Ambiciosos de poder y dinero
¬ Augusto Corro jueves 22, Feb 2018Punto por punto
Augusto Corro
Las noticias de corrupción en la que participan funcionarios públicos de todos los niveles son el pan de cada día. Se habla de ex gobernadores corruptos y de políticos de todos los partidos. Todos ambiciosos de alcanzar poder y dinero.
El candidato presidencial panista, Ricardo Anaya, ya no tiene tiempo suficiente para responder a las acusaciones en su contra sobre varios delitos.
Sus adversarios lo señalan como un abusivo del poder que permitió el enriquecimiento inexplicable de su familia política en el negocio inmobiliario.
También el martes apareció una nota periodística en la que se señala a Anaya como “lavador” de dinero, así como la creación de “empresas fantasmas”, para negocios turbios.
El candidato blanquiazul se defendió de esa acusación y dijo desconocer a sus acusadores. Son varios los casos en que el llamado “joven maravilla” es citado en temas de corrupción.
El hecho real es que el aspirante presidencial panista carga una pesada losa de posibles delitos que crecerán en la campaña política.
En otro renglón, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Urbano y Territorial (Sedatu), con Rosario Robles al frente, provocó un quebranto de 3 mil 855 millones de pesos.
Esa suma de dinero fue desviado del Programa de Infraestructura al pago de convenios con universidades, programas sectoriales y cuentas bancarias aún sin identificar, señaló la ASF.
Claro, los resultados de la auditoría no preocupan a nadie. El escándalo pronto pasará al libro del olvido.
Los malos manejos del dinero se extienden a todos los rincones donde se encuentran los políticos. Por ejemplo, los asambleístas no quieren quedarse atrás en el saqueo de los recursos públicos.
Ni siquiera los damnificados del terremoto se escapan de la ambición del dinero de los legisladores.
Diputados de la Asamblea Legislativa se adjudicaron la facultad legal de autorizar, supervisar y vigilar el ejercicio de 8 mil 772 millones de pesos, destinados a la reconstrucción.
Jorge Romero Herrera, del PAN; Leonel Luna Estrada y Mauricio Toledo Gutiérrez, del PRD; fueron acusados de desviar del dinero de damnificados para la compra de gorras, pants, chamarras, vehículos y equipamiento urbano para la delegación Coyoacán.
Los asambleístas dijeron, en su defensa, que no es cierto tal señalamiento. “Se trata de declaraciones difamatorias y dolosas”, dijeron.
La reconstrucción de la Ciudad de México cayó en un “bache” político cuyos efectos son criticables por donde se vea. Son miles de damnificados capitalinos que esperan soluciones a sus problemas de viviendas.
¿Alguien sabe qué hace Miguel Ángel Mancera después de su menguada carrera política? ¿Ya no tiene la suficiente autoridad para poner orden en el programa de la citada reconstrucción de la CDMX?
La otra noticia de políticos corruptos fue la relacionada con el ingreso de Javier Nava Soria al Reclusorio Norte. Este sujeto se desempeñaba como presunto prestanombres de Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, quien se encuentra en el mismo penal en espera ser juzgado.
Nava Soria fue detenido por las autoridades en España y deportado.
Es posible que en la campaña electoral, el tema de la corrupción y su posible solución ocupe el primer lugar. Aunque en la realidad sabemos que se trata de un problema que enraizó en la sociedad y que se necesitarán medidas radicales para erradicarlo.
¿Será necesaria la creación de nuevas leyes anticorrupción? ¿Con las leyes que tenemos es suficiente? ¿Usted qué opina amable lector? De nada serviría la vigencia de nuevos códigos si estos no se aplican. Los funcionarios corruptos difícilmente son juzgados. Solo en el caso de los gobernadores apenas se alcanza a ver la acción de la justicia.
Debido a la dimensión de sus faltas, que es difícil ocultar, los ex gobernadores se encuentran en la cárcel; pero México es un país donde las autoridades no rinden cuentas. Nadie les exige.
Es innegable el esfuerzo de la Auditoria Superior de la Federación (ASF) en el análisis del manejo del dinero público, pero de nada sirve. Los delincuentes siempre encuentran la manera de burlar a la justicia.
En la campaña mencionada se intensificarán las denuncias de corrupción de los personajes políticos que participarán en la contienda electoral. Algunos serán ciertas, otras sembrarán dudas y las habrá con el puro interés del desprestigio.
De todas maneras los políticos corruptos no deben preocuparse, pues la justicia no los perseguirá.