Ante la tragedia antisocial de los jóvenes no podemos levantar los hombros: Elías Azar
* Especiales, Cd. de México miércoles 8, Dic 2010III Informe de Labores
- El presidente magistrado urge a presentar una política sólida para el problema de los jóvenes que delinquen
- Alertó que en el TSJDF, cada vez se procesa a más menores de edad, y que de manera frecuente se recibe en los juzgados para adultos a personas a las que no se supo reinsertar socialmente cuando entraron en conflicto con la ley, siendo adolescentes
- Afirma que ya no se puede seguir esperando para reformar el sistema de justicia para adolescentes, que se encuentra en crisis y no es capaz de contener o inhibir los delitos cometidos por jóvenes
Gloria Carpio
Al rendir su III Informe de Labores, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), magistrado Edgar Elías Azar, urgió a presentar a la sociedad una política sólida, y respuestas de congruencia, para enfrentar el problema de los jóvenes que delinquen, luego de advertir que “algo está fallando” y de plantear la importancia de hacer lo mejor para prevenir sus conductas antisociales antes de que se conviertan en “carne de presidio”.
En el Salón de Plenos de la institución, ante el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard y Alejandra Barrales, presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, también exhortó a lograr una implementación gradual, sistemática y mesurable por resultados, de las reformas en materia de justicia penal, a pesar de que aún no recibe los apoyos económicos para su implementación, no obstante que está ordenado en la propia reforma, a los tribunales locales.
Esbozó la justicia a la que deben enfrentarse los jóvenes con el nuevo sistema de justicia para este sector de la población; debe ser, explicó, una justicia formativa, garantista, suficiente, digna y respetable. Y agregó: “La justicia para menores no es una justicia menor, acaso es la de mayor entidad por sus contenidos, y por su orientación a crear futuro”.
“Tienen (los adolescentes) la vida por delante, y es deber del Estado –gobierno y gobernados- ver porque así sea: otorgarles un futuro promisorio y bueno”, planteó.
En el mensaje del magistrado Elías Azar, dirigido fundamentalmente a los presidentes de tribunales locales, legisladores locales y federales, magistrados y jueces, afirmó que es deber de la sociedad propiciar ambientes adecuados para los adolescentes y fustigó el hecho de negar el problema.
Recordó que en el TSJDF cada vez se procesa a gente de menor edad y añadió que frecuentemente se recibe en los juzgados para adultos a personas a las que no se supo reinsertar socialmente cuando entraron en conflicto con la ley, siendo adolescentes.
“Perdimos esa oportunidad; la estamos perdiendo todos los días; no la sigamos perdiendo”, retó.
Por otra parte, el magistrado se refirió a los “agoreros del mal”, que presagian desunión y carencia de talento para dar forma a las reformas en materia de justicia penal. Es necesario, dijo, decir que nadie puede hablar hoy de lo que servirá o no, pues no es tarea de pitonisos, sino de hombres y mujeres que saben lo que hacen y dicen, “y es necesario darnos la oportunidad del cambio para calificar”.
Añadió que estas reformas marcan un nuevo rumbo, muy claro y preciso, de la ruta a emprender, y que sólo ya funcionando el nuevo sistema acusatorio, adversarial y de carácter oral, se podrá evaluar y corregir.
Respecto al manejo financiero, informó que al cierre del presente año, se ejercerá la totalidad de los recursos asignados al TSJDF, luego de expresar que el desvío o distracción del presupuesto es un delito, y que un subsejercicio es un crimen de lesa ciudadanía.
“Cada peso que se malgasta o no se utiliza, genera perjuicios a la población, que se manifiesta en daños irreversibles y de proporciones geométricas. No saber ejercer el presupuesto asignado debería convertirse en uno de los reproches máximos a cualquier administración, pues lastima a una ciudadanía responsable”, consideró.
Detalló que en 2010 se ejerció un presupuesto de 3 mil 947 millones de pesos, un incremento nominal de 13 % respecto al año anterior, gasto motivado por la creación de 15 juzgados en materia de justicia para adolescentes.
Elías Azar hizo notar que el TSJDF participa en el gasto programable de la ciudad con un porcentaje menor al de años anteriores, pero gracias al fortalecimiento de los ingresos propios y a que no se incurrió en subejercicios, se realizaron obras urgentes de recuperación y dignificación de espacios, que resultaban impostergables, como la construcción de la nueva sede del Centro de Justicia Alternativa.
Al hablar de la importancia de la mediación como medio de justicia alternativa, enfatizó que con el impulso a ésta se logró detener el inusitado crecimiento de asuntos que se llegaron a presentar, a razón de 20 mil expedientes al año. Destacó que en este ejercicio, el número de asuntos tuvo un crecimiento “casi imperceptible” de 0.004 por ciento.
Habló de las obras de dignificación de todos los juzgados civiles, cuyos espacios fueron duplicados, y de la renovación total de los juzgados penales, de la sustitución de la totalidad de los equipos de cómputo de todo el Tribunal, lo que implicó la adquisición de más de 5 mil computadoras.
Comentó sobre el compromiso del TSJDF con el medio ambiente, y recordó que hoy se cuenta con una planta de recuperación de aguas residuales, que ha permitido una disminución del 40 por ciento en su consumo del líquido.
