“El rey y sus dominios” es una sátira al juego del poder
Espectáculos miércoles 4, Abr 2018- La puesta en escena se presenta martes y miércoles en el Teatro Benito Juárez
Arturo Arellano
Siempre que hay un hombre, habrá un corazón capaz de corromperse y sólo aquel que corone sus propios pensamientos en el rigor de la razón, llegará a ser dueño y señor de sí mismo. Esa es la premisa bajo la cual se desarrolla la puesta en escena “El rey y sus dominios”, un proyecto experimental que pretende satirizar y hacer reflexionar en el tema del poder en la sociedad. Este montaje es un texto de Guillermo León y Erwin Veytia, y este último se encarga también de la dirección escénica. Se presenta todos los martes y miércoles en el Teatro Benito Juárez.
En entrevista para DIARIO IMAGEN, Erwin Veytia adelantó algunos detañes al respecto: “estamos jugando con las obras históricas de Shakespeare, las que retratan la vida de los reyes, como de cuatrocientos a cien años antes de Shakespeare, son de sus primeras obras. Tomamos parte de este bloque para hacer un espectáculo a partir de ahí, las escenificamos de acuerdo a los tiempos en que vivimos ahora. Hablamos de dos vertientes, dos líneas que nos ayudan a tratar de contextualizar todo al tiempo en que vivimos. México es una democracia, no es una monarquía, se acabaron en cuanto se terminó el virreinato; sin embargo, hay algo dentro de nuestra identidad del poder, que es como si estuviera peleado, los conservadores quisieran un monarca que nos guíe con mano fuerte y los republicanos han dicho que la expresión popular es la mejor manera de integrar un gobierno, donde todos puedan ser escuchados”.
“Shakespeare es muy inteligente, a la hora de retratar a sus personajes, porque más allá de ser una biografia sobre los eventos de aquella época, habla de las causas internas que llevan a un ser humano a preguntarse sobre qué es necesario para ejercer su poder. Uno cree que el monarca es capaz de hacer todo, sin embargo, está ahí para cuidar a todos los demás. El rey no es un presidente per se, porque está hablando de otra cosa en diferentes culturas. El rey no sólo es dirigente del pueblo, sino de las almas de los demás, es algo que un presidente no tiene. No imagino a Peña Nieto siendo dirigente de la ética y la moral de México”.
De manera escénica y corporal refiere que “ha sido un trabajo en grupo, a pesar de que los actores son de diferentes generaciones y escuelas, hemos logrado un diálogo corporal y código corporal muy bueno. Hay una plasticidad y como personajes en realidad logramos materializar el asunto del poder o de la virtud, ha sido complejo, porque la virtud es un referente que está muy manoseado o podría caer en algo religioso, por lo que nos salimos de ahí, al igual que con el poder. Son temas muy amplios, nos costó trabajo concretarlos en los personajes, pero lo exploramos, lo plasmamos y transformamos en grupo”.
Por otra parte, “no creo que el problema de la política mexicana y su poder está en los partidos, ni los colores, el problema y que justo aprendo de Shakespeare, está en las almas, y las almas no tienen color partidista, tiene dudas, certezas, miedos y lo que observamos en Shakespeare, es que hay cosas que no son nuevas y van a seguir sucediendo mientras los seres vivos ejerzan el poder. No estamos pidiendo que votes por nadie, sino que se note que lo que existe es un conflicto eterno sobre que es lo que uno tiene que hacer en una posición de poder”. La obra se presenta martes y miércoles a las 20:00 horas en el Teatro Benito Juárez