Distracciones
Ramón Zurita Sahagún jueves 19, Abr 2018De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Parece que nadie frena a Andrés Manuel López Obrador, sin importar la vociferación y el que como lo llamen sus adversarios, sea Peje, López o Lopitos.
Curioso, pero cada vez que sus adversarios enfocan sus baterías en forma conjunta en su contra, elementos providenciales aparecen que distraen la atención y, Andrés Manuel López Obrador, sale airoso del trance.
La fortuna parece haberlo tomado de la mano y sin importar que unos y otros lancen sus dardos en contra, AMLO hace suyo el andar de El Quijote y deja que los perros ladren.
Parece que nadie lo frena, sin importar la vociferación y el que como lo llamen sus adversarios, sea Peje, López, Lopitos o la forma en que se refieren a él.
Apenas se encontraba en la vorágine de su confrontación con Carlos Slim y la construcción del nuevo aeropuerto, cuando nuevos temas distraen la atención de quienes esperan que el candidato de Morena baje en las preferencias.
Varios pensaron que las posiciones de uno y otro sobre la construcción o suspensión del nuevo aeropuerto traería el sosiego al tema y que la presencia del empresario y el respaldo a esta obra sería el aliciente necesario para frenar la discusión, pero las cosas quedaron igual.
De ahí que, sin ser cosa del otro mundo, la contratación de una avioneta para trasladarse de un sitio a otro lejano, parecía el tema fundamental que acarrearía consecuencias al abanderado de Morena, ya que una de sus críticas era el uso de aviones y helicópteros privados por parte de servidores públicos y políticos.
El tema daba lo suficiente para iniciar la cacería contra el puntero, pero la súbita aparición de una encuesta en la que saca más de 20 puntos al segundo lugar, trajo tranquilidad al equipo de AMLO y a él mismo.
La distancia entre primero y segundo lugar se hace más larga y contrasta notablemente con las campanas al vuelo lanzadas por los componentes del Frente por México (PAN.PRD y MC) un día antes, ya que el mismo medio (Reforma) había publicado una levantada entre jóvenes universitarios de 15 casas de estudio, en las que Ricardo Anaya sacaba dos a uno a López Obrador.
El universo restringido de entrevistados generó confianza entre los seguidores del ex dirigente nacional del PAN, los que consideraron que solamente era cuestión de apretar el paso, para dar alcance al puntero.
Sin embargo, la nueva encuesta, muestra que AMLO no alcanza todavía su techo y que el crecimiento de su candidatura pudiese llegar, tal vez, hasta el 50 por ciento.
Es cierto que el domingo se celebra el primer debate y de acuerdo al resultado del mismo, las cosas podrían cambiar, mejorando o empeorando, según el cristal de cada quien.
Las encuestas, es cierto, no son definitorias, ni siquiera se parecen a las cifras reales, aunque si se acercan a una tendencia, la que puede cambiar, conforme a los tiempos cercanos o lejanos de la elección.
En este caso, lo que llama poderosamente la atención es que en ninguna de ellas el puntero deja de ser López Obrador, con todo y los ajustes que, en algunos casos, se hacen para favorecer a otros de los contendientes.
Abundan las encuestas, sondeos y vaticinios sobre el probable resultado electoral, pero las de mayor seriedad mantienen al tabasqueño a la cabeza y, aparentemente, nada haría cambiar la voluntad de aquellos que ya tomaron su decisión de votar a favor de alguno de los candidatos.
La encuesta de Reforma establece en varios rubros que el más confiable, más cercano a la gente y más capaz para gobernar sería el tabasqueño, el que sería también una segunda opción para votar entre los seguidores de los otros candidatos.
En contraste otra encuesta, publicada por el diario La Razón considera que la distancia entre primero y segundo lugar, entre población abierta favorece al mismo AMLO, pero solamente doce puntos de diferencia con el abanderado del PRI, José Antonio Meade y catorce sobre el nominado por el Frente por México, Ricardo Anaya.
Lo curioso de esta encuesta es que trae su propio sondeo sobre la opción que tomarían los indecisos y establecen que la gran mayoría votaría en un 36 por ciento por el postulado por el partido tricolor, José Antonio Meade y solamente un 15 por ciento lo haría por AMLO.
En medio de ellos, Ricardo Anaya contaría con el respaldo del 29 por ciento de los indecisos.
Orden en el debate
Quedó listo el orden en que participarán los candidatos presidenciales en el primer debate, que tendrá lugar el próximo domingo 22 de abril.
Iniciará Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, El Bronco; seguirá Andrés Manuel López Obrador, luego Ricardo Anaya Cortes, continuará José Antonio Meade Kuribreña y cerrará Margarita Zavala Gómez del Campo.
Ninguno de los candidatos presidenciales participará en el mismo orden, en los distintos segmentos que componen el debate.
Para finalizar el encuentro, José Antonio Meade Kuribreña cerrará y Andrés Manuel López Obrador será el penúltimo en participar, antes que ellos pasarán Ricardo Anaya Cortes, Margarita Zavala Gómez del Campo y Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón.
Como se sabe serán cinco los candidatos participantes, toda vez que Armando Ríos Piter no pudo acreditar el número de firmas necesarias para ser candidato independiente, función que lograron solamente Margarita y Jaime Heliodoro, aunque de manera polémica.
Los moderadores del debate serán Denise Maerker, Azucena Uresti y Sergio Sarmiento.
El debate está considerado para efectuarse en menos de dos horas y será transmitido por los principales canales de televisión abierta.
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