Partidos sin militancia
Alberto Vieyra G. viernes 2, Mar 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Durante el registro de la precandidatura presidencial de Ricardo Anaya ante el INE, se puso al descubierto que el PAN cuenta con una raquítica militancia de apenas 300 mil panistas de carne y hueso, distribuidos a lo largo y ancho del territorio mexicano.
Mis tres lectores y radioescuchas saben perfectamente bien que las elecciones se ganan con votos. ¿Con cuáles votos piensa ganar Ricardo Anaya y su pomposa prostituta alianza PRD-Movimiento Ciudadano? ¿Con los odiadores del PRI? ¿Con los votos del hartazgo contra el gobierno peñista? ¿Con los votos, solamente de sus militancias, que caben en un vocho o en un elevador? ¿Con el altísimo abstencionismo de hasta un 42 por ciento, como ocurrió en las elecciones federales del 2015?
¿Cómo motivará, esa alianza prostituta, a los abstencionistas e indecisos para que acudan a las urnas? ¿Acaso con publicidad basura que enferma las mentes de los ciudadanos que la escuchan hasta en la sopa y que, hasta hoy, no se traduce en mayor participación ni credibilidad en la ponzoñosa partidocracia?
Según las encuestas realizadas por el INE, organizaciones no gubernamentales y, de acuerdo con el estudio “Abstencionismo y cultura política en México”, realizado después de las elecciones presidenciales del 2012 por la Cámara de Diputados: “Es la desconfianza hacia los políticos y las autoridades, la principal causa de la omisión del voto”.
Ese es el meollo del asunto. En el estudio de la Cámara baja, se resalta: “… la omisión del voto se da más en personas de entre los 25 y los 45 años, quienes ya perdieron el entusiasmo y el interés por la política y el acontecer nacional”. El partido que más membresía posee es el PRI, con alrededor de casi 5 millones de militantes en la República.
Del tercer partido más grande en el escenario nacional, el PRD, no se tiene, hasta ahora, registro ni mucho menos de Morena, propiedad, única y exclusiva, de San Juan Diego López Obrador.
El diario británico Financial Times, acaba de dar por vencedor al priísta José Antonio Meade, pues, según el rotativo, el PRI posee una monumental estructura en todos los rincones de México, mientras que el resto de la partidocracia adolecen de esa estructura y militancia.
Habrá que añadir que, quiérase o no, el PRI es, además, el partido de la gran experiencia en el manejo del gran poder político de México.
Lo único que en este momento le causa terrible mella al tricolor, son esos malditos raterrillos de Veracruz, Javier Duarte, Roberto Borge Ángulo, de Quintana Roo, y César Duarte, de Chihuahua, que aún sigue prófugo de la justicia. Esos inmorales gobernantes son la causa de la mala fama y el odio contra el PRI.
Así que, para ganar la silla presidencial, las prostitutas alianzas tendrán que trabajar en dos frentes fundamentales: Convencer a ese 42 por ciento de abstencionistas y a los odiadores del PRI, para que se desborden a las urnas y puedan sepultar a la histórica aplanadora priísta, que cuenta, por cierto, con un enorme caudal de votos duros de ciudadanos que saben que, el México de las instituciones y de la paz social que vivió el país durante ocho décadas, se lo debemos al PRI. Los corruptos raterillos se cuecen aparte.
¿Las prostitutas alianzas del PAN-PRD-MC o Morena y compañía, serán, por lo menos, capaces de motivar a su militancia para que salga a votar?