Manita de gato
¬ Augusto Corro miércoles 14, Mar 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los aspirantes a diputados y senadores recibieron una capacitación exprés para presentarse como artistas de cine en la campaña electoral.
Entre los consejos que recibieron los políticos, se encuentran el de usar la ropa adecuada en lugares calurosos o fríos. Claro, cortarse el cabello y el bigote. También evitar el uso de accesorios de marca.
Además, ducharse con frecuencia y usar jabones “con efecto frío, como los que tienen elementos como limoncillo o hierbabuena, así como mentolados que refrescan y calman”.
En otros renglones del “código de vestimenta para la persona pública” se contempla la sustitución de la guayabera tradicional, utilizada por todo político de siempre, por una camisa de lino o algodón muy delgado, en colores pasteles.
Bueno, ahí tienen ustedes la manera en que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) buscará manejar la imagen de sus competidores a cargos de elección popular. Como se ve, esa organización política le apuesta mucho a la imagen.
Se podría entender que si la envoltura del producto (político) es buena su venta estaría asegurada. ¿Usted lo cree así? Porque la clase política mexicana está tan desprestigiada, que darle una manita de gato no será suficiente.
Por una simple y sencilla razón, la vanidad del poder y del dinero los afecta profundamente. Así vemos como algunos políticos lucen relojes de millones de pesos, mancuernillas de diamantes, vehículos de los mejores, lociones y ropa de marca, etc.
Y, precisamente, es una lista larga de funcionarios o ex funcionarios que quieren un sillón cómodo en el Senado o en la Cámara de Diputados para continuar en el poder o para conseguir el anhelado fuero protector.
La sesión de imagen para los aspirantes priístas se efectuó los días 18 y 19 de febrero en el Hotel Holiday Inn de Buenavista. Se les tomó la fotografía oficial, que será ocupada en sus campañas, así como el video para redes sociales.
¿Una vestimenta adecuada será suficiente para ganar votos? Lo dudo. El PRI padece la epidemia de la corrupción de gobernadores y funcionarios públicos, enriquecidos con el saqueo a los recursos públicos.
La guayabera, prenda de vestir, que puso de moda el nefasto priísta Luis Echeverría Álvarez, fue por mucho tiempo el emblema del político corrupto. Ahora el PRI quiere que los aspirantes utilicen camisas de lino. No es mala idea.
En vez de un manual de imagen, los aspirantes a senadores y diputados necesitan más y con urgencia lecciones de honradez y de sensibilidad política: no tomar lo que no es tuyo, ni andar de fantoche, con relojes y joyas colgados, como árbol de Navidad.
CAMPAÑA CRUENTA
Siempre dijimos que la lucha por el poder se practica en varios escenarios. Uno se encuentra en el nivel más elevado: el de las cúpulas. Otro en las filas de los militantes. En el primer caso, las discusiones y las componendas políticas se realizan en restaurantes, con diálogos, etc. En el segundo caso, los pleitos tienen como elementos principales la violencia y la muerte.
Le comentamos lo anterior, porque las autoridades informaron que van 30 asesinatos de personas vinculadas al proceso electoral. ¿Cómo detener esas agresiones? Parece una tarea difícil, casi imposible de realizar.
Para nadie es un secreto que en entidades como Guerrero, Chihuahua, Jalisco, etc., la delincuencia organizada también interviene para eliminar a aquellos posibles candidatos que no aceptan arreglos o convenios con las bandas de hampones.
Las autoridades tendrán que empeñarse en orientar a los electores a dirimir sus problemas a través del diálogo. Será muy complejo hacerlo, porque la revoltura de partidos, las coaliciones de organizaciones políticas sembraron un sinnúmero de inconformidades.
¿Y LOS MENORES?
La ola de violencia crece en la Ciudad de México con más menores de edad como personajes centrales.
El último caso fue el de dos adolescentes Arturo, de 14 años, y Francisco Fabián, de 15, quienes asesinaron a otros dos de 15 y 16 años, de nombres Edson y Omar, respectivamente.
Los niños se disputaban un punto de venta de drogas al menudeo, según declaraciones de la policía. Los hechos se registraron en las calles de Atexcal y Chimalpopoca, colonia Arenal.
Francisco Fabián fue señalado como el jefe de un grupo de narcomenudistas que tenía en sus filas a un niño de 12 años. ¿Usted qué opina?