Venganza
¬ Augusto Corro jueves 1, Mar 2018Punto por punto
Augusto Corro
¿De qué dimensión será la guerra de lodo en la campaña presidencial electoral? Lo que empezamos a ver es que será una lucha sin contemplación alguna. Así se ve en los ataques contra Ricardo Anaya, candidato del Frente (PAN, PRD, MC), quien es acusado del delito de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
La Procuraduría General de la República (PGR) inició las investigaciones del caso con una celeridad inusual que permitirá saber, también con rapidez, el grado de responsabilidad del frentista en la comisión de un delito.
Y es, precisamente, lo que esperan sus enemigos: que Ricardo Anaya no aparezca en la boleta electoral el 1 de julio. A eso le apuestan. Mientras continúa la investigación, las repercusiones políticas en la coalición “Por México al Frente” surgen rumores sobre un Plan B para sustituir al actual candidato.
Es en el propio Partido Acción Nacional (PAN) donde los inconformes, resentidos y afectados en sus intereses por la política de Ricardo Anaya, ven la posibilidad de vengarse. Uno de esos políticos es el ex gobernador poblano, Rafael Moreno Valle.
Claro, todavía tienen que ocurrir muchas cosas, pero el ex gobernador no quita el dedo del renglón, de alcanzar la candidatura presidencial, en caso de que Ricardo Anaya, por su conflicto con la justicia, no le permita continuar como abanderado en la contienda electoral.
¿Podría el gobernador Javier Corral sustituir a Anaya en la carrera a Los Pinos? Es otra de las posibilidades. Claro, se trata de especulaciones en los círculos políticos en los que la carrera vertiginosa del candidato frentista va relacionada con su política de traiciones. El aspirante frentista pagó con ingratitud los apoyos que recibió en su camino rumbo al poder en su organización política. El blanquiazul Gustavo Madero fue una de sus víctimas. Prefirió beneficiar a otros elementos del Frente que a sus propios compañeros.
Quizás hasta el propio Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno de la Ciudad de México (CDMX), resultó traicionado por el ambicioso Ricardo Anaya, pues ahora se encuentra en la indecisión de la candidatura plurinominal para el Senado.
Los resultados del mal momento que vive el aspirante frentista son aprovechados por Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, para calificar a Ricardo Anaya de “mitómano”.
La pugna entre los “calderonistas” y “anayistas” se recrudecerá en cuanto empiece la campaña electoral oficialmente. Los primeros buscarán los votos de aquellos panistas decepcionados por la conducta del candidato y por aceptar el apoyo de los perredistas, de diferente manera de pensar y planear soluciones a la problemática social que vive México.
Los “calderonistas” le apuestan todo a favor de Margarita y su principal sostén político y económico es el ex mandatario Calderón, según se dijo, aportó 1.25 millones de pesos a la campaña de su esposa.
La ambigüedad del asunto es que el ex presidente michoacano tiene dos velas encendidas: una a su mujer y otra al partido. Por un lado, es militante del PAN y por otro es el principal donador económico para Margarita, quien es una de las candidatas presidenciales independientes.
En el PAN no dicen nada sobre esa doble condición de militante de Calderón, que después del escándalo del candidato Ricardo Anaya, Margarita resultará beneficiada de alguna manera, en el rompecabezas político, derivado de las acusaciones de lavado de dinero y enriquecimiento inexplicable contra Ricardo Anaya.
¿Qué opinan los partidos PRD y MC sobre el conflicto de Anaya? Pues ellos solicitaron a la PGR “detener la persecución” a su candidato presidencial, Ricardo Anaya. Una tibia defensa de su abanderado.
La guerra de lodo crecerá. Para nadie será una novedad la dimensión de las acusaciones de todos contra todos. Ya estamos acostumbrados que en la temporada electoral las verdades amargas y las calumnias demoledoras de imagen no alcanzan a distinguirse.
Lo siento por esos candidatos que verán frustradas sus ambiciones de conseguir cargos públicos que les permitan hacer negocios, enriquecerse ilegalmente, o mantener sus riquezas. Incluidos también aquellos que no gozarán de algún fuero y que serán perseguidos por sus saqueos al tesoro público.
En fin, las campañas electorales empiezan con ataques intensos, demoledores y en la primera muestra ya tenemos el ejemplo fiel de lo que viene. ¿Quién sigue? ¿Qué sigue?