Inglaterra, no Rusia, metida en nuestro proceso electoral
Francisco Rodríguez viernes 9, Mar 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Los medios más conspicuos de la Pérfida Albión se espantan del retorno al nacionalismo. Temen que regresemos a los orígenes fundacionales de esta nación los mismos que se han aprovechado de su abandono. Son las lágrimas de cocodrilo que llora mientras devora a sus presas.
Las mismas que soltó cuando el mortífero derrame de combustible de la British Petroleum sobre el Golfo de México que causó una tragedia ambiental exigible ante tribunales internacionales y que tuvo que ser acallada mediante un moche gigantesco de miles de millones de dólares al peculio personal de la familia Calderón Hinojosa Zavala Gómez del Campo.
Las mismas de las tragedias mineras de Real del Monte, que ahora se repiten en Pasta de Conchos y debe ser perseguida con ferocidad por sus testaferros del Grupo México para neutralizar a quienes se opusieron al avasallamiento y ponen en pie de guerra al sindicato nacional de la industria minero metalúrgica.
Las mismas que derramó después de que envalentonó al mercenario George Walker Bush para que fundara su estación colonia en Nicaragua, bajo el nombre del Reino de los Mosquitos. Y luego de la descarada invasión de las islas Malvinas en Argentina.
Las mismas que soltó cuando abrazó la carrera enfermiza de Bush en sus invasiones preventivas sobre Irak, después de que remató en las galerías Sotheby’s las piezas robadas de Bagdad, los enormes monumentos a la escritura pictográfica y a los inicios de toda civilización humana, entre los ríos Tigris y Éufrates.
Las mismas de la invasión petrolera de la Standard Oíl, precursora de las seis hermanas anglosajonas depredadoras en la explotación mexicana y de todas latitudes entre Cáncer y Capricornio. La misma Gran Bretaña que decidió, a través del Brexit, dinamitar la integración de la Comunidad Europea, contrapeso fundamental al neoliberalismo.
¡Qué horror!, dicen, que México esté pensando en votar por el retorno al nacionalismo democrático y poner un valladar a nuestra ambición. Todo porque el candidote “ciudadano” del PRI-ITAM no puede despegar en las encuestas, y en una pésima fusilata colosiana se declara enemigo a muerte de los que tratan de recuperar la dignidad.
Desde Napoleón hasta Pérez Galdós se ha utilizado el mote de la Pérfida Albión para señalar al Imperio que siempre ha roto sus pactos y compromisos internacionales, que abraza cualquier doctrina de explotación para uncirse al cabús de los explotadores. Desafortunadamente, lo albo hace referencias a la majestuosa blancura de los riscos de Dover, una maravilla natural.
Los peores consejeros en la materia, alertan a los inocentes mexicanos que ahora piensan en depositar su voto para acabar con siglos de amargura, para echar a la basura un sistema presidencialista con 200 años de alcahuete de todas sus aventuras estadounidenses. Lástima que nos quedemos cortos hablando de la perfidia inglesa, inseparable de la de nuestros vecinos del Norte.
Las cinco sextas partes del mundo son el rostro de la pobreza. Y todas las ilusiones del intervencionismo estatal y del bienestar han fracasado. En gran parte, debido al ferrocarril neoliberal que echaron a andar Margaret Thatcher y Ronald Reagan desde los 80’s del siglo anterior. Lo demás son polvo de aquéllos lodos.
El nacionalismo democrático ya no admite más promesas vacuas
Las lágrimas del cocodrilo llegaron tarde: su presa ha sido devorada. En jornadas de resurgimiento de la conciencia cívica las preferencias de los mexicanos han decidido enlistarse en las filas de los eternos oprimidos que cobra gran influencia en la recomposición de corrientes progresistas de Europa, Asia, América Latina y los mismos Estados Unidos.
Hoy, recobra su exacta dimensión el nacionalismo democrático que ya no admite más promesas vacuas del reformismo capitalista, como lo proponen la seudoizquierda y la socialdemocracia ligada a la Tercera Vía, cómplice absoluto de las guerras preventivas, donde nosotros formamos parte de los ejes del mal para el republicanismo anaranjado.
Convoca a no seguir siendo tapadera de las insensateces del Imperio, a imponer a la propiedad privada, mayoritariamente extranjera, las modalidades que reclama el interés público, según la Constitución mexicana, para hacer una distribución eficiente y justa de la riqueza pública, para cumplir sus compromisos con los de abajo.
Convoca a frenar la privatización indiscriminada. A contener y regular la apertura comercial y financiera. A qué el Estado intervenga decididamente, como era la costumbre y la ley, en la dirección económica para beneficio de las mayorías. Es la lucha del pueblo frente a la codicia extranjera. Es también nunca más volver a creer que un país deba ser el producto de una simple copia.
