Más pillerías contra México
Freddy Sánchez martes 27, Mar 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Un grave error en detrimento de la modernización y prosperidad del país o la consumación de otro impune desfalco económico en perjuicio del bienestar colectivo.
En esa tesitura extremista se ha puesto la discusión a la que convocó López Obrador para evaluar el estado que guarda la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Y a partir de ese análisis, con la participación de quince expertos (cinco del gobierno en turno, cinco de los hombres de empresa y cinco de las confianzas del tabasqueño), proceder a tomar la decisión de si se cancela o sigue adelante la construcción de la obra.
Eso, naturalmente, en caso de que el tabasqueño logre llegar a ocupar la Presidencia.
Por lo pronto, el candidato de Morena propuso llegar a una definición sobre el nuevo aeropuerto, antes de las elecciones y consiguió llamar la atención del Consejo Coordinador Empresarial, presto a nombrar a sus expertos que estarían participando en la discusión.
Una cuestión en la que se duda que el gobierno federal acceda a participar, puesto que dos de los adversarios en la contienda presidencial que enfrenta el abanderado de Morena, definitivamente descalificaron la mesa de discusión y la convocatoria de López Obrador para discutir sobre la viabilidad de continuar con esta obra.
Por su parte, Ricardo Anaya, candidato del frente que integran el Partido Acción Nacional, el PRD y Movimiento Ciudadano, calificó lo que propuso López Obrador como un auténtico disparate.
Y afirmó que de ser él quien gane la primera magistratura, la construcción del nuevo aeropuerto seguirá en proceso, que es justamente lo que se ha dicho en el PRI, por parte de distintos voceros, y eso lógicamente hace creer que el gobierno de Peña Nieto difícilmente accederá a darle validez a la discusión que propone el tabasqueño.
Hasta ahora, la participación en dicha mesa de discusión, por parte de expertos institucionales no se ha confirmado como tampoco cuándo comenzará ni cuándo concluiría la discusión para saber a ciencia si el nuevo aeropuerto se cancela o no se cancela, en caso de que López Obrador arribe a Los Pinos.
Ahora que independientemente de lo que suceda, lo que ya se ha dicho sobre el nuevo aeropuerto, es más que suficiente para demandar que la polémica que se ha desatado en torno a esta obra, sea objeto de una puntual y clarificadora información oficial respecto a todos esos puntos “negros” de posibles grandes corruptelas que podrían ocurrir y hay que evitar a toda costa.
Porque más allá de si debe cancelarse la obra, pensando incluso en comenzar a construir de cero un nuevo aeropuerto internacional en Santa Lucía o en cualquier otro paraje remoto o cercano a la Ciudad de México, lo que no debe quedar en la opacidad es lo que se acuerde con particulares y pueda beneficiar o perjudicar en el futuro a la nación, respecto a la construcción del nuevo aeropuerto.
Para eso es preciso transparentar la contratación de obras públicas y convenios institucionales con particulares, garantizando el derecho a la información de todo aquel que desee conocer detalles en las operaciones financieras del aeropuerto.
Y es que si bien las locuras y caprichos en la construcción de magnas obras de infraestructura nacional es algo inadmisible, obviamente también que se sigan cometiendo más pillerías contra México.