Legal la elección del SME, ¿ahora qué sigue?
¬ José Antonio López Sosa jueves 9, Dic 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
La semana pasada en esta columna relatábamos la importancia que para Martín Esparza Flores y sus 12 compañeros de planilla, tenía el hecho de llevar a cabo nuevamente el proceso electoral interno, para que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social les concediera la toma de nota.
Ello va mucho más allá del simple reconocimiento del gobierno que ellos mismos llaman ilegítimo y espurio, sino por el hecho de poder tomar control de las cuentas bancarias y los bienes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que por más de un año estuvieron en vilo ante las irregularidades en el proceso electoral de mediados de 2009.
Alejandro Muñoz, el principal opositor de Esparza Flores ahora reclama al gobierno mientras no lo hizo durante casi un año por los trabajadores a los que él junto a Jorge Tapia Sandoval y Jorge Sánchez (ex líderes del SME), recomendó liquidarse conforme a lo ofrecido por el gobierno federal con la promesa de un empleo, cosa que no ha cumplido salvo en algunas excepciones.
En síntesis los intereses de grupo siguen estando encima del supuesto objetivo de proteger a la base del sindicato y buscarles de alguna forma la reinserción al mercado laboral.
¿Qué beneficio obtienen los miles de trabajadores no liquidados con que Esparza Flores haya logrado una elección válida y el gobierno federal le de la toma de nota?, ¿eso les traerá ingresos?, ¿les dará una verdadera oportunidad de trabajo?, ¿les logrará un puesto en la Comisión Federal de Electricidad?, ¿les dará algo del dinero que los líderes del sindicato podrán usar?, ¡nada de eso!, simplemente sigue la verborrea con la base: “¡vamos a triunfar!, ¡seguiremos en la lucha!, ¡el SME se queda, Calderón se va!” seguirán gritando sus consignas con una clara diferencia: los 26 líderes del comité central (incluido Esparza como secretario general) se irán con las bolsas llenas y el resto de los trabajadores no liquidados que verdaderamente merecen un reconocimiento por su lucha incansable, con los bolsillos vacíos.
Del otro lado Alejandro Muñoz también sin cumplir, negociando y prometiendo a quienes invitó a liquidarse. Su eje político lo basa en oponerse por completo a Martín Esparza sin dar una alternativa real.
Pobre Sindicato Mexicano de Electricistas, con una empresa extinta alevosamente a manos de un gobierno federal autoritario y con un par de dirigencias que luchan por sus intereses prioritariamente, de un lado los legítimos con Martín Esparza a la cabeza y del otro lado los espurios en voz de Alejandro Muñoz y, del otro lado los miles de trabajadores liquidados y no liquidados que han tenido que verlas color de hormiga para reinsertarse por ellos mismos al mercado laboral con falsas promesas pero eso sí, con exhortos infinitos a seguir una lucha que desconocen a dónde los dirige.
¿Qué sigue ahora que la elección se consumó y se legitimó por el gobierno federal?, esa es la gran interrogante.
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