Una sociedad elitista
¬ José Antonio López Sosa viernes 2, Mar 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Santiago de Chile.- Uno de los países que mayor estabilidad económica tiene en la región sin lugar a duda es este, sus indicadores lo han puesto entre los países con mejor calificación de la región, sin embargo, ello no implica que siga creciendo la pobreza y que haya problemas sin resolverse.
Ayer recorrimos el centro de Santiago, nos tocó presenciar un operativo donde los carabineros (policía local), hicieron un operativo para quitar comerciantes ambulantes de un sector peatonal justo entre la Plaza Mayor y el Palacio de la Moneda.
Evidentemente como suele ser en nuestros países, los comerciantes ambulantes actúan como mafias que llegaron a mojar y arrojar objetos a los carabineros, sin confrontarlos directamente, sin embargo no lograron evitar que se llevaran a algunas mujeres con sus mercancías.
En la revuelta fue inevitable escuchar comentarios de chilenos que por ahí transitaban, quejándose porque buena parte de estos ambulantes son de origen haitiano, colombiano y venezolano (aunque no notamos que fuesen mayoría frente a los chilenos) y, trayendo al tema la intención del gobierno entrante de Piñeira (que está próximo a tomar el poder) para como primer paso pedir un visado a los ciudadanos de Haití.
Quizá olvida un sector de la población cuando ellos fueron los migrantes, en aquellos años de la dictadura militar de Pinochet —sobre todo los primeros— donde miles salieron exiliados porque quedarse, les implicaba perder la vida (tal como miles de chilenos la perdieron en manos de una dictadura militar).
Ahora bien, luce una sociedad elitista en Chile, por lo menos en Santiago.
La ciudad está dividida de facto en dos, el centro y occidente donde se concentra el casco histórico y los barrios populares (sobre todo rumbo a Pudahuel, la zona del aeropuerto internacional) y, la zona oriente, donde está la zona de Las Condes, con barrios de clase media alta y gente adinerada.
El problema no es que existan estas diferencias que son recurrentes en América Latina, sino que parecieran dos urbes, los de un lado no van al otro, ¿por qué?, la única respuesta que entiendo se llama elitismo.
¿Dónde vives? equivale a cuánto vales como persona. ¿Dónde trabajas y en que barrios te mueves? determina la movilidad social de alguien, vaya, como si esta ciudad viviera en el Siglo XVII.
Evidentemente nada es blanco o negro de forma absoluta.
Sí se nota en una buena mayoría y nos habla de dos realidades chilenas. De un ridículo pensamiento de pertenencia a un sector tan sólo por tener o no dinero, creyendo que en ello va el éxito de una persona.