Arriola ofrece frenar los abusos de policías
Cd. de México viernes 6, Abr 2018- Mediante cámaras en uniformes
- Serían monitoreados a través del Centro de Comando Digital
El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, Mikel Arriola, presentó el modelo de cámaras y uniformes que usarán los policías en caso de que gane la elección, con lo cual se frenarán los abusos que se cometen contra los ciudadanos.
Ante vecinos del pueblo de Zapotitlán, en la delegación Tláhuac, planteó la instalación de 40 mil cámaras que portarán los policías en su indumentaria y que serán monitoreadas, a través del Centro de Comando Digital.
De lo que se trata, señaló, es de que “a través de la tecnología y la participación ciudadana se logre identificar y monitorear las zonas con mayor incidencia delictiva, equipar a las fuerzas policiacas para incrementar su eficacia y con ello se erradicarán los altos niveles de corrupción”.
Arriola Peñalosa detalló que con la instalación de un millón de cámaras en la ciudad, se reducirán en 35 por ciento los robos con violencia, y de esta manera se modificará la realidad de la capital al tener un impacto positivo.
El abanderado priísta subrayó que en la Ciudad de México se pierden al año 230 mil millones de pesos en seguridad, cifra que se ha incrementado en 40 por ciento desde 2014 a la fecha, por lo que consideró necesario medidas extremas para detener el delito y los actos de corrupción en beneficio de la ciudadanía.
Al detallar información sobre las cámaras, dijo que “son dispositivos que se deben renovar cada año, lo que se va a comprar es el servicio a través de una licitación pública internacional, bajo los principios de transparencia, competencia y eficiencia”.
El candidato a la jefatura de gobierno por el PRI reiteró su compromiso de iluminar al cien por ciento las calles, con lo cual se evitarán robos y asaltos en calles abandonadas.
Puntualizó que con estas acciones se regresará la confianza de la ciudadanía hacia los policías, se reducirán los índices delictivos, especialmente los violentos; se aumentará la capacidad de respuesta y despliegue de los cuerpos de seguridad y será más eficiente la atención de denuncias.