No a la violencia, sí a los votos
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 14, May 2018Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Es hora de llamar a todos los políticos a sumarse a favor de la democracia
- Ante diferencias ideológicas, el uso de la política
No debemos tomar como un mensaje o hecho aislado la condena enérgica que ayer hizo el gobierno de la República, a través del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, ante las agresiones que en los últimos meses han ocurrido contra diferentes actores políticos, a esa condena deben sumarse partidos políticos y en general toda la población porque la violencia no conviene a nadie, al menos no a nadie que esté en pleno uso de sus facultades mentales.
Si ya de por sí los ciudadanos estamos afligidos y preocupados por la violencia verbal que un día y otro también se lanzan los candidatos, es justo que levantemos la voz y cerremos filas a favor de la seguridad y la paz social, por lo que una buena señal en contra del clima de la violencia que asola al país sería que en lo que resta de las campañas proselitistas toda la clase política pusiera su granito de arena y que hicieran a un lado sus arengas de división y odio entre mexicanos.
La violencia está desatada entre grupos criminales, día con día se dan enfrentamientos y ajustes de cuentas entre grupos delincuenciales, es cierto, pero es sumamente preocupante que con motivo del procesos electoral en ciernes algunos dirigentes empiecen a hablar de más violencia si no son favorecidos por los votos y, en un imaginario escenario de derrota, desde ahorita anticipen manifestaciones y demás actos violentos, con un mensaje de que se “soltará el Tigre”, donde lo previsible es que estén hablando de grupos vandálicos que se caracterizan por provocar el desorden, cobijados en el anonimato que les da una capucha, un pasamontañas o un pañuelo que les cubre la mayor parte de sus rostros.
En ese contexto de la violencia que sufre el país, seguro habrá quien, a 47 días de días de nuestro más avanzado acto de democracia, las elecciones, haya quienes desde ahora ya se froten las manos para salir a las calles a protestar por lo que no pudieron ganar en las urnas, pero aunque así lo hagan desde ahora la mayor parte de la población debemos unirnos para rechazar es otra violencia, y aunque aleguen que es por la democracia, lo que a distancia se ve es que quienes comulgan con esos ideales se han preparado para eso: La confrontación.
En la última semana hemos recibido malas noticias y estas tienen que ver con la violencia contra la clase política, aquella que desde hace varios meses este tipo de acciones se asemejan más a actos de la delincuencia organizada y no a diferencias de tipo ideológico, por eso nuestra alerta, por eso nuestro temor, por eso debemos cerrar filas por la democracia, por el derecho a ser votado, por el sufragio libre, por la libre manifestación de las ideas, por nuestro amor a México.
Abel Montúfar, aspirante del PRI a una diputación por Guerrero; Adiel Zermann, candidato de PES, PT y Morena a la alcaldía de Tenango del Aire, estado de México, y José Remedios Aguirre, candidato de Morena en Apaseo del Alto, Guanajuato, son algunos de los nombres que con sus muertes han cimbrado a la clase política, y entre la población ha generado miedo y temor, por eso nos sumamos al llamado para que todos juntos se encuentren soluciones a las diferencias políticas, sin agresiones, sin llamados a la violencia.
Señores de la política, no le pongan pretextos a los violentos, asuman su responsabilidad y desde ahora todos juntos busquen salidas democráticas a sus diferentes visiones o proyectos políticos, todos juntos generen confianza para que la ciudadanía en general salga a votar sin temor a ser cuestionados o agredidos, dejen que en plena libertad y estricto apego a su derecho voten, y reconozcan al ganador, porque en democracia se gana o se pierde hasta con un sufragio.
Eso es lo deseable el día primero de julio, un día de cordialidad y tranquilidad para las familias, un día de democracia, un día de libertad, eso queremos también en los días previos y después, todo menos violencia.
VA MI RESTO.- Ante la pesadilla de la violencia, nos quedamos con dos tesis, una del prestigiado académico José Woldenberg, de su libro “Violencia y política”, quien la escribió para referirse al conflicto chiapaneco de 1994 pero que la idea es válida para cualquier otro lugar donde hayan expresiones de violencia: “La violencia no es un expediente de la política sino la negación de la política. Atajarla, desactivarla, no concederle ninguna virtud curativa, es una tarea de todos”.
La otra, del libro Rojo: Del asesinato político en México, de Clara Guadalupe García, donde al presentar el libro, el jurista Luis de la Barreda Solórzano, señala que la política tiene entre sus objetivos evitar que se llegue a circunstancias sociales extremas, mediante sus vías características: el sufragio, las decisiones parlamentarias, la consulta a los ciudadanos, etcétera y, así, dejar a un lado términos como derribar, vencer, derrocar, que de alguna manera son vocablos simbólicos del uso de la violencia. Así, con esa ideas, deseamos que el primer domingo de julio sea un día para hacer política, política y más política, y hasta ahí porque como veo, doy.