Pues no, Meade no rompió tampoco ayer con Peña Nieto
Roberto Vizcaíno lunes 5, Mar 2018Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
La esperada, ansiada entre muchos ruptura de José Antonio Meade con Enrique Peña Nieto no se dio ayer durante su participación como orador único en la celebración del 89 aniversario del PRI.
No fue el suyo un discurso como el de Luis Donaldo Colosio del 6 de marzo 1994, aunque repitiera que el México de hoy sigue siendo el que tiene “hambre y sed de justicia”.
Más que deslindes, críticas hacia le gestión del mandatario saliente, que los hubo, prevalecieron los reconocimientos.
Y, para que no quedaran dudas de que lo que dijo, el tono que usó son los que él siente y piensa, Meade aprovechó una frase para dejar en claro que sobre él no hay otra voluntad más que la suya.
Hablaba de su condición de candidato ciudadano, lo cual aprovechó para definirse a fondo frente a lo que para él representan Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya:
“… soy un ciudadano con una trayectoria limpia, una vocación de servicio, con claridad de visión cultural, económica y social… yo no promuevo el odio, sino el respeto a los demás; no aliento división, sino unidad, no creo en los extremos que polarizan, soy un hombre con experiencia, ideas… por cierto (hizo una pausa en medio del silencio de los muchos miles que estaban a su alrededor, enfrente de él), con ideas propias…
“Soy un hombre con valores e ideales, honestidad, honradez y decencia adquiridos de mis abuelos, padres, y que transmito a mis hijos”.
Lo de ideas propias permeó, y dio cauce a un gran aplauso.
Legítimas expresiones de enojo
Suave, terso como suele ser, el candidato presidencial del PRI, PVEM y Panal reconoció que hoy, pese a los avances, existen “en México legítimas expresiones de enojo y decepción… un fundado reclamo y frustración, malestar e indignación por la inseguridad y la violencia, por la impunidad y la corrupción… ellos y yo, como nadie, repudia la corrupción y exigen que se castigue a quienes han violado la ley sean del partido que sea…”
Hasta ahí su posicionamiento iba de lo mejor, a tono con lo que
piensan y sienten millones de mexicanos.
Pero no pudo sustraerse de aprovechar el impacto discursivo para descalificar a los de enfrente.
Agregó:
“Nadie puede dejar de explicar de qué ha vivido (obvio hablaba de AMLO)… ningún candidato puede utilizar la contienda para lavar sus culpas y su dinero, no hay cortina de humo que valga: el que la hace debe pagarla (y de Anaya)”.
Frente a ellos, indicó, “marcamos distancia y exigimos castigo para quienes incumplen la ley… pintamos nuestras rayas con quienes se han aprovechado para llenar sus bolsillos a costa del esfuerzo de los demás (¿hablaba de los que se señalan dentro del gabinete actual?)…”
No lo explicitó a pesar de que hay muchos, decenas de ejemplos entre secretarios de Estado, directores y gobernadores.
Consideró que México vive una encrucijada en la que se juega su destino.
Por ello pidió asumir este 89 aniversario del PRI como la antesala de una gran victoria porque los priístas no se pueden permitir una derrota.
“No podemos porque México no quiere aventuras políticas… México no quiere saltos al vacío… México no quiere retrocesos… México no quieres demagogia… queremos un México democrático, un México que gane, un México justo y próspero, un México para todos… ¡vamos a dar la batalla de nuestra vida!”, subrayó.
Los Méxicos del PRI
Al inicio, luego de batallar durante casi media hora para llegar al pódium acompañado por su esposa Juana Cuevas, ya que la pareja tuvo que saludar a miles, abrazarlos, sonreírles, sacarse muchas selfies, el candidato hizo una síntesis de los 89 años de historia del PRI y de los diferentes Méxicos surgidos de cada una de las etapas de este partido.
