Democracia y derroche de dinero
¬ Augusto Corro martes 6, Mar 2018Punto por punto
Augusto Corro
México cuenta con dinero suficiente para practicar la democracia a su manera. Lo saben muy bien los políticos que participaron en las precampañas electorales recientes. Los aspirantes presidenciales se gastaron alrededor de 86 millones de pesos.
Tres de esos precandidatos invirtieron sus recursos para reconfirmar que fueron los elegidos en sus partidos para participar en la contienda electoral. Los aspirantes presidenciales independientes ocuparon el dinero para su tarea de conseguir firmas y registrarse.
Uno será el ganador. Los demás competidores saben que sus ambiciones no tenían razón de ser. No les importó. Los recursos económicos que gastaron no fueron de su bolsa. Los puso el contribuyente y aportaciones provenientes de simpatizantes.
Entonces ¿por qué no participar? Las precampañas sirvieron para que en los partidos políticos se definiera quien sería su abanderado en competencia electoral. Ya se sabía de antemano quienes serían los designados. ¿Fue necesario gastar tiempo y dinero?
Todo mundo sabía que Andrés Manuel López Obrador sería el candidato de Morena; Ricardo Anaya de la coalición Por México al Frente, y José Antonio Meade Kuribreña, del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Los tres aprovecharon la oportunidad para promover su imagen política. El primero gastó en la precampaña 9.6 millones de pesos; el segundo, 15.4 millones de pesos, y el tercero 23.6 millones de pesos.
Otros tres precandidatos presidenciales de los llamados independientes participaron en las precampañas, con el propósito de juntar alrededor de ochocientas mil firmas, para aparecer en las boletas electorales del 1 de julio próximo.
Es posible que registren su candidatura, pero no se les ve ninguna posibilidad de triunfo. Nos referimos al ex priÍsta, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, gobernador con licencia de Nuevo León, quien gastó 19.1 millones de pesos.
La otra aspirante presidencial independiente, Margarita Zavala de Calderón, gastó 13.8 millones de pesos en la recolección de firmas. El otro precandidato, Armando Ríos Piter, también sin partido político, invirtió 5.2 millones de pesos.
Así pues, los seis aspirantes presidenciales mencionados derrocharon el dinero en un país que tiene más de 53 millones de pobres, universidades con presupuestos raquíticos, pésima atención en servicios de salud, etc., pero eso sí, cuenta con una democracia de primer mundo, aunque los beneficios que ella produce sean disfrutados por unos cuantos.
CONTRA LAS DROGAS
El presidente Donald Trump dijo que México debe hacer más para detener las drogas que entran a Estados Unidos (EU).
El problema de los estupefacientes tiene agobiado al mandatario estadounidense. Ya el año pasado declaró una “emergencia de salud pública nacional” ante la crisis por el consumo de opiáceos.
Pero como todo mundo sabe, los discursos nunca solucionan conflictos. El caso es que en EU se encuentra el mercado más grande de consumidores de droga.
Y si hay demanda de estupefacientes abundarán los proveedores que cierren el círculo de consumo. Solo que en la operación de la oferta y la demanda, EU pone a los viciosos y México a los muertos.
La violencia de los cárteles de la droga registró miles de muertes en los últimos once años, como si se tratara de una guerra encarnizada.
El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, respondió a Trump que el tráfico ilegal de drogas es una responsabilidad compartida de ambos países.
Explicó el funcionario mexicano que sólo trabajando juntos (México-EU) sobre la oferta y la demanda se puede terminar con el flujo legal de drogas, dinero y armas entre los dos países.
La producción y trasiego de estupefacientes tienen a nuestro país en una espiral de violencia que da como resultado miles de personas asesinadas, desaparecidas, etc.
Es cruenta la lucha de los narcotraficantes por las plazas, las vías y las zonas productoras de drogas. El ejemplo lo tenemos en Guerrero. Una entidad donde se vive al filo de la muerte.
¿Quién controla el contrabando de armamento? Las armas se consiguen con facilidad en EU y traerlas a México que no tiene problemas. ¿Y las aduanas de ambos países? ¿No hay?
El problema de las drogas de su producción y consumo seguirá por años. Ni siquiera el muro fronterizo de Trump servirá para contener el flujo de estupefacientes a EU, su mercado es amplio y cuenta con narcodelincuentes dispuestos a llevar sus productos hasta el fin del mundo si es necesario.