Paz muy lejana
¬ Augusto Corro lunes 13, Dic 2010Punto x Punto
Augusto Corro
El crimen organizado se extendió en México y sus tentáculos aparecen por todas partes. En la política tenemos como muestra al diputado Julio César Godoy Toscano, quien se encuentra amparado contra las acciones de la Procuraduría General de la República. El legislador es acusado de presuntos vínculos con el cártel de La Familia Michoacana.
Es posible que en estos días, la Cámara de Diputados lo someta a juicio político para definir su situación como legislador de uno de los estados más conflictivos por la presencia del crimen organizado. Ahí, como en otros sitios del país, creció la delincuencia, sin límites, y al gobierno se le dificulta erradicarla. Por ahora, en esa entidad, la fuerza pública se encuentra, impotente, en un laberinto de violencia y muerte. El problema se agudizó y en una razzia histórica, el gobierno federal aprehendió a decenas de funcionarios públicos, entre ellos a presidentes municipales, como presuntos delincuentes metidos en el narco.
Luego de varios meses en prisión, los acusados fueron puestos en libertad, porque los jueces no les encontraron responsabilidad alguna. Sin embargo, siguió abierto el expediente de Julio César, quien participó como candidato perredista a diputado federal. Ganó la elección y a escondidas se presentó en San Lázaro a rendir su protesta. Todo un escándalo.
El otro asunto es el de Servando Gómez Martínez La Tuta, resulta que el presunto narcotraficante cobraba como maestro en Michoacán y nadie se atrevió a excluirlo de la nómina. El descuido de las autoridades estatales permitió la presencia de ese delincuente, señalado como uno de los principales capos de La Familia Michoacana, en las filas del magisterio.
Y surge la pregunta: ¿en qué actividades se desenvuelven los narcos? ¿Hasta dónde llegan sus tentáculos? En su precipitación bélica, las autoridades no contemplaron que el narco ya tenía ramificaciones en todas partes y en todos los sectores sociales. No era suficiente el enfrentamiento con las armas. Se necesitaba una estrategia inteligente e integral, pues de otra manera, lo único que se hace es podar al crimen organizado, que luego reverdece con mayor ímpetu.
Durante los hechos violentos registrados en los últimos días en Michoacán, pereció uno de los principales líderes del cártel de La Familia Michoacana, Nazario Moreno González El Chayo o El Más Loco. También murieron policías y civiles. ¿Y ya se terminó el problema? De ninguna manera, falta capturar a otros capos, entre ellos a La Tuta y a sus jefes. ¿Qué precio tendrá que pagar la sociedad michoacana por la cabeza de los líderes de la delincuencia que aún falta por capturar? ¿Cuándo volverá la tranquilidad a aquella región? La paz se ve muy lejana.
UN SOLO CANDIDATO
La izquierda mexicana deberá participar con un solo candidato en las elecciones presidenciales del 2012. Este es el sentir de escritores, funcionarios y líderes que comulgan con esa forma de pensar. La idea es buena ¿y?…
La interrogante surge porque cada vez será más que imposible que los grupos de la denominada izquierda mexicana lleguen a un acuerdo. ¿Quién va a convencer a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para que decline a favor de Marcelo Ebrard o este decida apoyar al tabasqueño, finalmente? ¿El mejor posicionado de ambos será el candidato? El tiempo tiene la respuesta. Lo que ocurre actualmente presenta una situación muy difícil. Casi sin solución.
Para empezar en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no logran ponerse de acuerdo para renovar su dirigencia. Jesús Ortega el Chucho mayor no quiere soltar el hueso y dice que permanecerá en la presidencia perredista hasta el próximo mes de marzo. En esa fecha ya estará decidido quién será el candidato de esa organización a la gubernatura en el Estado de México. La pretensión de Jesús Ortega es la de aliarse con el Partido Acción Nacional y presentar a abanderado común en las elecciones estatales.
Negarse a dejar la presidencia perredista provocó un franco distanciamiento entre los chuchos y los lopezobradoristas que ya tienen a su propia candidata para esa justa electoral que representará al Partido del Trabajo (PT), donde AMLO ejerce su liderazgo. El PT rechazó cualquier alianza en la entidad mencionada.
Así la división de la izquierda se ve irreconciliable. Definitivamente, AMLO es enemigo de las alianzas y Marcelo Ebrard las apoya. Surgen pues, posiciones irreconciliables. En la tertulia, el perredista Martí Batres señaló que si el PRD va con una alianza en las próximas elecciones, “el partido se va a dividir y muchos nos vamos a ir”.
En general, la situación de la izquierda mexicana es complejísima y los principales obstáculos para llegar a la unidad se encuentran en el sinnúmero de tribus que la conforman. En el interior de las organizaciones políticas se encuentran las diferencias imposibles de superar. Los perredistas perdieron el rumbo. Les pasó lo mismo que a los panistas. En cuanto probaron las mieles del poder se convirtieron en políticos ambiciosos que solo buscan satisfacer sus intereses personales. Convirtieron a sus partidos en cotos de poder, en los que los amos son los mismos de siempre.
Colocaron murallas alrededor de los liderazgos que nadie puede flanquearlas. Basta revisar la lista de los dirigentes izquierdistas para saber que son los mismos de siempre. Son aquellos vivos que lograron juntar a incautos o necesitados y por medio de engaños los convierten en militantes de izquierda. Las viejas prácticas políticas continúan vigentes como son: el chantaje, el engaño y el abuso.
Y los líderes no se dignan a descender de su pedestal para analizar cuál es la verdadera condición de los militantes de izquierda que no varía en modo alguno, pues son los acarreados de siempre, para los que un voto vale una torta o un refresco. Se trata de una militancia abandonada. Nadie se preocupa por ellos. La lucha por el poder se libra a nivel de cúpulas, que es donde se deciden las estrategias. Los militantes de la izquierda, como los priistas o panistas sólo sirven para cumplir su función de acarreados. En la izquierda mexicana se encuentra en la lona y sus problemas no son únicamente los relacionados con las alianzas.