Política y crimen
¬ Augusto Corro lunes 30, Abr 2018Punto por punto
Augusto Corro
La espiral de violencia se encuentra presente en la temporada electoral, marcada como una de las más sangrientas en México.
Alrededor de 80 aspirantes a cargos de elección popular, alcaldes, ex alcaldes y regidores fueron asesinados por sus adversarios políticos y sicarios de la delincuencia organizada.
En algunos estados, la lucha por el poder va más allá de los discursos para terminar con la vida de los oponentes.
También las organizaciones criminales participan en los crímenes contra los políticos que se niegan a asociarse con la delincuencia y a cumplir sus órdenes.
En algunas entidades la violencia se encuentra relacionada con los narcos, en otras con los huachicoleros y también con los caciques locales.
Guerrero es uno de los estados, donde las precampañas electorales registraron el mayor número de políticos agredidos. El gobierno estatal elaboró un mapa de riesgos para los aspirantes a cargos de elección popular.
La pregunta es si esa orientación para los candidatos será suficiente para su sobrevivencia en una región donde el crimen organizado es incontrolable.
Todos los partidos políticos, incluidos candidatos independientes, registraron bajas en sus filas.
Conforme se acerca la fecha de las elecciones podrían incrementarse los crímenes vinculados con la política, según opinión de los analistas.
EL TRIPLE HOMICIDIO
El caso de los tres estudiantes de cine secuestrados, torturados, asesinados y diluidos en ácido ocupó por varios días un lugar importante en los medios de comunicación. Se informó sobre el terrible hecho y de las manifestaciones de protesta por el asesinato de los universitarios.
Ante el repudio de la sociedad mexicana a ese acto de barbarie, las autoridades se comprometieron a no cerrar el expediente de la investigación. Entiendo que se trató de una declaración para salir del embrollo.
Porque en la realidad el asunto se archivará y tanto los representantes de la ley como los criminales le apuesta al olvido, a que en unos cuántos meses, ya nadie se acuerde de ese hecho aterador.
Javier, Jesús y Marco no merecían esa muerte. Lo que les sucedió es una acción que se repite en varias regiones de México. Los jóvenes son las principales víctimas. ¿Quién va a salvar a los jóvenes de la muerte?
Las autoridades están cruzadas de brazos. Lo saben muy bien los delincuentes por eso cometen esos crímenes atroces. Nunca serán castigados. Los verdaderos asesinos gozan de impunidad.
Dos presuntos homicidas de los estudiantes fueron detenidos por la policía. Uno de ellos es un rapero identificado como Omar “N”, un representante que nos habla de un sujeto antisocial. Confesó que se encargó, por tres mil pesos, de diluir a los estudiantes en ácido.
Nadie se molestó en investigar el porqué del mensaje criminal de Omar “QBa” que entusiasmaba a miles de seguidores; a una sociedad en condición de escuchar, sin inmutarse, temas de drogas, delincuencia y ejecuciones. El rapero trabajaba para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y, según dijo, en varias ocasiones diluyó cuerpos humanos en ácido, pero fue ahora, cuando la policía lo capturó.
LA ESTRATEGIA DE SU ESPOSO
Margarita Zavala de Calderón, esposa del impresentable Felipe Calderón, dijo que de llegar a Los Pinos, continuaría con la política de su esposo en materia de seguridad.
Es posible que este tema no fue tratado con amplitud con sus asesores políticos, o estos de mala mal aconsejaron a la señora o ella no quiso escucharlos.
Porque en una reunión en la Universidad de las Américas Puebla, no anduvo con rodeos al manifestar su apoyo a la política de continuidad en la guerra fallida contra el narcotráfico.
Sin duda, esas irreflexivas palabras le restarán votos, porque el país padece los efectos de un combate a la delincuencia, en el que las autoridades participaron sin una estrategia que les brindara resultados positivos.
Esa lucha, que también siguió Enrique Peña Nieto, ensombreció a México pues son miles de muertos, desaparecidos, viudas y huérfanos, producto de esa guerra que nadie sabe cuándo terminará.
Lo grave de la situación es que algunos cárteles de la droga se dividieron y optaron por practicar otros tipos de delitos, pues además de la narcodelincuencia, se dedicaron a la trata, a los secuestros y las extorsiones, etc.
La señora de Calderón con el pronunciamiento de continuidad en la política de seguridad de su marido, debe tener la certeza de que no votarán por ella las miles de personas que perdieron a algún familiar en la mencionada guerra fallida contra la narcodelincuencia.