El voto de la ignorancia
Alberto Vieyra G. miércoles 28, Feb 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
La venenosa partidocracia mexicana, la mitra católica y las poderosas facciones fácticas empresariales, han reducido a los mexicanos de abajo, a ser pagadores de impuestos y viles objetos de uso electoral. ¡Triste realidad para una nación en la que impera el voto de la ignorancia!
Sí, a esas poderosas oligarquías políticas, religiosas y del dinero, lo que les importa es que haya pueblos ignorantes; millones de ovejas en los rebaños que voten por miedo, por interés o por ignorancia.
Entre más inculto sea un pueblo, menos podrá distinguir entre un discurso serio y una prédica demagógica. Finlandia es el pueblo más culto de la Tierra. En esa nación, los ciudadanos no admiten gobernantes corruptos, su voto es minuciosamente pensado con la cabeza y no con el corazón. En México y en América Latina, las cosas son muy distintas, porque aquí, las élites se perpetúan en el poder generación en generación. No hay poder humano ni divino que los saque.
En cada proceso electoral, la podrida clase política, que goza del mayor descrédito y desconfianza del electorado abruman al ciudadano con venenosas campañas en las que unos y otros politicastros que buscan el poder, se conducen como impolutas palomas, y señalan a sus adversarios como lo más corrupto y nefasto de la industria política del país.
Hasta 60 millones de nauseabundos anuncios promocionales, tiene que soportar el pueblo de México, para finalmente, no saber si todos son buenos, malos o peores.
En cada proceso electoral reina la confusión y el engaño. Los políticos en todo el mundo son, por naturaleza, mentirosos, y por desgracia, en los pueblos ignorantes, no se valoran ni se analizan las propuestas de gobierno que hacen esos simuladores del poder porque la gente no lee y claro que a ellos no les interesa que los pueblos lean, porque entonces tendrán sus días o años contados en el poder, y ellos apuestan a la perpetuidad.
Para eso, las venenosas instituciones partidistas utilizan el potencial de los medios de comunicación para difundir sus encuestas pagadas, sesgadas o interesadas que buscan inducir el voto de la ignorancia en favor de politicastros, en su mayoría ignorantes y analfabetos emocionales, pero lo suficientemente perversos para engañar al contrario con discursos populistas, demagogos y promesas irrealizables.
Aquí y en China, las encuestas mienten y confunden. Lo hacen en Francia, Alemania, España, Estados Unidos, México y el resto de Latinoamérica. Son prostitutas del poder que se venden al mejor postor. Por ejemplo, si usted, en este momento, simpatiza con equis partido o candidato, es millonario y quiere darse el lujo de patrocinar alguna encuesta, sólo tiene que contratar a algunos de esos disque genios analistas para que haga unos números en favor de tal o cual partido y candidatos, y luego pagar para que lo publique algún medio de comunicación con gran penetración social. Eso es todo, ya logró influir en el ciudadano ignorante, y en la próxima elección se producirá el voto de la ignorancia, porque los electores fueron víctimas de la confusión y porque esa es una práctica de las astutas élites para perpetuarse en el poder.
Los sociólogos y hasta Cantinflas sabían la máxima de que: “Si no puedes convencer, confunde, Chato”. Cuando los partidos políticos y perversos politicastros que tantas veces se hacen pasar como “apóstoles de la democracia” logran esa premisa, llevan ya un trecho de ganancia para conquistar el voto de la ignorancia en las próximas elecciones.