Las encuestas
Ramón Zurita Sahagún miércoles 4, Abr 2018De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Con el inicio de las campañas formales a la Presidencia de la República surgieron para ir de la mano, todo tipo de encuestas, las que asumen como propias los candidatos y sus seguidores.
Las hay telefónicas, de Facebook, Twitter, con levantamiento en casa o al paso de los transeúntes y los resultados son más o menos parejos, aunque las hay sumamente exageradas.
Es cierto que existen casas encuestadoras serias, pero también pululan las que no lo son y se prestan al juego de los candidatos y sus partidos, de acuerdo a sus intereses económicos.
Desde que las encuestas se pusieron de moda para medir las posibilidades de votos para cada candidato, son más las fallas que los aciertos y con todo y ello, se continúa recurriendo a ellas como si fuesen la verdad de lo que ocurrirá en las urnas.
Los resultados electorales de 2000, 2006, y 2012, dan cuenta de los garrafales errores en lo tocante a los procesos electorales, mientras que en los sondeos y encuestas correspondientes a elecciones en gobierno estatales, han sido desastrosas.
El caso más emblemático de lo anterior es el estado de Nuevo León, donde nadie creyó en el crecimiento del candidato independiente, Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón (EL Bronco), quien le sacó ventaja de dos y hasta tres a uno a sus contendientes por el gobierno estatal.
Ante los constantes errores en que incurren los números de las casas encuestadoras se ha tratado de matizarlos, estableciendo que se trata solamente de fotografías del momento que reflejan lo que podría ocurrir en el momento del levantamiento y no a futuro.
De acuerdo con las mediciones registradas para darlas a conocer al inicio de las campañas formales, Andrés Manuel López Obrador se mantiene a la cabeza, con una ventaja considerable sobre sus adversarios, tanto que sentaría un precedente de los cuatro más recientes comicios si estos números se dieran el primero de julio.
La disputa, según las casas encuestadoras, ocurre entre el segundo y tercer lugar, el que disputan con fiereza Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña.
Lo curioso de esto es que la lucha se centra entre estos dos personajes, tratando de mostrar quién es el dueño de ese segundo lugar, apostando a que en 2006 se produjo un fenómeno desconocido en México, el uso del voto útil.
Y es que, tanto Anaya como Meade parecen resignados a no alcanzar al puntero y prefieren la comodidad de ir en segundo lugar, para recurrir al llamado del voto útil unos cuantos días antes de los comicios.
Su referente es el proceso electoral de 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador se sostuvo el mayor tiempo como puntero y al quedar sumamente rezagado el tercer lugar, el entonces candidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo Pintado se emitió un llamado al voto útil, especialmente por parte de los priístas que atendieron el llamado de alerta que sentenciaba que AMLO “es un peligro para México”. En este 2018, las cosas suenan diferentes, toda vez que los inventores de aquel slogan o lema contra el tabasqueño han salido a señalar que eso quedó atrás, solo fue un tema de campaña y AMLO no es de ninguna forma un peligro para nadie.
Lo que vemos en este 2018 son alianzas de todo tipo, las más de ellas impensables y la participación de un candidato independiente por primera vez en la historia electoral moderna de México.
Contrasta mucho esta elección con las distintas ocurridas en México al nacimiento de nuevas corrientes políticas y la creación de la LOPPE que dio margen a los nuevos partidos.
Si en 1976 existió un candidato único a la Presidencia de la República, la elección siguiente (1982) mostró las bondades de la LOPPE y permitió que siete personas compitieran por la Presidencia de la República, incluida, por vez primera, una mujer.
Para 1988, compitieron cinco por el cargo de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, ya que el sexto declinó de hacerlo y cedió su sitio para el candidato del Frente Democrático Nacional.
En 1994 concentró el mayor número de aspirantes, nueve, incluidas dos mujeres.
Para el año dos mil, la cifra de aspirantes descendió a solamente seis, número que en 2006 fue de cinco y cuatro para 2012.
En esta ocasión, la cifra es también de cuatro: Ricardo Anaya Cortés, cuyo partido emblemático es el PAN, apoyado por Movimiento Ciudadano y el Partido de la Revolución Democrática. José Antonio Meade Kuribreña va por el Revolucionario Institucional, en alianza con el Verde Ecologista de México y Nueva Alianza. Andrés Manuel López Obrador enarbola los colores del Movimiento de Regeneración Nacional, al que secundan Encuentro Social y el Partido del Trabajo, mientras que Margarita Zavala Gómez del Campo, va en solitario como candidata independiente.
Otros dos, Armando Ríos Piter y Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón El Bronco, intentaron participar como candidatos independientes y no lo consiguieron.
Habrá que seguir de cerca las tendencias que muestran las distintas encuestas que sean levantadas en el curso de los casi tres meses que restan de las campañas y después de ello, realizar una evaluación para ver si estas se acercan a la realidad que reflejarán los ciudadanos en las urnas.
Barrales quería el Colegio Rébsamen
La propuesta de Alejandra Barrales Magdaleno de iniciar su campaña electoral en las inmediaciones del Colegio Rébsamen, asustó a sus estrategas que le hicieron ver lo inapropiado que resultaría.
La intención de la candidata de la alianza conformada por PAN, PRD y MC, era darle un golpe contundente a su adversaria Claudia Sheinbaum que la aventaja en las encuestas y ha sido señalada como parte responsable de lo ocurrido en ese sitio.