“El partido es heredero de un legado de sensibilidad y de transformación. El Partido Nacional Revolucionario y Plutarco Elías Calles transformaron una era de caudillos por instituciones, y con ello consolidaron la paz, y nosotros no vamos a permitir que regrese el México de caudillos, ni de mesías…
“El Partido de la Revolución Mexicana y Lázaro Cárdenas reivindicaron el derecho a la tierra y a la propiedad y la soberanía sobre el subsuelo; sembraron las bases de la Seguridad Social y los derechos de los trabajadores… el cardenismo hoy vibra en la CTM y en la CNC…
“El PRI con Manuel Ávila Camacho se comprometió con la democracia, la modernidad y la unidad nacional… abrieron paso a gobiernos civiles y a las causas populares que desde entonces enarbola la CNOP…
“Desde aquí, con la Unidad Revolucionaria, refrendamos nuestro reconocimiento a los marinos y soldados de México…
“Desde 1946 las asambleas nacionales han transformado al PRI de acuerdo a su tiempo… para así construir un partido vivo…
“Con Jesús Reyes Heroles se impulsó una profunda reforma política, se sentaron las bases para construir un Estado social…
“Con Luis Donaldo Colosio se asumió la justicia social como una demanda insatisfecha, y nos legó un movimiento territorial que hoy está llamado a dar una batalla para honrar su memoria…
“Con Enrique Peña Nieto los mexicanos forjamos un pacto por el país y muchos son los resultados: el sistema de justicia penal; el Estado recuperó la rectoría de la educación: la modernización de sectores como el energético, como el de telecomunicaciones y agroindustrial han dado pie a la más alta generación de empleos en la historia de México, superando (y por mucho) el registrado en cualquier sexenio anterior… y le hemos ido ganando terreno a la pobreza, sobre todo a aquella que más aflige a todos la pobreza extrema…
“En el juicio histórico del PRI se aprecian grandes aciertos y errores, hoy sabemos cuándo nos equivocamos, donde perdimos rumbo, qué decisiones implicaron costos para el país y para el partido, y cuáles, al dejarlas de tomar, pusieron en riesgo la estabilidad y el crecimiento…”, subrayó.
¿La etapa del PR-Meade?
Y adelantó que hoy lunes la nueva etapa del PRI -¿bajo su mando’-, iniciará con la integración de la Comisión de Ética aprobada en la 22 Asamblea, para vigilar y sancionar a funcionarios y legisladores del PRI en todos los niveles, que incurran en actitudes prepotentes o corruptelas abiertas.
Frente al crimen y la violencia no puede haber concesiones… es inconcebible plantear el perdón y la impunidad para los delincuentes. Para que los ciudadanos podamos vivir sin miedo, les vamos a quitar el dinero, las propiedades y las armas a los delincuentes… el destino de corruptos y criminales no será otro más que el de la cárcel…
Otros 3 objetivos serán: El compromiso es con las familias y con las mujeres. La prioridad del manejo económico será el de la economía familiar…
Tercero: un PRI comprometido con el talento de cada mexicano. Que no se olvide que el PRI impulsó la educación gratuita, y ahora vamos a garantizarles a nuestros hijos educación de excelencia.
Y el cuarto objetivo: Un PRI con vocación ciudadana, para tener un país a la medida de cada aspiración, para salir al encuentro de cada mexicano y apoyarlo de manera personalizada.
A lo largo de todo el discurso, de su entrada y salida del enorme estacionamiento transformado en el sitio de encuentro priísta al que acudieron miles de tricolores de todos los sectores, Meade fue acompañado por la cúpula del partido en el gobierno, el de mayor presencia y red territorial en el país, el partido a vencer.
Ahí al centro de la primera fila, al lado de Juana Cuevas la esposa de Meade estuvieron Manlio Fabio Beltrones y su casi hermano político Emilio Gamboa; Enrique Ochoa Reza presidente del tricolor; Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de los candidatos a senadores; Carolina Viggiano y Beatriz Paredes, María de los Ángeles Moreno y Dulce María Sauri –quien hacía años no asistía a nada del PRI-; Carlos Aceves del Olmo y atrás Carlos Romero Deschamps, y Joél Ayala, mandamás de la burocracia mexicana; Humberto Roque Villanueva, Claudia Ruiz Massieu y Rubén Moreira.
Por cierto, interesante la ausencia de José Murat. Al menos yo no lo ví. A menos de que estuviera atrás del escenario, de lo que es capaz y más con tal de estar. Dicen que ya hartó a todos con sus impertinencias y que hay la petición de que ya no le den espacios ni motivos para aparecerse en nada.
Los que sí estuvieron fueron varios secretarios de Estado, entre ellos Gerardo Ruiz Esparza y el doctor José Narro. Gobernadores priístas casi todos. Y los candidatos a gobernadores, encabezados por Mikel Arreola.
En fin, un partido bullicioso, alegre, entrón, del gusto de mi amigo el cronista Mig uel Reyes Razo. Un partido que no se ve sufra por una nueva posible derrota presidencial como lo auguran en otros escenarios.
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