Salinas, un ejercicio necesario
Roberto Vizcaíno lunes 13, Dic 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El hecho de que en este nuevo trabajo cuestione la calidad moral, ética, académica e ideológica de un grupo de reconocidos intelectuales y periodistas hará más dura la reacción contra el expresidente
El nuevo libro del ex presidente Carlos Salinas tiene nada más y nada menos que 975 páginas. Sólo verlo invita a no leerlo. ¿Con tal volumen quién le entra a tamaño ladrillazo? Únicamente alguien interesado en el análisis y las revelaciones de este tan vilipendiado e incomprendido, como preparadísimo, inteligente, experimentado e informado personaje.
Confieso que soy uno de esos.
Es obvio que “Democracia Republicana” –que así es el título de este nuevo libro-, no será un best-seller. Nada popular, ni de lectura masiva.
Es una lástima que Salinas, con su extraordinaria inteligencia, no pueda escribir libros para la mayoría de los mexicanos.
Lo digo en serio. Es importante que nuestros personajes políticos y de poder escriban libros, participen en programas de radio y televisión, y ahora acudan a las redes sociales tan masivas como facebook o twitter.
Este ejercicio de comunicación masiva es sumamente útil para fortalecer la democratización de una sociedad. Eso ha ocurrido en otras latitudes.
Pero desgraciadamente nuestros políticos no escriben. De ahí que el caso de Salinas provoque tanto revuelo.
Hay que decir que independientemente de su tan mala fama, este ex presidente es, a sus 62 años de edad, es un político en plenitud física, intelectual y jurídicamente hablando. El libro lo demuestra.
Ni qué decir que es uno de los hombres de poder más preparados académica e intelectualmente que haya tenido México.
De ahí que no hay que desdeñar lo que reflexiona. Basta leer la primera página de este nuevo libro para advertir que Salinas nos está recomendando poner más atención a lo que ocurre hoy en nuestro país.
La frase inicial resume todo, pero lo que continúa no es menos importante. Evalúe:
“México está en peligro. Hoy, la soberanía de la nación, la libertad y la justicia se ven seriamente amenazadas, incluso en riesgo de desaparecer. De ese tamaño es el trance por el que atraviesa el país
“A lo largo de la historia, México ha sufrido severos golpes en contra de su integridad y soberanía. En el alba del bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución, la nación vuelve a enfrentar retos formidables que provienen tanto del interior de su territorio como más allá de sus fronteras.
“Mientras se redactan estas líneas, la violencia interna destruye a diario vidas y familias. Al mismo tiempo, la debilidad de la economía cancela empleos y abate patrimonios, en tanto el número de mexicanos en condiciones de pobreza aumenta y afecta a casi la mitad de la población. En nuestros días, las cifras de la pobreza en México son tan grandes como inaceptables. Dramática, cotidianamente se borran las certezas construidas a lo largo de muchas décadas de trabajo esforzado. Instituciones que habían logrado consolidarse poco a poco se resquebrajan. Los mexicanos viven una democracia disminuida. La presencia internacional del país, alguna vez destacada, se ha vuelto irrelevante. El deterioro nacional es evidente.
“Para la mayoría de los mexicanos los tiempos que corren son de ansiedad, incertidumbre y temor. Para mediados de 2010, más de la mitad de los mexicanos consideraba que la situación del país había empeorado en relación con el año previo, mientras que el 76% se declaraba insatisfecho ante las perspectivas generales de la nación.
“La adversa realidad interna y la crisis internacional representan un enorme riesgo. Y, dada nuestra vecindad con los Estados Unidos, la nueva Roma, los amagos contra la soberanía y las posibilidades de que la crisis persista entre nosotros son grandes. Para los mexicanos esta perspectiva resulta inadmisible. Hay que luchar para que no se materialice”.
Así los primeros 5 párrafos de su introducción que suma 40 páginas, son sin duda una importante y grave alerta para todos los mexicanos.
Sería muy importante que Salinas nos dijera con claridad de dónde él ve que surge este peligro. Lo pregunto porque desde hace algunos meses hay comentarios en las cúpulas de que Calderón podría estar preparando un fujimorazo. Es decir, la desaparición del Congreso y el establecimiento de un estado de excepción.
