Alevosía criminal
¬ Augusto Corro jueves 10, May 2018Punto por punto
Augusto Corro
La criminalidad crece incontenible. Nadie se escapa de ser víctima de la delincuencia.
El domingo, una mujer policía auxiliar fue asesinada a mansalva por un asaltante en la Central de Abasto (Ceda). El video del homicidio fue subido a las redes. Se ve en la grabación, como el maleante, tras robar a uno de los clientes, se dirigió a la oficial para ultimarla a balazos.
La muerte de la representante de la ley demostró, una vez más, que la inseguridad es uno de los problemas principales que padecen los capitalinos. No hay respeto para nadie. Los delincuentes actúan impunemente, porque saben que nadie los llevará ante la justicia.
Nadie toma en cuenta a la autoridad. Ni hampones ni la misma sociedad. Es, pues, difícil el papel de los uniformados.
¿Qué se puede hacer para vivir en paz? ¿En armonía? La pregunta es compleja. Sin respuesta.
El gobierno capitalino de Miguel Ángel Mancera estuvo plagado de errores y uno de éstos, la inseguridad, no fue tratada con ganas de erradicarla.
Por ejemplo, los policías tienen sueldos miserables, que los obligan a conseguir algo de dinero extra con abusos de autoridad.
Se informó que la oficial ultimada, Margarita Rivera, ganaba 7 mil pesos mensuales, a pesar de llevar 17 años de policía.
La policía abatida dejó en la orfandad a un hijo. Las autoridades se comprometieron a brindarle educación y cuidados, que no cumplirán.
En lo que va del presente año, diez elementos fueron asesinados en confrontaciones con el hampa y otros 15 resultaron heridos.
Algún día, alguien tendrá que empezar a resolver el problema de la inseguridad que nos aqueja a quienes vivimos en la Ciudad de México (CDMX).
En el presente, no sólo la sociedad civil, también los policías, tendrán que pagar su cuota de sangre a los criminales.
El presunto asesino de la oficial, responde al nombre de Tiburcio “N”, de 30 años. Fue capturado el lunes cerca de Amecameca. Formaba parte de la banda de asaltantes conocida como “Los Oaxacos”.
NO CEDE LA VIOLENCIA
La violencia en Guerrero ensombrece la lucha política. El martes se informó del asesinato de Abel Montúfar, priísta, candidato a diputado local.
Suman 18 políticos abatidos de septiembre a la fecha, en aquella entidad, luego de iniciar el proceso electoral.Montúfar estaba amenazado y sabía que le preparaban un atentado. Las amenazas se cumplieron y el aspirante a legislador fue encontrado sin vida en su camioneta en el bulevar Coyuca de Catalán-Ciudad Altamirano.
El hecho cruento es uno más de la cadena de atentados que tiene aterrorizados a los guerrerenses.
Por cierto, en México, desde el inició la contienda electoral van más de 80 políticos asesinados, entre candidatos que aspiran a cargos de elección popular. Pocos estados se salvan de la violencia contra los políticos; pero sin lugar a dudas, Guerrero es la entidad que encabeza el número de ataques mortales contra los candidatos, sin distinción de partido.
Además de las muertes derivadas del enfrentamiento político, en aquel estado se libra una lucha entre las autoridades y la delincuencia organizada que se dedica a la producción de opio.
La guerra entre los cárteles de la droga y éstos contra los representantes de la ley ofrecen un panorama aterrador de personas muertas y desaparecidas. Una historia de violencia a la que no se le ve fin.
REMAR CONTRA EL TIEMPO
Algo debe tener el nuevo líder del PRI, René Juárez Cisneros, que con el tiempo encima, fue designado para dirigir al tricolor en la recta final rumbo a las elecciones y a sacar a su candidato José Antonio Meade Karibreña, del tercer lugar donde se encuentra, de acuerdo con la lista de los aspirantes presidenciales.
Desde luego, la estrategia de Juárez Cisneros tendrá que aplicarse ya con el mayor ingenio posible; porque no es fácil arrastrar una imagen deplorable como partido político desde hace mucho tiempo y cambiarla en menos de dos meses.
En un principio, el aspirante presidencial priísta debió asumir una actitud real de alejamiento del partido, como acción obligada, necesaria. No identificarlo con el Revolucionario Institucional y su carga de corrupción.
¿Qué ocurrió? En cuanto se registró la designación, Meade Karibreña les dijo a los priístas: “Háganme suyo”. Vaya error”. Ese error le impidió al abanderado priísta manejarse sin la sombra del tricolor y su carga de errores y desprestigio.
Al cuarto para las doce, el líder Juárez Cisneros tendrá que echar mano hasta de lo imposible para relanzar la campaña de Meade Kuribreña, que, sinceramente, no se ve cómo hacerlo. Seguro que se recurrirá a la experiencia de otros dinosaurios priístas en horas aciagas.