Genaro García Luna
Francisco Rodríguez martes 7, Dic 2010Índice político
Francisco Rodríguez
PENSÉ QUE NUNCA felicitaría a Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, por alguna de sus acciones. Hoy me voy a comer mis palabras. Debo extenderle mi más entusiasta congratulación al conocer que, felizmente, tras el asesinato de 12 alcaldes en lo que va de este sangriento 2010, ha diseñado un Protocolo de Seguridad para los Presidentes Municipales que, estoy seguro, a nadie se le habría ocurrido.
Presentado por el señor Poiré hace apenas una semana -momento más que oportuno, ahora en las vísperas de que un puñado de ediles tomen posesión de sus encargos en diversas entidades del país-, con diapositivas en power point que, por alguna razón, me hicieron recordar aquel “nintendo” del fallido procurador Carpizo, el protocolo deberá causar la envidia de entidades policiacas como la británica Scotland Yard, la Sûreté francesa o aún el FBI de los vecinos del norte.
Porque, mire usted, de acuerdo al reporte del diario Milenio -vocero oficioso de la SSP garcialunesca ¿o garcíalunática?- el documento, que consta de nueve páginas, tiene cual objetivo prevenir, disuadir y reaccionar ante los riesgos que enfrentan los alcaldes, y no se limita sólo a las autoridades, sino que también hace extensivas las medidas para cónyuges e hijos.
El protocolo hace recomendaciones que a nadie se le habían ocurrido: van desde la compra de autos blindados y la utilización de chalecos antibalas, hasta el diseño de círculos de protección durante actos públicos. De verdad, ¿no cree usted que esta es una gran idea? ¿Una ideota?
Ideota que les llevó tiempo preparar. Porque ya el 28 de septiembre pasado el vocero de Seguridad Nacional, Alejandro Poiré, adelantaba que en la SSP federal estaban más que atareados preparando esquemas de seguridad para los alcaldes ante la ola de violencia que azota los palacios municipales en diversos puntos del país.
“En el seno del Gabinete de Seguridad Nacional se está trabajando, no solamente para identificar con toda precisión los posibles actores que puedan ser sujeto de particular riesgo, sino para ofrecer, desde el punto de vista del gobierno federal, como se ha hecho desde el principio, a las autoridades locales y a las autoridades municipales, todos los mecanismos que sean necesarios para poder asegurar la protección de aquellos servidores públicos que puedan estar en riesgo por el ejercicio de sus funciones”, expresó entonces el brillante funcionario federal.
Y valió la pena la espera. Porque tan valioso documento -ya al alcance de los alcaldes- divide sus recomendaciones en tres apartados: seguridad física, seguridad en la información y perfil de los integrantes del equipo de seguridad.
Los presidentes municipales de entidades amenazadas por la delincuencia, según expresa el documento, deberán contratar a seis guardaespaldas -ni uno más, ni uno menos- para su protección. Ellos estarán equipados con seis armas largas y 10 cortas. También se sugiere el uso de chalecos y cascos antibalas.
La Secretaría de Seguridad Pública es muy puntual en el tipo de vehículos que deberán transportar al presidente municipal y a su círculo de seguridad. Sugiere adquirir camionetas modelo Suburban, Expedition, Durango o Grand Cherokee. Cualquiera de ellas deberá de estar blindada en caso de que haya un riesgo alto en el municipio. Aunque el documento no especifica qué elementos evalúa la secretaría para determinar el nivel de riesgo en cada entidad.
También se recomienda la compra de equipo de radiocomunicación con frecuencias distintas a las del resto de la policía.
Entre otras recomendaciones, la autoridad federal representada por García Luna exhorta también a realizar un esquema de seguridad basado en el modelo de círculos concéntricos alrededor del presidente municipal. El objetivo es crear esferas de seguridad en los lugares donde se desarrolle la vida personal y profesional.
También se pide al equipo de seguridad de los presidentes municipales diseñar rutas de tránsito, variar horarios y acciones rutinarias, así como mantener un bajo perfil en la vestimenta y en el discurso. Y también se hace hincapié en que en caso de ser necesario se debe enfrentar el suceso, balaceras o atentados, con decisión, nada de cobardías.
¿Qué le parece a usted? ¿No es este un gran documento? ¿No cree usted que por esto García Luna merece nuestra felicitación?
Y es que, imagínese usted cómo habrá caído el protocolo tal en los edificios edilicios donde las más de las veces no hay ni para pagar la nómina de los trabajadores de limpia. ¿Suburban? ¿chalecos antibalas? ¿armas largas? ¿equipos de radiocomunicación?
¡Qué ideota! ¿O no?
Índice Flamígero: “Vamos a cambiar todos los focos de México”, anunció ayer el señor Felipe Calderón. Habrá que renovar también los de algunos funcionarios del área de seguridad pública a quienes, está visto, “ya no se les enciende”.