Lista de Forbes + prensa mexicana infame = el tigre anda suelto
Francisco Rodríguez jueves 15, Mar 2018Índice político
Francisco Rodríguez
La lista de Forbes, que dice ser “la herramienta del capitalismo” y en realidad es la marquesina de los picudos, informa que, de todos los más importantes multimillonarios del mundo, los mexicanos son 16 sujetos. Que entre éstos acumulan 2 billones, 700 mil millones de pesos. ¡Más de la mitad del total de la riqueza mexicana! ¡Más de la mitad de todo aquello con lo que se mueve y respira nuestro país en un año electoral!
Qué bueno. Nos recuerda que, hace unos años, el más atrevido de ellos quiso financiar solito la campaña y el triunfo electoral del puntero Andrés Manuel López Obrador. Cuando se lo insinuó, éste, agraviado, lo mandó por un tubo, contestándole que, si lo aceptaba, estaría de antemano firmándole la entrega del país. Y es que lo que buscaba con su oferta era mandar sin freno.
Despechado, el capitoste, dueño de este territorio Telmex, se alió con el segundo lugar, Felipe Calderón Hinojosa y todos sufrimos las consecuencias. Ganó el ungido desde las alturas de Washington, comprometido de entrada a proteger al Chapo Guzmán y desatar la sarracina mortal sobre nuestras cabezas.
El capitoste, por su parte, recibió el manejo de la Bolsa de Valores, utilizando los servicios de José Córdoba Montoya y una parvada de zopilotes salinistas y zedillistas, para manejar los valores, la moneda, los intereses, las devaluaciones, las inflaciones, las alzas de precios, los pagos de favores y, por consecuencia, el despiadado enriquecimiento de los más atascados del país.
Así se las gastan. Por eso, piensan que comprar las próximas elecciones y el endeble futuro de la nación es juego de niños contrariados. Si ya lo hicieron, lo pueden volver a hacer, como recién se ha dicho que Claudio X. González —el que paga, manda— le exigió a Peña Nieto robarse el próximo proceso comicial. Dos más dos son cuatro, dicen al sonsonete del manejo de los algoritmos de Hildebrando Zavala Gómez del Campo, más las redes de la dizque comunicación social de aquí del rancho grande.
Los mexiquitas están convencidos del procedimiento. Además, creen que son los consentidos del yerno en el poder, aunque éste se dé el lujo de despreciarlos en su propia casa. Imagínese usted lo que les hará allá en la Casa Blanca grandotota —no la de aquí que ya luce deteriorada y abandonada— cuando van a pedir audiencia.
Por eso, cuando el valido Videgaray le aconseja a Peña Nieto que se atreva a decirle por teléfono una pendejada que le pone al anaranjado la respuesta en bandeja de oro —“¿estás loco?”—, y Los Pinos no boletina oficialmente el sucedido, todos entendemos que el error fue de este lado. Es la ficha que esperaban, para presumir que defienden la soberanía.
Nada más alejado que este silogismo. Que esta treta de la manipulación, esta lanzada de los imberbes de Zacazonapan a quienes, otra vez, les reventó el tiro por la culata. Sólo falta que, en agradecimiento al pasado reciente, Trump reciba en la Oficina Oval a cualquiera de los candidatos presidenciales punteros, para que el jaque mate esté servido.
No saben hacer nada. Son una bolita de pandilleros sin oficio ni beneficio. Lo demuestran cada hora que pasa. ¿Y así creen que pueden robarse la elección dejando en el pasmo a la opinión abrumadoramente mayoritaria de los paisanos? No me río porque me duele el trigémino, nervio mandibular, lo mismo que los buccinadores.
Pero lo que indigna es la reacción de la prensa mexicana, la impresa y la radioeléctrica. La primera, escurriendo el bulto, defendiendo al de Atlacomulco en las cabezas de sus primeras planas, como si hubiera matado al moro. La segunda, con las bravatas de sus loros, que ya nos tienen hasta la madre.
La prensa mexicana es ya una vergüenza continental. No sólo está vendida, como lo gritábamos en las marchas juveniles, ya llegó a tocar los dinteles de lo infame, de lo deletéreo, de lo escatológico. Es su forma de compensar, por el chayote mayúsculo del aparato del Guamúchil Power, su falta de ventas entre el público que ya no la soporta. Lo sabe todo el mundo.