Extirpar del cuerpo social esa enfermedad de los modelos populistas de crecimiento que resultaron ser apariencias del nacionalismo ante el acoso del Jefe Imperial; maneras de esconder la falta de ideas para resolver la pobreza, planteamientos de programas políticos mínimos que no iban más allá de perjudicar a las clases medias para presumir que se había distribuido el ingreso nacional.
El nacionalismo, bosquejado en algunas constituciones de avanzada social, vivió momentos estelares, desgraciadamente aislados y esporádicos. Hoy se requiere como una fórmula de supervivencia, de respuesta a la opresión, una manera de vivir dentro de la normalidad republicana, con la participación de una coalición de fuerzas reales en el gobierno. No más chispazos, fulgores, fuegos de artificio y ocurrencias. Debe ser la norma de la convivencia. El nacionalismo mexicano, ejemplar e histórico por donde se le quiera ver, ha vencido enemigos mejor equipados que estos impostores y malgaches.
Porque ni la Pérfida Albión, ni los Estados Unidos han producido alguna doctrina para el desarrollo de esta periferia. Los momentos estelares han sido sustentados en las concepciones originales de la legislación social alemana de 1880 y sostenida por teóricos laboralistas. De allá vienen la República de Weimar y la Constitución del ‘17.
Todo lo demás son cuentos de codiciosos que inspiran a los financieros gabachos quienes nos tienen la pata en el cogote. Los que han inventado a la sociedad esclavista mexicana, dispuesta a rendirse a los peores postores de su historia.
¡México va por el nacionalismo democrático. En buena hora!
Y eso no les gusta a los ingleses, ya metidos hasta la cocina de nuestro proceso electoral en apoyo a ese mal guiso que resultó el pri-itamita José Antonio Meade.
¿Quiere usted seguir comiendo más de lo mismo?
Índice Flamígero: ¡Helicopterazo en Ixtapan de la Sal! Silencio cómplice han guardado en el Estado de México, tras la caída la noche del martes 6 de una aeronave en el Country Club de la localidad que, se presume, ya no es propiedad de la familia Sanromán, sino de Enrique Peña Nieto. Casualmente, el viernes de la semana anterior usted leyó aquí: “ ¿A qué se deben tantos vuelos de helicópteros oficiales a la residencia veraniega de EPN en Ixtapan de la Sal? Vecinos de la localidad reportan que a diario se dejan caer por ahí ese tipo de aeronaves, una y otra vez. ¿Ya está desalojando Los Pinos? ¿Usa esos aparatos como si fueran camión de mudanza?” El helicóptero caído, ¿era del EMP? ¿Particular? ¿Y las víctimas? + + + Sí resultó excesivo que Luis Videgaray abriera las puertas de Los Pinos a su cuate Jared Kushner, quien vino a leerle la cartilla a EPN, de parte de su suegro Donald Trump. Tal se colige por el boletín oficial, toda vez que fue “de cajón”. Puro bla, bla, bla. Nada dice de la sustancia del encuentro que, de haberla tenido favorable para Peña Nieto, hubiese sido más prolijo en su contenido. + + + Más que ayudar a José Antonio Meade, de quien se muestra apoyador, el mariguano Vicente Fox Quesada lo hunde. Sus calificativos —”majaderos, vulgares”, dijo AMLO— lo muestran tal cual. Lo peor es que la yerbita vaciladora ya le provocó amnesia, pues ahora dice no recordar como intervino directamente en la intentona de descarrilar la candidatura de López Obrador en el 2006. Debería darnos vergüenza haberlo tenido como Presidente de la República. + + + Y la semana próxima, el Senado de la República discutirá la minuta que le envió la Cámara de Diputados con una reforma al artículo 1916 del Código Civil Federal, que establece que se considerará como hecho ilícito la comunicación, a través de cualquier medio, de un hecho, cierto o falso, que pueda causar deshonra, descrédito, perjuicio o exponer al desprecio a alguien. ¡Otra Ley Mordaza, pues! La presentó el PRI, en las últimas horas del periodo que finalizó en diciembre. Es electorera y, además, una espada de Damocles sobre la cabeza de los periodistas libres, lo mismo que de tuiteros y feisbuqueros, por lo que también la han llamado #LeyMeme. Ahí se lee que quien difunda información “cierta o falsa” que cause “deshonra o descrédito a alguien”, deberá quedar sujeto a la reparación del daño moral. Así, en la reparación del daño moral se considerará el hecho ilícito “de quien comunique, a través de cualquier medio tradicional o electrónico, a una o más personas la imputación que se hace a otra persona física o moral, de un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que pueda causarle deshonra, descrédito, perjuicio, o exponerlo al desprecio de alguien”.
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