Se les acaba el poder y la gloria
Francisco Rodríguez lunes 14, May 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Sic transit gloria mundi se susurran al oído en las tenebras vaticanas los altos prelados de la Iglesia romana. Asienten entre ellos, agachando la cabeza, recuerdan de consuno la frase que los ha hecho célebres: “así pasa la gloria en el mundo”, con la que impusieron al poder divino sobre el terrenal.
En la actualidad habría que revisar el viejo aserto. Hecho regla desde que Enrique IV, temeroso de la furia papal fue a la helada Canossa, para meter los pies en el hielo y bajarse los pantalones frente al Pontífice Gregorio VII. Era la única forma de evitar su ira, conservar el poder y apartar de la gula eclesiástica los territorios europeos.
Pero aquél era otro Enrique. El de acá, el chichimeca, se arrodilló y besó el anillo del obispo de Tlanepantla, Carlos Aguiar Retes —hoy Arzobispo Primado de México—, para suplicarle en una comida en Los Pinos con otros dignatarios, apoyara en el púlpito la campaña política.
La carcajada fue pública y mortal. Durante meses y por los años que vendrán, los de Zacazonapan tuvieron y tendrán que tragarse la humillación y la vergüenza de esta forma de pedir frías al alto poder de la sotana. Era la forma de conservar territorio y eternizar el salvajismo, la rapiña y los feminicidios.
Dicen que todo fue un show organizado, con más ganancias que pérdidas, pues Enrique El Último le ofreció a Carlos Aguiar Retes que a cambio de darle su valimiento le daría su apoyo en el Vaticano para conseguir el Arzobispado Primado de la Ciudad de México. Ups, ¡así les gusta engañarse!
Ya en otras ocasiones hemos platicado usted, amigo lector, y este escribidor del desprecio cerval del Papa Francisco por todo lo que huela a toluquismo. Jura que es enemigo de la acumulación despiadada. Por ende, toques eléctricos y chiras con Aguiar Retes, si hubiera sido recomendado por Peña.
Pero no es enemigo frontal y gratuito del poder. Ése se respeta. Hasta en las alturas del conciliábulo santo. Por algo Marcial Maciel, el titán de la pederastia, era accionista del Banco Ambrosiano. Por eso, era tan querido el financiero de los papas.
Bueno, hasta en las comidas del desaparecido Antonio Chedraui, abad de los ortodoxos, llegaban a sentarse en diferentes filas, usted sabe, los invitados a modo: los tres mil de la clase político-empresarial más sus veinte mil guaruras cuidando los autos blindados y los helicópteros de los magnates.
Por eso, la gran influencia en la grilla diocesana católica de los imprescindibles de siempre: el jerarca de los libaneses, Carlos Slim, Amancio Ortega, el dueño de Zara, los Servitje, Miguel Alemán, Olegario Vázquez Raña, y Norberto, El obispo dinerero, como lo apodaban sus contlapaches.
Fundadores del Club de Roma, que durante el papado de Juan Pablo II tenían acceso al cordero de Dios que quita los pecados del mundo, en el selecto y reducido círculo de los caballeros de Malta también estaban Emilio Berlié, el de Yucatán; Juan Sandoval, el de Guadalajara, y Onésimo Cepeda, el de Ecatepec, cofundador de la Casa de bolsa Inbursa, junto con Carlos Slim, el supuesto maronita.
Entre ellos se toman las decisiones de apoyo. Fuera de ahí, todo es Cuautitlán. El blindaje de Norberto ha podido resistir todos los huracanes de fronda. ¡Faltaba más! Las acusaciones por pederastia, obedecidas y juzgadas hasta para la iglesia de Los Ángeles, California, aquí son letra muerta. No hay otro poder que el del dinero.
Y es lo que hay. Es la triste condición. Quien se quiera engañar con el canto de las sirenas llegadas de Atlacomulco está en su derecho. Pero aquí, lo que no suena a jurídico, suena a metálico. A otros chivos con ése cuento de que Enrique puso al arzobispo primado, Carlos Aguiar Retes. Sería tanto como creer que Francisco lo puso.
Si en el poder, Norberto Rivera, el de Durango, se dedicó a todo lo que prohíben desde el Derecho Canónico hasta el Código Penal y la Constitución mexicana, si fue un traficante de influencias, encubridor de pederastas y atropellador gigantesco de los derechos civiles y humanos, ¿qué se puede esperar?
Si el grupo empresarial de marras influyó en todo,¿ por qué no aceptar que a través del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, uno de sus múltiples disfraces, no exigió a Peña Nieto robarse la elección presidencial en ciernes, ante el desmedido arrase popular del puntero? A otro perro con el hueso del enojo presidencial ante el ultimátum.
Son casi para el recuerdo de los antediluvianos, los tiempos en que el Arzobispo Primado de México, Luis María Martínez, recibía la ovación de los graderíos de la Plaza México y los aplausos sonoros cuando bendecía al respetable exigente de los tendidos taurinos. Esos tiempos no volverán, los purpurados de ahora son más cercanos a las cúpulas que al pueblo.
Y es que “el pueblo se cansa de tanta transa”, corean cotidianamente los manifestantes, cuyas peticiones son también ignoradas por los eclesiásticos pederastas, porque el burro no entiende de orejas. Han sido demasiados años de hipocresía y traición a los sentimientos religiosos.
