Sacarle al bulto
Alberto Vieyra G. viernes 23, Feb 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En el argot popular, sacarle al bulto quiere decir “sacarle al parche” es huirle a los problemas, tenerle miedo a algo o a alguien, no querer enfrentar a la realidad o evadir una responsabilidad por 5 razones:
Por miedo.
¿Por qué le hablo de sacarle al bulto o al parche?
Mire usted. La corrupción que data de siglos en México, porque es herencia de la conquista española, se ha convertido en el eje central de los ya candidatos presidenciales: José Antonio Meade del PRI, el Peje San Juan Diego y el hombre araña, Ricardo Anaya.
Ciertamente que la corrupción es un cáncer que lacera a los mexicanos protagonizado, primordialmente, por una inmoral clase política, pero no está entre los principales problemas de México.
¿Cuáles son éstos y por qué le sacan al bulto o al parche?
El primer problema toral que enfrentamos los mexicanos tiene que ver con ese temerario caballo del apocalipsis llamado delincuencia o criminalidad, que, curiosamente, fue la principal promesa de campaña electoral del actual inquilino de Los Pinos.
De acuerdo con Amnistía Internacional y otras fuentes nacionales, el 2017 pasará a la historia como el año más macabro jamás visto en los últimos 20 años con un total de 42 mil homicidios dolosos.
Dato por demás escalofriante al que la clase política le saca el bulto. ¿Qué nos dice semejante barbarie?
Qué México tiene una mortandad anual, por violencia extrema, equiparable a las naciones en guerra, como Irak e Irán que, en 8 años de conflicto bélico con Estados Unidos, murieron 460 mil personas, es decir, unas 57 mil quinientas por año.
Bueno, si Pitágoras no miente, en México ocurren en promedio 3 mil 500 asesinatos mensualmente, es decir, cerca de 115 cada día, en los Estados más bárbaros como Guerrero, Veracruz, Colima, Chihuahua, Michoacán, Edo Mex y la capital del país.
Pero a ese toro no le entran los candidatos presidenciales. Simplemente le sacan al bulto.
También los candidatos presidenciales le sacan al bulto en otros temas fundamentales, como el canalla reparto de la riqueza, en el que menos de 50 familias poderosas concentran las tres cuartas partes de la riqueza nacional, mientras que más de 100 millones de mexicanos viven prácticamente en la miseria.
¿Por qué no hablan de estos temas los que buscan el poder? Porque son muy peligrosos y no quieren que se repita la historia que corrió Luis Donaldo Colosio cuando criticaba a los dueños de los oligopolios empresariales.
Tampoco nos hablan de los empleos mal pagados que hay en México. Eso tampoco les gusta a los oligarcas del dinero. Por qué no nos hablan, los señores que buscan el poder, sobre el alto número de más de 30 millones de compatriotas que viven en la informalidad económica, es decir que son tianguistas, ruleteros, limpia parabrisas, mimos, payasos, saltimbanquis, sirvientas, etc. Simplemente porque son males necesarios y el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y demás chinches chupeteadoras de la globalización imperial les prohíben hablar de esos temas que son fundamentales porque, además, ahí se encuentra un poderoso botín de votos al que deben recurrir en cada elección.
¿Ya vio usted que los presidenciables nos engañan queriendo combatir problemas creados por ellos mismos y le sacan al bulto o al parche en los problemas torales de la nación?
Bola de sacatones.