Al amenazar y acusar a Peña Nieto, Anaya Cortés busca impunidad
Roberto Vizcaíno martes 6, Mar 2018Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Ricardo Anaya y quienes claman ante el presidente Enrique Peña Nieto no use a la PGR como instrumento contra el candidato presidencial del PAN, PRD y MC, simplemente no conocen al mexiquense.
Peña Nieto no es por mucho un personaje que se parezca a Vicente Fox, quién se “dobló” ante las posibles consecuencias del desafuero de Andrés Manuel López Obrador en 2005.
Para nada, si su PGR ha llegado hasta donde ha llegado en el caso de lavado de dinero del queretano, Peña Nieto no va a dejar ir a Anaya.
Es obvio que hoy la PGR está administrando el caso y que trae al panista del rabo con datos duros encima. Hoy por ello el candidato presidencial de PAN, PRD y MC anda como conejo lampareado, sin saber para dónde correr ni qué más decir.
Y Anaya es el primero que sabe lo que traen contra él.
Basta revisar fríamente los mensajes que surgen del gobierno, del PRI, del entorno del candidato presidencial del PRI, PVEM y Panal José Antono Meade, y el tono con que lanzan un mensaje estructurado respecto al caso de Anaya, para entender que el tema no tiene vuelta para el presidente Peña Nieto.
En ninguno de ellos –ya sea Meade, Ochoa Reza, Lozano o Nuño–, hay tropiezos, ni se ven dudas, todos siempre echados para adelante.
Es obvio que el queretano está metido hasta las orejas en lo de lavado de dinero.
Y no sería extraño que los 10 millones de pesos con que Anaya compró el terreno a su amigo el empresario Manuel Barreiro y los 54 millones con que luego este le compró una nave industrial, provinieran todos de los “moches” operados desde la Cámara de Diputados, de la cual el queretano fue presidente y coordinador de su bancada.
Sin duda eso lo sabe bien Barreiro, quien hoy está metido en el peor agujero en el que pueda caer una persona, no sólo huyendo en Canadá, sino a punto de ir a prisión y de perder todo, prestigio, vida empresarial, recursos, bienes y quizá hasta familia y amigos. Todo.
Y es muy posible que el empresario queretano esté hoy ya en una negociación avanzada con la PGR que lo coloque como “testigo protegido” para que –poniendo a salvo propiedades, dinero de cuentas y su libertad-, diga cómo llegó a los acuerdos con Anaya que lo convirtieron en su lavador del dinero.
Si esto que corre por mesas de alta política es cierto, Anaya ya no es el candidato presidencial del Frente PAN, PRD y MC. Que sólo será cosa de días, quizá un par de semanas, para que el poblano Rafael Moreno Valle lo sustituya.
Busca impunidad amedrentando
El otro que está a punto de perderlo todo, es justamente Ricardo Anaya.
De ahí su desesperada búsqueda de victimización, afirmando que lo del lavado de dinero es sólo una argucia, que no hay nada de eso, que lo quieren implicar en este caso sólo para retirarlo de la contienda presidencial ante lo que afirma que a él no lo van a doblar, y que sólo muerto lo sacarán de este proceso electoral.
El caso es que, de ser cierto como creo lo del lavado de dinero y los “moches”, Anaya está más que muerto políticamente, y a un pié de la cárcel.
Con todo casi perdido, el candidato presidencial del Frente PAN, PRD, MC intenta meter al gobierno de Enrique Peña Nieto en la encrucijada de una percepción ampliada de que usa las instituciones del Estado en forma facciosa.
Por ello le exige a Peña Nieto parar la investigación. “Así no”, le dice al Presidente.
Pretende obligar al mexiquense de Los Pinos a responderle, lo cual el mandatario no hará nunca, porque entonces violaría no sólo el “debido proceso” del caso sino la autonomía de la PGR.
Hoy, cierto o no, la PGR debe actuar fuera de las decisiones políticas no sólo del Presidente de la República, sino de cualquier otro centro de poder.
México no vive la circunstancia de la Presidencia omnímoda del siglo anterior en la que el Presidente de la República designaba a todos y ordenaba que hacer a todos.
Hoy hay normas y Leyes, equilibrios y autonomías que no se puede brincar. Menos por petición o presión de un político.
Por esto mismo la carta de los llamados intelectuales pidiéndole lo mismo, no tendrá la respuesta que estos quieren.
Enrique Peña Nieto está obligado a ir a fondo en el caso de Anaya, a no actuar fuera de la Constitución y de los equilibrios de separación y soberanía de los poderes y con decisión.
Ya me imagino al mexiquense diciéndoles a todos: “bueno, está bien, ya voy a parar la investigación como me lo han pedido, pero díganle a Anaya que se comporte y deje de fastidiarme”.
Al minuto siguiente terminaría su mandato.
Y no, la PGR no puede parar la investigación, porque entonces estaría confirmando que el caso de lavado de dinero del queretano fue por consigna.
Así que no desesperemos y esperemos a que la PGR actúe, que puede ser en cualquier momento.
Derechos humanos de migrantes
Acompañada por Ernesto Cordero, la presidente del Senado, la ahora senadora de Morena, Gabriela Cuevas, presentó ayer una iniciativa de reforma a fin de adicionar y derogar disposiciones de la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político.
Indicó que esta reforma busca establecer un eje que garantice el pleno respeto de los derechos humanos de quienes buscan y reciben asilo en México.
Ello, agregó, cobra especial relevancia ante la tendencia a la alza de las solicitudes de refugiados., sobre todo los que llegan de Venezuela.
En 2016, explicó, los solicitantes sumaron 8 mil 788, mientras que para 2017, la cifra alcanzó los 14 mil 596, según reportó la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.
“Nos preocupa el verdadero ejercicio y respeto de los derechos humanos de todas las personas independientemente de su condición migratoria. En este proceso hemos trabajado de manera cercana con la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados y la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
“Buscamos que México cuente con una Política Exterior ejemplar en un momento en el que muchos países han decidido cerrar fronteras o construir muros, o donde se apela a un discurso fácil queriendo culpar a los migrantes o a los refugiados de aquellos problemas que algunos gobiernos no han sabido responder.
“México no se encuentra en esa tesitura y el mensaje que hoy mandamos al mundo es de unidad en torno a los derechos humanos de absolutamente todas las personas”, precisó la senadora Cuevas.
Y agregó
“En 2014, apenas 39.7% de los solicitantes recibía el reconocimiento de la condición de refugiado.
Hoy esta tasa de reconocimiento se elevó a 63.1%, lo que da una clara intención por mejorar la política humanitaria de nuestro país”.
Pero ello no es suficiente, por lo que hay que:
1) Armonizar el reconocimiento de la condición de refugiado con instrumentos internacionales y recomendaciones de organismos internacionales de derechos humanos en la materia. 2) Sistematizar las bases para la atención y asistencia de asilados políticos, refugiados y personas a las que se les ha otorgado la protección complementaria. 3) Garantizar el pleno respeto a los derechos humanos de las personas que buscan y reciben asilo en nuestro país.
vizcainoa@gmail.com
www.endirecto.com.mx
@_RVizcaino
facebook.com/rvizcainoa