Del arroz cocido de AMLO, al aún no está decidida, de El Universal
Roberto Vizcaíno miércoles 2, May 2018Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Al iniciar el segundo mes de 3 de la campaña presidencial, los porcentajes tan variables como inciertos de las encuestas chocan y se desmoronan frente a las proyecciones de los cuartos de guerra de los candidatos, lo que mantiene en vilo a las percepciones de los ciudadanos que no saben si es cierto que este arroz ya se coció, como dice Andrés Manuel López Obrador, o si nada está decidido aún como afirman los analistas de El Universal.
Lo único cierto en esta, como en otras elecciones, es que, mientras no haya votos de por medio, no hay ni ganador ni perdedores.
Sin embargo la arrogancia del tabasqueño está ya tan inflada, que afirma que ya va tan arriba en las preferencias electorales de los mexicanos, que ni siquiera juntos Ricardo Anaya y José Antonio Meade le pueden ganar.
La cubetada de agua fría le llegó a él y a sus seguidores desde las páginas de El Universal, diario que dio a conocer un análisis de variables que colocan al tabasqueño ciertamente arriba, pero no ajeno a una posible derrota.
Y como su inmediato contendiente no a Ricardo Anaya, sino a José Antonio Meade.
Así, bajo el cabezal: Elección (presidencial) aún no está decidida para nadie, el diario más antiguo de México advierte:
“A menos de 10 semanas de efectuarse la elección constitucional, Andrés Manuel López Obrador se sostiene como el candidato opositor a vencer. Ricardo Anaya y José Antonio Meade no logran constituir un competidor creíble frente al tabasqueño, quien tiene ventaja en el imaginario social, político y empresarial de México y en las encuestas nacionales.
“(Pero) En nuestro índice se evalúa la eficacia de las estrategias de candidaturas y campañas presidenciales y se predice sus estados actuales, en un momento en el que se atraviesa 50% del valor global de esta elección presidencial —de noviembre de 2017 hasta el momento del primer debate constitucional—, por lo que la disputa por la Presidencia de la República sigue siendo un proceso abierto a eventos, alianzas, debates constitucionales y nuevos acontecimientos sociopolíticos, que serán valorados por quienes votarán el 1 de julio”.
Después de ello el grupo de analistas del diario coloca ante sus lectores 13 variables esenciales que, afirman, determinan una elección.
El grupo, integrado por profesionales de varias disciplinas, aplica un valor de cero a 6 para cada variable y para cada uno de los 5 candidatos, así como diversos factores que pueden atribuirse en beneficio o perjuicio de cada candidatura.
El resultado es que los elementos interaccionan para dar márgenes reales de posicionamiento de cada uno de ellos frente a los electores.
Sin duda un nuevo método de evaluación electoral que va más allá de las simples e inciertas encuestas.
El grupo de analistas explica que en su evaluación se toman en cuenta: las cualidades políticas, tácticas y narrativa de comunicación política, el desempeño en debates y post debates; el peso específico de factores fundamentales de una campaña presidencial: imagen y evaluación del desempeño presidencial y gobierno en turno, comportamiento del voto electoral en elecciones presidenciales precedentes, estado de la economía y la seguridad, eventualidad de una recesión económica, elecciones locales, estatales y legislativas asociables; así como la estrategia general y de comunicación política de presidenciables: la intervención presidencial, la trayectoria y actualización de narrativas sobre sí mismos y sobre los demás, la emergencia o confirmación de nuevos actores sociales, el comportamiento de actores y líderes del país e internacionales.
La evaluación inició en noviembre de 2017 y va hasta fines de marzo de 2018.
El resultado: AMLO llega a 33.88%; José Antonio Meade 24.36% y Ricardo Anaya 22.48%. Nadie que rebase la mitad más uno. No hay, pues, mayorías absolutas. Y eso significa que a 60 días de la elección, cualquiera de ellos puede ganar.
Y hay que ver que faltan 2 debates. Y lo más fuerte del golpeteo de las campañas.
En el escenario está, dicen los analistas de El Universal:
Un desgaste de Ricardo Anaya por el asunto del lavado de dinero y la aparición del factor internacional en este tema.
A Meade, que simplemente no sube ni con royal, le benefician sin mayores consecuencias las adhesiones de personajes (Armando Ríos Piter y Silvano Aureoles) a su causa.
Mientras, López Obrador oscila entre las burbujas de las encuestas, que al parecer lo embriagan al exceso, y las descalificaciones y los descontones que se atiza él mismo y que le propinan los suyos, como lo de su amado escritor de cabecera Paco Ignacio Taibo II quien todavía gana y ya imagina una ola de expropiaciones de empresas y fábricas a lo Hugo Chávez.
Igualmente cuenta, se indica, un posible impacto por su no adecuada interlocución con las élites empresariales a partir de su persistencia en cancelar la reforma energética, la construcción del nuevo aeropuerto capitalino y por su propuesta de amnistía a delincuentes.
Todo ello, se indica, advierte un posible reposicionamiento de Meade “pudiendo construir un escenario de competitividad frente a López Obrador, cuya cuesta política estará asociada a la credibilidad de su consolidación”.
Y se agrega:
“En su beneficio político puede sumarse la crisis del tabasqueño y Slim-empresarios, la incipiente rehabilitación de la imagen del Presidente (Enrique Peña Nieto) frente a Donald Trump en el contexto de despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México y el marco de la no suspensión del TLCAN por el presidente de EU hasta ahora, así como la suma de Armando Ríos Piter y Silvano Aureoles a la campaña previa al primer debate constitucional”.
En este interesante ejercicio de evaluación intervinieron, indica el diario: para los estudios retrospectivos de la consultora Meeser (Bárbara Meeser y Arnoldo Leyson), en el diseño de imagen de la maestra Carolina Rosales, además de Emerson Tinajero y el doctor Francisco Javier Jiménez Ruiz, ambos de la UNAM.
Ya veremos el 1 de julio qué tan efectivo es este nuevo método.
Cierre con reclamos y disculpas
Los diputados federales de la oposición estaban el lunes que nada los enfriaba en sus reclamos a los senadores.
Uno a uno los coordinadores de las fracciones de la oposición en San Lázaro que subieron a tribuna a presentar su resumen del cierre de período, no dejaron de exigirles a sus contrapartes en el Senado no haber podido sacar adelante el dictamen aprobado por los diputados respecto a la desaparición del fuero.
Desde su trinchera de Insurgentes y Reforma, los senadores Emilio Gamboa, coordinador del PRI y Ernesto Cordero, presidente de la Cámara alta, aceptaron que el trámite de la anulación del fuero deberá abordarse en un período extraordinario a realizarse en julio o agosto próximos.
Gamboa rechazó la acusación hecha por el coordinador de los diputados del PAN, Marko Cortés, quien lo responsabilizó de haber congelado el dictamen de anulación del fuero.
El coordinador de los senadores del PRI le pidió a Cortés ver los argumentos del constitucionalista Diego Valadés, quien advierte en lo aprobado por los diputados muchas inconsistencias que no deben ser aprobadas por los senadores.
Así las cosas todos se fueron al último receso de la presente legislatura.
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