Nadie se explica por qué no dicen que, cuando un capitoste de esta ralea llega a tener una fortuna en billones, en la realidad ya no sabe ni cuánto tiene. El manejo de las sumas bolseras, por medio de operaciones transcontinentales y manipulaciones espejo, todo en computadoras –porque convenientemente desaparecieron el piso de remates— reproduce la moneda virtual más rápido que en la cueva de Ali Babá.
Si se analiza con precisión, no sólo son 2.7 billones, la mitad de México, es muchísimo más. Es más que el total de México. Son los dueños de todo, porque simplemente son los testaferros y prestanombres de los financieros gabachos, y tienen permiso hasta para matar impunemente y complicitarse con narcotraficantes.
Si en Estados Unidos, la publicación del The New York Times sobre “los papeles del Pentágono” —que demostraban la inutilidad de la invasión a Vietnam y la manipulación gabacha de las elecciones en aquel territorio— causó una vorágine de indignación que acabó con los gobiernos republicanos, aquí no hay pedo. Es que somos punto y aparte. ¡Como México no hay dos! Y ¡viva Villa, cabrones!
Por ello, en gran medida, gracias a la prensa infame, el tigre ya anda suelto. Pero no sólo es el tigre electoral, es la rabia de los mexicanos contra el sistema injusto. Es el verdadero tigre, criado y cebado por los manipuladores de siempre. El magro tiraje de la prensa —la mayoría “tira” o imprime menos de 3 mil ejemplares— subyace en esta ecuación.
Los auditorios cautivos de Televisa se fueron para no volver. Cuando impusieron la vulgaridad y lo chusco, tiraron al caño su crédito. Lo mismo pasa con los noticieros radiofónicos y televisados que se empeñan en que el electorado se resigne a aceptar la despensa y el cochupo para seguir alimentando al tigre.
Por ello, el verdadero tigre anda suelto, con las metralletas del crimen organizado calientes, apuntadas sobre cientos de miles de mexicanos indefensos, víctimas del trasiego, del huachicoleo, de la ambición desatada y de las bandas de criminales de todos los fueros posibles. Los demonios que andaban sueltos en el pasado, eran sólo copias rancheras de Gasparín, el fantasma amistoso.
Por más que se afanan, los periódicos de dizque circulación nacional no pueden remontar sus tirajes ridículos que nunca sobrepasan los pocos miles de ejemplares. Apenas los necesarios para espantar y cobrarles en oro sus encabezados pueriles. Cuando alguno de los “serios” no recibe el cochupo, ataca cómo si fuera de verdad el impacto noticioso.
Y ya ni se afanan. La sobrevivencia en el chantaje está garantizada. Se han convertido en concesiones gratuitas —constructoras, proveedoras de servicios de salud, etc.— del poder, a cambio de sumisión y falta de empacho profesional. Estamos viviendo en la casa de la risa, alimentando al tigre de la rabia y de la indefensión, mientras se ceba para el zarpazo definitivo. Agregar una estrella más a la bandera del verdugo.
El felino está cebado. Y nadie puede detenerlo. Las condiciones no son las mismas que cuando en el fraude del ‘88 la oposición llamó a sus fieles a apaciguarlo para defender el negocio familiar michoacano de Telmex. Hoy la concesión está más que firme, tiene el apoyo de los armados hasta los dientes en el trasiego. Y hoy viene por lo suyo.
Mientras, en el terreno electoral, la tercera ley de Newton busca aplicarse por el pueblo —”a cada acción siempre se opone una reacción igual”— en el mismo sentido, pero de mayor dimensión, con más fuerza, con desmedida intensidad.
Es lo que se espera en las urnas, cuando todos respondamos a la lista de Forbes y a la prensa infame: ¡no hay lugar para cobardes!
¿Usted, está listo para dar su respuesta?