¿Será por eso que han crecido exponencialmente los practicantes de los ritos evangélicos y sus pastores, hoy considerados el principal enemigo de la Iglesia romana? No puede haber otra explicación para saber por qué la influencia de ellos en las urnas es decisiva. Aunque no hayan recibido el compromiso de ninguno de los candidatos para llevar a cabo una real libertad religiosa, no sólo de cultos.
Aunque sus representantes en la arena llamada política sean unos trúhanes e impostores que siempre han cobrado en Gobernación los favores recibidos. La cúpula de Osorio Chong, flamante candidato plurinominal, y de Jesús Murillo Karam, el cansado, han aportado las maletas con nuestra exprimida lana.
Pero, en fin, todo se vale en la guerra y en el amor, dicen los valetudinarios, enfermos terminales del poder. Al mismo saco las creencias, las esperanzas y también las vanidades. Da lo mismo robarse la designación del arzobispo que la elección presidencial. Y en eso, el último tartufo de la plaza es precisamente Peña Nieto.
Sólo un títere del colmado. El invitado de piedra al convite de los grandes. El que firma la entrega de la soberanía, al que le debemos los cientos de miles de muertos. Total, como dijo Onésimo Cepeda, refiriéndose a la masacre militar de Ayotzinapa: “Los desaparecidos, desaparecidos están”. ¿Lo mismo querrán hacer con las boletas electorales?
El poder y la gloria, para ellos , ya no. Ahora queremos la cárcel y el infierno, lo dice Juan Pueblo.
¡Todos a cuidar el voto popular, el próximo primero de julio!
Índice Flamígero: “Las cifras que se reportan de corrupción, impunidad e ilegalidad son de escándalo y llevan a encender los focos rojos y a trabajar por la transparencia de las instituciones. Nuestro país no aguanta más el robo, la opacidad, el despilfarro y el mal uso de sus recursos, porque esto significa pobreza para sus pueblos y miles de historias humanas sin las condiciones necesarias para vivir con dignidad”, apuntó ayer la Conferencia del Episcopado al dar a la luz su “Proyecto Global de Pastoral hacia 2031-2033”. En él dicen que el pueblo mexicano “está herido por una guerra fratricida” y que las autoridades han sido rebasadas por el crimen organizado. “Personas con responsabilidad se han aprovechado de cargos públicos, políticos o influencias inmorales para enriquecerse escandalosamente, dejando en la pobreza y bajo condiciones inhumanas a un gran número de ciudadanos; muchas veces hemos dejado en manos deshonestas y gente sin escrúpulos el desarrollo de la patria”, critican. En el texto de 74 cuartillas se subraya que “hay millones de pobres que siguen clamando por lo necesario para comer dignamente, para tener una educación de calidad, una vivienda digna, un trabajo estable con salario suficiente y una seguridad social que les haga vivir sin angustias… Tal parece que esta situación de violencia ha rebasado a las autoridades en muchas partes del país, los grupos delincuenciales se han establecido como verdaderos dueños y señores de espacios y cotos de poder”. El panorama social, afirma el documento, “se ha ido ensombreciendo paulatinamente por el fortalecimiento alarmante del crimen organizado, que tiene múltiples ramificaciones y un entorno internacional que lo alimenta y fortalece, corrompiendo la mente y el corazón de personas y autoridades”. Duros los obispos, pero… + + + Sobre el comentario acerca de la autosuficiencia alimentaria —en contra de la cual está EPN— escribe, desde Coatepec, Veracruz, don Rafael Segura Millán: “… Me hace recordar los años setenta del siglo pasado cuando un ex colega de trabajo, que pasó a funcionario de la desaparecida Conasupo, me platicó de un viaje a lo largo del río Missisippi por cortesía de un grupo exportador de granos gabacho (of course) para la adquisición de maíz ¡amarillo! con el fin de cerrar un contrato para el suministro de varios miles de toneladas para consumo de la población mexicana. Fue al principio de la invasión neoliberal por los gringos nacidos en México. Desde esa época el campo ya no le importaba al sistema (FR dixit) y, junto con el desmantelamiento de la paraestatal, no les importó comprar una variedad de maíz no apto para el consumo humano, sino como alimento para ganado. Mi amigo me hizo notar que él sólo formó parte del grupo invitado, pero que sabía que había una fuerte comisión de por medio para alguien de más arriba. Recuerdo haber viajado en mi juventud por diversas regiones de nuestro país y ver amplios campos sembrados de maíz, frijol, caña de azúcar, trigo, etc., paisajes que ya poco vemos. En cambio, los países del llamado primer mundo no sólo producen lo necesario para su consumo interno subsidiándolo, sino los excedentes que obtienen los utilizan para exportar a precios dignos de un usurero a los países dependientes como México. Esa es otra forma de colonización. Lo peor vino cuando el siniestro Chupacabras nos embarcó en 1994 en el ahora tan repudiado TLCAN por el desquiciado de la peluca amarilla, que alega que ¡para el imperio ha sido totalmente desventajoso! Y los “negociadores” de este rancho sufren para lograr una nueva versión todavía más desventajosa para nuestro país, pero que le atará más las manos al siguiente presidente, que lucharemos por que sea ya sabes quién. Es imperioso que el nuevo gobierno fomente todo tipo de agricultura, desde las hortalizas domésticas hasta los grandes cultivos que sustituyan a los actuales de amapola por productos para dar suficiente de comer a todo el pueblo mexicano, que tan hambriento está en su mayoría. Saludos cordiales desde donde ya tengo mi pequeña hortaliza casera.”
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