabilidad, cuidando la macro economía sin descuidar el bienestar económico familiar, lo que definitivamente los habitantes presentes y futuros de esta nación, agradecerán, dejando de anidar en sus almas tanto rencor al extremo de elucubrar con irracionalidad su propio daño, pretendiendo reconstruir todo lo habido y por haber desde los cimientos y, ( que testarudez y desgracia), empezando por destruir a México.