Índice Flamígero: Justo unas horas después de que se diera a conocer el Índice de Impunidad en nuestro país —que avanza y avanza— la cuestionada PGR dio “carpetazo” al caso César Duarte, acusado por lavado de dinero, delito bancario y defraudación fiscal, al estimar que no existen indicios probatorios en su contra. Cercano a Enrique Peña Nieto y al coordinador senatorial priísta Emilio Gamboa, Duarte parece haberla librado… no así el PRI, del que los tres mencionados son miembros, que seguramente lo pagará en las urnas. + + + Dos terremotos en sólo 12 días. Uno llegó desde el mar, al sur de Chiapas. El de mayor magnitud en un siglo. Golpeó duro a 12 estados. El otro, desde el centro del país, muy cerca de la vulnerable y sobrepoblada capital mexicana. Personas protagonizando vidas… y viviendo tragedias. ¿Es inevitable que cientos mueran? ¿Y que los edificios caigan? Azteca Documentales le invita a un viaje reflexivo y fascinante que nos lleva hasta el centro mismo del planeta y nos trae a la superficie para entender cómo y por qué suceden los terremotos. A qué se debe que la mayoría de los que azotan al país se generan en la costa del Pacífico, pero pueden desatarse incluso debajo de nuestros pies. La gran vulnerabilidad de una ciudad construida sobre agua y fango, en la que habitan millones de personas.
¿Tenemos las normas y reglamentos de construcción apropiados para una zona sísmica? ¿La supervisión de la autoridad a las construcciones es la correcta? ¿Por qué cayeron edificios nuevos y planteles educativos el 19-S? ¿Se perdieron vidas por la naturaleza o la negligencia? La capital mexicana es una urbe compleja. Instalaciones estratégicas y de alta seguridad: 12 mil kilómetros de tuberías de agua potable, la red eléctrica y el Sistema de Transporte Colectivo Metro son parte de esa complejidad. El jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, cuenta en exclusiva cómo fue enfrentar la emergencia desde el C5, el centro de comando de la ciudad. 19-S: La Tierra Grita, es parte del compromiso de Benjamín Salinas Sada y Azteca Documentales por traer contenidos de alta calidad para una audiencia cada vez más exigente. No se pierda esta producción reveladora y fascinante el sábado 17 de marzo a las 3 pm en televisión abierta digital por Azteca Uno, en internet por http://www.aztecauno.com/documentales y en la app, disponible gratuitamente en iTunes y Play Store. Sea parte de esta experiencia participando en Facebook y Twitter con el hashtag #Documental19S. + + + Desde Coatepec, Veracruz, escribe don Rafael Segura: “Ahora se presenta un caso para dejar más en evidencia la inutilidad del INE, TEPJF, Trife (o como se llame), los que emiten prohibiciones, permisos, restricciones o lo que cada día por la mañana se les ocurra, que lo único que hacen es enredar y desacreditar, no sólo sus funciones, sino todo el complicado proceso electoral ante el cual estamos al cuarto para las doce. ¿Cómo es posible que un candidato, en este caso el señor Anaya, haga una gira internacional en pleno proceso electoral para reunirse con jefes de Estado para, no sólo tomarse la foto, sino ¿ofrecerles qué?, a cambio de que le dediquen algo de su tiempo. No es lo mismo hacer una gira a comunidades de mexicanos en los EUA para tratar de buscar su voto, que, a países como Alemania, en donde no hay una comunidad de connacionales significativa. Esto debería estar expresamente prohibido en el periodo electoral a los aspirantes a un puesto oficial, pues alguien que no tiene una representación oficial (aún, en el mejor de los casos), no puede comprometer ni solicitar nada a un gobierno extranjero a nombre de nuestro país. ¡Pero eso sí, los detractores de ‘ya sabes quién’ magnifican la supuesta intervención de Rusia, Venezuela, Cuba y la Conchinchina! Cosas veredes, Sancho, dijo el Caballero de la Triste Figura del inigualable Miguel de Cervantes. Con un saludo cordial desde la tierra en que los maestros que reclaman sus derechos son llevados desde Veracruz hasta Perote para multarlos por ‘una infracción de tránsito’ por haber trastornado el sueño de nuestro irascible caciquillo.” + + + A quien mandaron a Washington, como si fuera la chacha, fue a la enferma –“el alcoholismo es una enfermedad”, señala la OMS— Claudia Ruiz Massieu, para denunciar ante el encargado en turno de la OEA el enriquecimiento de Ricardo Anaya. Éste, por si las flies, canceló su visita a la capital imperial. + + + Y al candidato del Frente por México lo recibieron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, una suerte de tonton macoutes, que se presume fueron enviados por el PRI. Sí, tiene razón Diego Fernández de Cevallos. Ya nada más falta que lo maten.
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