Colosio, el tiempo pasa
Ramón Zurita Sahagún viernes 23, Mar 2018De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Veinticuatro años después de ser asesinado, Luis Donaldo Colosio Murrieta, será recordado por los priístas como lo hacen anualmente, aunque en esta ocasión su recuerdo va más allá de un simple homenaje.
La figura de Colosio Murrieta trata de ser revivida por el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, quien, en ocasión del aniversario del partido en que no milita, intentó retomar parte del mítico discurso del 6 de marzo de 1994.
A los priístas les urge una estrategia que los reactive y les permita subirse a la contienda presidencial, de la que se encuentran sumamente alejados.
De ahí que Luis Donaldo les puede dar ese punch necesario para iniciar la campaña electoral formal con mayor dinamismo y ánimo que el que enseñan en la actualidad.
Es cierto que la figura del sonorense ya no les es tan rentable como en el pasado reciente por razones varias, entre las que destacan que las nuevas generaciones no saben quien, ni cuándo y mucho menos por qué fue asesinado el entonces candidato presidencial del PRI.
Otra razón por la que los priístas no pueden apoderarse del eventual legado dejado por quien fue también presidente nacional de ese partido, es que su hijo, Luis Donaldo Colosio Riojas, no aceptó ser candidato a ningún cargo de elección por parte del tricolor, pero sí lo hizo por un partido formado por ex priistas como lo es Movimiento Ciudadano.
Ante esta circunstancia, los priistas llegan al 24 aniversario del crimen de Lomas Taurinas, en situación adversa, sin encontrar la ruta que pueda llevarlos de nueva cuenta al triunfo electoral.
Hace 24 años, las cosas no iban bien para el PRI, su candidato, Luis Donaldo Colosio Murrieta, recibía fuego amigo de parte de Víctor Manuel Camacho Solís y sus huestes que se negaban a reconocer al sonorense como candidato de su partido.
Los camachistas se mantenían dentro del partido, pero torpedeaban la campaña, en la que competían Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano por segunda ocasión y Diego Fernández de Cevallos y Ramos, convertido en un atractivo mediático.
Colosio enfrentaba problemas para comunicar y su discurso del 6 de marzo fue tomado como un parteaguas y hasta distanciamiento del entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari.
Fue precisamente cuando parecía se limaban asperezas entre Colosio y Camacho, cuando ocurrió el atentado de Lomas Taurinas, en el que el sonorense fue ultimado.
Antes del crimen de Colosio Murrieta se habían desatado algunas situaciones que ponían en entredicho el gobierno de Salinas de Gortari, siendo la más destacada el levantamiento armado de Chiapas.
El miedo rondaba en muchas zonas del país sobre el futuro, por lo que muchos ojos voltearon hacia Diego como opción, si es que ya había terminado la época de partido único.
Y aunque existían esas dudas, el PRI seguiría siendo el favorito, ya no de forma abrumadora, para ganar los comicios presidenciales.
El asesinato de Colosio Murrieta dio un giro fantástico a todo, fueron decretados tres días de duelo nacional, los bancos cerraron sus puertas, con lo que se evitó una gran fuga de capitales (después se produjo de todas formas) y los priístas se dieron tiempo de reponerse de las heridas para que se conociera el nombre del candidato emergente.
Salinas de Gortari, asesorado por José Córdoba Montoya, decidió que Ernesto Zedillo Ponce de León, coordinador de la campaña presidencial de Colosio Murrieta, sería el nuevo candidato del PRI.
Lo sucedido después es historia, Diego se ausentó por un tiempo de su campaña, barrió a Zedillo en el primer debate entre candidatos presidenciales y con todo y ello, se impuso el voto del miedo, con el que el priísta ganó con amplitud los comicios presidenciales.
El panorama de hoy es totalmente incierto, los priístas no están a gusto con un candidato que si bien fue elegido por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, no logra permear entre la gran militancia del partido tricolor.
A una semana del inicio de la campaña, las rutas trazadas para José Antonio Meade Kuribreña no rinden el resultado esperado y el ex secretario de Hacienda continúa en un lejano segundo o tercer lugar en las preferencias ciudadanas, intentando acercarse al candidato puntero.
Si hace 24 años la candidatura de Luis Donaldo no fue aceptada por el sector que esperaba la nominación de Camacho Solís, hoy las cosas son distintas, ya que no surgió la inconformidad de uno de los aspirantes (uno de ellos quedó sumamente sentido, aunque no lo expresó públicamente), pero si día con día se produce la fuga por goteo de militantes de este partido.
El recuerdo de Colosio Murrieta es un buen pretexto para que los priístas y su candidato presidencial busquen las nuevas formas de atraer a los votantes a favor de su causa.
Los suplentes
Con muchos temas pendientes por discutir y en su caso aprobar, la Cámara de Diputados y el Senado de la República, tendrán que sesionar durante un mes con un gran número de suplentes que ni siquiera están enterados sobre esos asuntos.
El último período de sesiones de la LXIII Legislatura en ambas cámaras se inició el pasado primero de febrero y culmina el 30 de abril y muchos de los temas primordiales quedarán pendientes de resolver para los futuros diputados y senadores que se elijan en las urnas el primero de julio próximo.
Será a partir del primero de septiembre, cuando se revivan esos temas a los que los actuales legisladores le hicieron el feo y sus suplentes ni siquiera llegaron a conocer.