La Pastorela Barroca, un gran lujo
* Especiales, Espectáculos martes 14, Dic 2010- Por decimoquinto año consecutivo se presenta en el Ex Convento de Churubusco
Gloria Carpio
Nuevamente estará en escena por decimoquinto año consecutivo la Pastorela Barroca que con tanto afán prepara durante todo el año el maestro Tito Dreinhüffer y, como siempre, en el mismo lugar: El Ex Convento de Churubusco, sede del Museo de las Intervenciones.
En esta ocasión, aparte de las actuaciones de 26 artistas, su trabajo será reforzado con un valor agregado: el trabajo de los artesanos de distintos puntos de la República, que aprovecharán al público que concurra a ver la pastorela para mostrar la forma como se realizan las flores de papel crepé, los carritos de barro, el bordado de rebozos y capas, el tallado de madera, para englobar en un solo sitio el arte popular mexicano.
La temporada de éste, que es uno de los lujos más baratos a los que los mexicanos tenemos acceso, se inicia con las posadas, el mismo 16 de este mes y concluye el 23. Será una función diaria durante ese lapso, a partir de las 20:00 horas.
La Pastorela Barroca es uno de los montajes con un alto grado de dificultad para cualquier histrión. Para quienes estudian artes escénicas, su observación es obligada y para quienes no están vinculados con la generación de arte, es todo un lujo poder admirar los pasajes que recrearon nuestros ancestros al ser conquistados a través de la religión católica.
No es casual que entre el elenco se encuentren Lucía Guilmáin, Salvador Hurtado y Carlos Pichardo, ni tampoco que el espectáculo esté avalado por el Fondo Nacional Para las Artesanías, toda vez que se hace una fusión entre éstas y los pasajes teatrales.
La Pastorela Barroca desencadena la eterna lucha entre el bien y el mal, representados por el arcángel Miguel y Luzbella (el diablo), tratando siempre de impedir la llegada de los pastores-artesanos hasta el portal de Belén para adorar al Niño Dios.
Se trata de un lujo porque la música barroca es lo más trascendente del montaje, pues se interpreta música barroca en vivo, interpretada por el “Ensamble Barroco” a cargo de los maestros Miguel Amín y Norma Villareal.
Y es que estos maestros se dedicaron durante muchos años a rescatar la música netamente mexicana barroca que aún conserva sus letras en el idioma náhuatl.
De ahí que se haya integrado al montaje el actuar de la monja mexicana, Sor Juana Inés de la Cruz, que es precisamente el papel que interpreta Lucía Guilmáin, quien al final cae en la tentación del diablo.
Otro valor agregado es que todo el vestuario de los 28 artistas en escena fue pintado a mano con loos tonos típicos del periodo barroco y de los atrios de nuestras iglesias y catedrales; la cual es una combinación de los ocres y dorados, siempre respetándose la indumentaria típica de cada uno de los estados de nuestra República.
De ahí que este es un desfile también de modas con distintos jorongos, huipiles, quesquémetls y faldones.
La Pastorela Barroca es también la suma del trabajo de investigación del maestro Tito Dreinhüffer, quien se dedicó por años a realizar estudios comparativos de los géneros teatrales mexicanos, por su enorme amor a la tradición y a la cultura de nuestro país, mismo que ha derivado en la edición de varios libros.