Sobre la construcción de la Ciudad Judicial, Elíaz Azar demandó al jefe de Gobierno:
“Hoy su destino, licenciado Ebrard, le da la oportunidad de que se construya el poder judicial del futuro. El Poder Judicial del Distrito Federal, el más grande del mundo, ya hizo su tarea. Tenemos la tierra: más de 10 mil metros cuadrados en esta zona, y necesitamos su apoyo para la infraestructura…”, exclamó Elías Azar, quien a la vez felicitó al mandatario capitalino por el nombramiento que recibió como el “Mejor alcalde del mundo”.
Sobre la preservación y fortalecimiento de los derechos humanos en el TSJDF, los cuales son de la más alta prioridad en la agenda de la institución, expresó que “somos el primer Tribunal de Justicia del mundo que cuenta con un Catálogo de Indicadores en Materia de Derechos Humanos, conforme a la metodología de la propia ONU, y que servirá de herramienta fundamental para diagnosticar y evaluar con precisión los trabajos que se emprenden y las violaciones que se pudieran presentar en materia de derechos humanos; catálogo que comprende 76 indicadores relacionados con el debido proceso, de los cuales ya se han cuantificado 37”, detalló.
“Estamos y vivimos, indicó, en casa de cristal”, dijo, y al referirse al papel de los impartidores de justicia del Distrito Federal y planteó que frente a los cambios nacionales acompañarán a la función de gobierno, y colaborarán en la formulación del marco normativo, al que acatarán puntualmente.
“En estas horas complejas, que nadie dude y que nadie se equivoque: los jueces sabemos participar y no escurrimos el bulto; somos parte de la sociedad y no meros símbolos que, como estatuas están ahí, pero no dicen nada”, enfatizó.
Al informe de labores acudieron los funcionarios del gobierno del Distrito Federal, José Ángel Ávila Pérez, secretario de Gobierno; Leticia Bonifaz Alfonzo, consejera jurídica; Miguel Ángel Mancera Espinosa, procurador general de justicia; el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Luis González Plascencia, Carlos Slim Helú, presidente del Grupo Carso, Manuel Camacho Solís, la diputada Mariana Gómez del Campo, entre otras personalidades.
Elías Azar sustentó las razones por las cuales el tribunal capitalino sostiene ser la vanguardia del resto del país: “Somos una isla de libertades y justicia, porque aquí somos hombres y mujeres libres e iguales que se saben y quieren desarrollar en la vida y por la vida abiertamente, sin actitudes vergonzantes y sin melindres o actitudes oscurantistas que aún quieren rescatar lo perdido, por el mero andar de las nuevas generaciones”.
Sostiuvo que el Distrito Federal es Ciudad de Vanguardia porque asume acciones que logran ser ejemplares por su fuerza, por su sentido del hoy y del mañana, por su apego a los valores más significados de nuestra sociedad mexicana y por abrir espacios y no cerrarlos en la vida pacífica y ordenada de una sociedad que lo que quiere es desarrollarse y reconocerse como unidad de individuos, cada cual con su proyecto de vida.
Y cuando habló de transparencia, el magistrado remató que a las carencias, si no se actúa con precisión, se suman las deficiencias y ambos factores unidos generan el caos, ineficacia, incredulidad, irritación y, al final del día: Ingobernabilidad.
En cuanto a la nueva justicia para los adolescentes, pidió que nadie se moleste y levante los hombros en señal de desprecio ante el fracaso de otros, pues todos estamos abarcados en esta situación.
Lo mismo señaló de los juicios orales, que requieren inmediatez procesal y ello nos conduce a una sola respuesta: más juzgados con menos asuntos, por lo quer los jueces capitalinos ya transitan ese camino, para llegar a la oralidad en los juicios mercantiles especiales y es la única entidad que ya cuenta con un procedimiento idéntico en las materias civil y mercantil.
Datos
- En los juzgados de primera instancia, los juicios iniciados en el año judicial 2010, fueron un total de 217,299, que significa un 8.1 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior, cuya cifra fue
de 236,244.- Los juicios iniciados en materia civil disminuyeron 3.9 por ciento, al pasar de 131,271 en el año 2009, a 126,109 en el 2010.
- Los juicios penales disminuyeron en 14.4 por ciento, al pasar de 18,647 a 15,962 y los juicios familiares, se incrementaron en 5.6 por ciento, al pasar de 68,379 en el año judicial 2009, a 72,227 en el 2010.
- Las resoluciones dictadas en juzgados de paz, también registraron un incremento considerable (16.6 por ciento), al pasar de 52,375 en el año judicial 2009, a 61,080 en el 2010; de hecho, las resoluciones en materia civil registraron un incremento de 17.9 por ciento, de 44,173 a 52,082 y las penales aumentaron un 9.7 por ciento, al pasar de 8,202 a 8,998.
- En segunda instancia las salas recibieron en el año judicial 2010 un total de 55,340 asuntos, 4.3 por ciento menos que en año judicial 2009, cuya cifra ascendió a 57,834. Las salas civiles disminuyeron su carga de trabajo un 5 por ciento, al pasar de 27,047 a 25,705; las salas penales en 2.8 de 18,286 a 17,766 y las salas familiares en 5.3 por ciento, al pasar de 10,918 a 10,339 en dichos años judiciales.