Güeritos locos
Alberto Vieyra G. lunes 19, Mar 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
A más de 8 millones de personas se eleva el número de güeritos locos o medios locos, que sufren de graves y peligrosos problemas mentales y emocionales en los Estados Unidos. ¿Entre ellos figurará el güero loco llamado Donald Trump, la bestia trumpiana?
El dato es escalofriante, y lo da la revista especializada Psychjiatric Services, que asegura que, a ese número de personas, los traficantes de armas no les pueden vender ni pólvora, mucho menos metralletas, escuadras o “R15” capaces de disparar más de 30 tiros en un segundo, como lo hizo el demente jovenazo Nicolás Cruz en un colegio de Miami, con saldo de 17 muertos y más de 20 heridos, en lo que ha sido una de las masacres más condenables realizadas por los locos rambos gringos.
Lo lamentable no son las macabras masacres, sino los oídos sordos de demócratas y republicanos para meterle mano a la enmienda constitucional número dos de los Estados Unidos para que las armas dejen de venderse en cualquier tianguis conocido como “pulga” o “piojo” sin ninguna restricción o problema. En Estados Unidos es más fácil conseguir un arma de cualquier calibre que un kilo de aguacates o una sopa instantánea.
Conservadoramente, se estima que los Funding fathers, dueños de las fábricas de armamento en Estados Unidos, tienen inundado el mercado gringo con más de 400 millones de armas, que, se supone, no deben venderse a las personas que sufren trastornos mentales como el joven Cruz, que, dicho sea de paso, pertenece a una secta racista que desprecia, en Estados Unidos, todo lo que no sea la raza blanca, como ha sido el camino señalado como el inquilino de la Casa Blanca.
En un artículo titulado “La violencia como cultura de mercado y Estado”, escrito por el periodista y analista Ángel Trejo para la Agencia Mexicana de Noticias, el comunicador nos proporciona datos escalofriantes:
“La violencia social en Estados Unidos (EU) es cada vez es más notoria, incluso desbordada. De acuerdo con un reportaje de David Brooks, corresponsal de La Jornada, en los últimos 50 años (1970-2018) han muerto 1.4 millones de personas en actos violentos, muchos más que en todas las guerras de ese país. Entre 2013 y el martes 13 de febrero, hubo 1,607 tiroteos con 1,846 muertos y 6,459 heridos. El promedio de balaceras en escuelas es de cinco al mes, además de las que hay en cines, centros comerciales, estacionamientos y otros lugares públicos… en un país con 340 millones de habitantes, donde además prevalece una cultura económica, social y política eminentemente guerrera, instruida e institucionalizada por el mercado en funciones de gobierno y Estado, que promueve todas las expresiones posibles de la violencia.
La violencia institucional forma parte de la filosofía de la competencia capitalista llevada al extremo, como se dejó ver en el más reciente de los resultados político-electorales de esa nación.
La tendencia macabra en los Estados Unidos se ha acentuado con la llegada del racista y lunático güero loco, Donald Trump, a la Casa Blanca. Esa violencia de Estado, por desgracia, no habla de una sociedad culturalmente avanzada, sino por el contrario, avanza estrepitosamente con rumbo al despeñadero y amenaza con la extinción del país imperial de las barras y las estrellas, como ocurrió con el imperio romano. Aunque usted no lo crea.