Las amenazas de Anaya
¬ Augusto Corro viernes 9, Mar 2018Punto por punto
Augusto Corro
El candidato presidencial frentista (PAN, PRD y MC), Ricardo Anaya dirigió sus baterías contra el expresidente Felipe Calderón.
Amagó con investigar al panista por la Estela de Luz, un asunto que estuvo enmarcado en el escándalo de la corrupción, por sobrecostos y favoritismos. Se duplicó el precio del monumento.
Recalcó el aspirante presidencial que no habrá “perdón ni olvido sean del partido que sea”. Claro, si llega al poder. El caso de la corrupción en la Estela de Luz podría ser un lío menor si compara con la guerra fallida de Calderón contra la delincuencia organizada, que registró más de cien mil muertes violentas.
El presupuesto inicial para la construcción de ese monumento al despilfarro (con la forma de galleta suavicrema) fue de 400 millones de pesos y tuvo un costo final de mil 304 millones 917.7 mil pesos. Vaya saqueo.
Además las bandas de narcotraficantes se multiplicaron y se dispersaron hacia otros estados a sembrar el terror. En 2011, el abogado mexicano, Netzaí Sandoval, presentó ante la Corte Penal Internacional (CPI) una demanda contra Felipe Calderón por la comisión de diversos delitos de lesa humanidad.
El expediente lo integraban 470 casos documentados de asesinatos, torturas, desplazamientos forzados y reclutamientos de menores que se produjeron en un contexto generalizado de violencia sistemática que llevó a México a una crisis humanitaria.
La cola de acusaciones que arrastra Calderón es muy larga. Ahí está, por ejemplo, la lista interminable de las violaciones a los derechos humanos generalizadas, como detenciones arbitrarias, tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, cometidas por fuerzas policiales y de seguridad.
Anaya, de cumplir su amenaza, tendrá que investigar más a fondo a su adversario político, que se mantiene con su juego político de dos caras: continúa sin renunciar al PAN y es el operador principal de su esposa Margarita, candidata presidencial independiente, tras renunciar al partido blanquiazul.
Además, en el interior de Acción Nacional se libra una lucha intensa entre los “calderonistas” y los “anayistas”, pronostica más divisionismo y el éxodo de militantes hacia otras organizaciones políticas.
Las fotomultas
Un juez determinó que el sistema de fotomultas del gobierno de la Ciudad de México es inconstitucional.
Está bien saberlo. Ahora es importante que alguien se lo diga a las autoridades capitalinas que no saben de dónde sacar dinero.
El jefe del gobierno, Miguel Angel Mancera, no tuvo que promover una campaña en su contra entre los habitantes de la CDMX.
Con la aplicación de las fotomultas y la operación de radares de velocidad se echó a la bolsa un número ilimitado de enemistades.
Porque las fotomultas y los radares de velocidad sí eran necesarios, pero en las madrugadas, en horas en que las avenidas se encuentran vacías.
Prevenir las muertes de personas siempre será una excelente idea; pero aplicar multas sin ton ni son, solo reflejaron el abuso de las autoridades.
¿Cómo es posible que en las avenidas, en el Circuito Interior, etc., consigas una infracción por conducir a altas velocidades, cuando te encuentras en el corazón de un embotellamiento cotidiano de vehículos?
Con unos cuantos kilómetros de más que violes el reglamento vial, es más que suficiente para conseguir una multa. Las infracciones suman millones de pesos. ¿Cuál es su destino?
Cinismo de gobernadores
En Jalisco la ola de violencia continúa. En Guadalajara y en el interior de la entidad van 37 ejecuciones en los primeros días de marzo.
¿Y qué opina el gobernador jalisciense Aristóteles Sandoval tras el registro de 17 personas asesinadas en cerca de 12 horas? Pues que “vienen días complicados, no les miento”.
Vaya declaración del mandatario. Además reconoció que la situación en el estado es crítica. Agregó que la ola de violencia no se va a terminar.
Los gobernadores ya se acostumbraron a presenciar los hechos cruentos, por las razones que sean, y poco o nada hacen para evitarlos.
Cuando la violencia es incontrolable, lo primero que hacen las autoridades es solicitar al gobierno federal la presencia de la fuerza pública: Policía Federal, Ejército o Marina.
Los gobernadores, desde la comodidad de sus oficinas, asumen su papel de testigos y nada más. Su papel de autoridad no lo tomaron en cuenta sus policías, que ante los bajos salarios optan por cobrar en las nóminas de las bandas y en las del gobierno.
Jalisco no es la única entidad donde el gobernador mostró su ineptitud en el combate a la delincuencia. Sobran los ejemplos. Tendremos que esperar más días complicados como lo vaticinó Sandoval.
Feliz fin de semana