¿Votar con enojo?, ¿votar con el estómago?
¬ José Antonio López Sosa lunes 30, Abr 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
En una de las retóricas que parecieran el colmo del cinismo, el Presidente de la República exhorta a la población a evaluar a los candidatos y no votar con el estómago.
Lo dice quien ofreció un proyecto de nación que no ha cumplido ni de cerca.
Hay voces que también piden a la ciudadanía no votar con enojo. ¿De qué se trata pues?
El enojo social no es producto de la casualidad, no está relacionado con alguna campaña política (como sí quieren relacionar el miedo con las campañas actuales, para dirigir el voto hacia uno u otro lado), es simplemente por los pésimos resultados que la clase política ha dado a la ciudadanía.
¿Por qué el candidato de Acción Nacional se sumió al tercer lugar en las elecciones de 2012?,
¿Por qué el candidato del Partido Revolucionario Institucional va en tercer lugar de las encuestas en este proceso electoral?.
Es más que evidente la razón: ni el presidente Calderón en aquel momento, ni hoy el presidente Peña Nieto han logrado cumplir y convencer con su ejercicio de gobierno a los mexicanos.
Piden reflexionar como si votar contra la continuidad de sus partidos (en 2012 el PAN, en 2018 el PRI) fuese una condena para nuestro país, ¿qué no lo ha sido en los últimos doce años?, ¿vivimos mejor?, ¿nuestro poder adquisitivo mejoró?, ¿la seguridad mejoró?, ¿el tejido social se recompuso?, ¿el crimen organizado salió de la escena ciudadana?, ¿se controló y erradicó la corrupción y la impunidad?, ¿hay más y mejores empleos?, ¿hay mayor seguridad para nuestras familias?, en fin, esas preguntas debiera hoy día planetearselas a sí mismo, a su partido y a su equipo el presidente Peña, en lugar de lanzar esas advertencias pueriles para que la gente no vote con el estómago.
Este sexenio, pareciera haberse ejecutado con el intestino grueso, ni siqueira con el estómago. Lo digo como diagnóstico, no como insulto.
Si la gente está enojada hoy, es por culpa de la clase política, no hay más.
Ahora que asuma su responsabilidad.