Los independientes, apagados
¬ Augusto Corro lunes 14, May 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los candidatos independientes presentaban una esperanza para terminar con los malos gobiernos emanados de partidos políticos.
Esa ilusión poco a poco desapareció. Ahora, los dos aspirantes presidenciales independientes están los últimos lugares de las preferencias electorales.
¿Qué fue lo que ocurrió?
Por ejemplo, Margarita Zavala, esposa del impresentable ex presidente Felipe Calderón, es una de las aspirantes sin partido en la búsqueda de la silla presidencial. Con más pena que gloria, la señora Calderón logró su registro en la boleta electoral. La manera en que consiguió la candidatura no fue la correcta.
Las autoridades electorales se dieron cuenta que la ex panista Zavala de Calderón se valió de acciones ilegales en la recolección de firmas para oficializar su candidatura.
A pesar de las miles de rúbricas falsas el Instituto Nacional Electoral (INE) se hizo de la vista gorda y pesar de las irregularidades de la candidata sin partido, le autorizó el registro.
En la misma situación se encontró el ex gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.
Este político, sin el apoyo de los partidos políticos, ganó la gubernatura de Nuevo León. Fue todo un acontecimiento derrotar a los priístas y panistas.
En los cuernos de la luna tras su victoria, “El Bronco” decidió buscar la candidatura presidencial y lo consiguió con las mismas marrullerías que practicó la señora Zavala de Calderón: la falsificación de miles firmas.
El INE, de plano lo descalificó y le canceló la posibilidad de registrarlo como aspirante presidencial independiente, pero el Tribunal Electoral, la instancia superior, lo perdonó y ahí tienen al nuevoleonés en plena campaña. Los dos candidatos independientes se apagaron en cuanto se conoció que usan y manejan las transas como cualquier político corrupto. Es seguro que no se les olvidaron las mañas que aprendieron durante su militancia partidista.
Ella fue blanquiazul casi toda su vida. Dejó el PAN ante la imposibilidad de vencer a Ricardo Anaya, quien también luchaba por la candidatura partidista. A la señora de Calderón se le hizo fácil renunciar al panismo y participar sin partido en las elecciones presidenciales.
“El Bronco” estuvo más de 20 años en el PRI. Tiempo suficiente para asimilar las lecciones negativas de esa organización política. Ya como gobernador resultó un fraude. No cumplió sus promesas de campaña. Por ejemplo, no pudo encarcelar a su antecesor en el cargo, el ex gobernador priísta, Rodrigo Medina, acusado de peculado y enriquecimiento ilícito.
Los dos candidatos presidenciales independientes con los registros correspondientes iniciaron sus campañas con resultados opacos. Poco o nada los distingue de los otros abanderados de partidos políticos.
Las candidaturas de los independientes se apagaron, tras conocerse que son tan tramposos como cualquier candidato emanado de partido político. “El Bronco” le apostó a las ocurrencias. Ella, a criticar a sus adversarios. Los abanderados presidenciales independientes no cumplieron con las expectativas de una sociedad que anhelaba ser representada por líderes ajenos a la dañina partidocracia. En esta ocasión no se pudo.
La señora de Calderón y “El Bronco”, sumidos en la mediocridad, realizan sus campañas sin despegar de los últimos lugares donde se encuentran, pues no representan ningún atractivo político importante.
En la recta final de la justa electoral, los candidatos presidenciales decidieron gastar tiempo y recursos en causas pérdidas. Allá ellos.
Tiempo agotado
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) relanzó la campaña política de su candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña, a menos de dos meses de las elecciones.
¿Le alcanzará el tiempo a los priístas para sacar del tercer lugar a su abanderado? Se ve difícil.
Los errores de la jerarquía priísta arrinconaron a Meade Kuribreña. ¿Qué aspirante podría avanzar con asesores ineptos como los que le mandaron al aspirante presidencial. Ni siquiera el líder del partido, el “flotillero” Enrique Ochoa Reza, pudo mover al aspirante, ahora tricolor, de aquél alejado sitio en la tabla de posiciones.
Al cuarto para las doce, cambiaron la dirigencia del PRI y René Juárez Cisneros ocupó el lugar de Ochoa Reza, en una jugada tardía, que no parece que brinde resultados inmediatos.
¿Juárez Cisneros podrá mejorar las condiciones de derrota en que se encuentra el PRI? Se ve imposible. Los gobiernos priístas se manejaron mal y tendrán que pagar los platos rotos.
Ni Meade Kuribreña, ni Juárez Cisneros, ni varios relanzamientos de la campaña podrán sacar PRI del hoyo en que se encuentra.