¿Salinas también ve… o sabe algo de esto? ¿O es algo distinto?
Es una lástima que, como ha ocurrido con sus libros anteriores, este vaya a servir para lanzar una nueva campaña de descalificaciones contra el ex presidente, antes que responderle con un análisis y un debate respecto de sus contenidos y afirmaciones.
El hecho de que en este nuevo trabajo cuestione la calidad moral, ética, académica e ideológica de un grupo de reconocidos intelectuales y periodistas hará más dura la reacción contra el ex presidente.
Por lo pronto estaremos atentos al todo y en este espacio comentaremos algunas otras partes del contenido de este nuevo libro.
CALDERÓN, INCONGRUENTE: La semana anterior se cerró con dos graves acontecimientos: el uso del PAN de su mayoría en el Senado para echar atrás una nueva Ley de Competencia que daría vida a organismos reguladores del Estado, autónomos de la Presidencia de la República en turno, y la agudización del enfrentamiento del senador Manlio Fabio Beltrones con el presidente Felipe Calderón por esta causa.
No sólo en el Senado mismo, sino al día siguiente en al menos el noticiario de Carmen Arístegui a donde acudió para ser entrevistado, el coordinador de los senadores del PRI y presidente del Senado, acusó a Calderón y algunos de su equipo de haber presionado a legisladores para reventar esa ley de competencia prevista para acotar y evitar monopolios y oligopolios en México. Fue, dijo, una intervención inadecuada de un poder en otro, agregó.
Luego, de su oficina (la de Beltrones, por supuesto) surgió el siguiente texto con el cual se puntualiza el sentir y pensamiento del sonorense y su bancada.
“México pierde sin la autonomía de los órganos de regulación económica y pierden los consumidores… No podemos seguir en la simulación de órganos reguladores que se dicen independientes, se prestan al abuso y toleran mercados oligopólicos que afectan la competitividad del país, al retrasar el avance tecnológico y elevar los precios para el aparato productivo y los consumidores…
“Por ello habremos de proponer una reforma constitucional que garantice la autonomía de los órganos de regulación económica y la seguridad jurídica de los sectores productivos, así como la capacidad del Estado para promover el desarrollo económico, la generación de empleo y el interés público.
“Se trata de avanzar en la modernización del país con órganos de Estado y tribunales independientes y especializados que garanticen una regulación transparente, imparcial y predecible de los mercados. Esta es una condición necesaria para volver a crecer, atraer inversiones productivas y generar oportunidades de empleo… (pues) no podemos seguir en la mediocridad y en una simulación que raya en el cinismo, porque hace caso omiso de las mejores prácticas internacionales, de las recomendaciones de organizaciones nacionales e internacionales y de las promesas de campaña electoral.
“Son falsos los argumentos en cuanto a que un órgano descentralizado y autónomo perdería autoridad; por el contrario, tendría mayores facultades para cumplir su cometido, ya que no dependería de decisiones discrecionales emanadas del Ejecutivo en turno.
“Iremos al fondo del asunto, a una reforma constitucional que ponga orden en los órganos de regulación económica. Insistiremos en legislar con visión de Estado para generar normas que promuevan la transformación de México, protejan los derechos de los consumidores y nos ayuden a salir del estancamiento económico”.
En el fondo de este debate e irritación de la principal oposición legislativa y política al presidente Calderón, está un hecho: que el actual mandatario no quiere que se modifique la estructura legal de los órganos reguladores bajo su control, porque así le dejaría “sembrados” al siguiente Presidente de la República los principales nombramientos en la Comisión Federal de Competencia (Cofeco), la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), para mantener el control de prebendas y concesiones a favor de sus aliados.
Y como todo indica que el siguiente sexenio lo encabezará un priísta, pues la confrontación apenas comienza.
Por eso Beltrones ya se la cantó a Calderón. En pocas palabras le ha dicho que sabe lo que quiere hacer, y que no lo van a dejar hacerlo. Así de simple.