Votos golondrinos
Alberto Vieyra G. miércoles 21, Feb 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿Qué son los votos volátiles o golondrinos?
Se entiende por volátil a aquello que cambia, vuela o varía con facilidad. Por golondrinos se entiende que es una especie de patos que cubren el norte de Eurasia y Norteamérica durante las temporadas cálidas, y el invierno lo pasan emigrando hacia el sur.
¿Por qué le hablo de votos volátiles y golondrinos? Porque en las próximas elecciones federales del primero de julio, habrá votos de arrepentidos, principalmente jóvenes y electores desinformados y poco politizados, habrá tránsfugas del odio, trapecistas y travestis, chaqueteros y hasta mercenarios que buscarán vender su voto al mejor postor.
El analista político Ángel Trejo Raygadas, vislumbra, sin ambages, lo siguiente:
“En el próximo trimestre vamos a ver una lucha cerrada entre el llamado voto duro contra el blando, el voto de chavos contra el de rucos, entre candidatos independientes contra candidatos de partidos y entre traidores recientes contra traidores antiguos.
¡Toda una muestra exponencial de estercolero en la que chaqueteros, simuladores, convenencieros y mentirosos van a ofrecerse como salvadores de la patria! Un lamentable espectáculo del que es imprevisible saber quién saldrá menos sucio por no decir que bañado con estiércol”.
En las precampañas, los presidenciables ya nos dieron una probadita de ese pestilente lodo. El mal ejemplo lo puso el disque pre candidato independiente Jaime Rodriguez Calderón, alías “El Bronco”, cuando, a los priístas que se pasaron al Morena de San Peje López Obrador, los llamó “Prietas”, lo cual no gustó, pero después, queriéndole arrimar la lumbre al partido del Peje, dijo que: “Hay algunos que ven huyendo (a Morena), son los prietos, y a esos prietos desde aquí les decimos: ‘les vamos a demostrar, son prietos, pero ya no aprietan’”.
Sí, Ochoa Reza tuvo que rezar porque el mundo se le vino encima, toda vez que en las redes sociales los morenistas le llamaron “francés, alemán, inglés, y todo lo que se parezca a Donald Trump, odiador de todo lo que no sea raza blanca”.
El priísta metió las 4 porque, a todas luces, cometió un acto racista al llamar “prietos” a los morenistas, en un país en el que más del 90 por ciento está muy orgulloso de tener el color de la tierra, incluyendo a este átomo de la comunicación, a quien, la primera vez que estuvo en Europa, equipararon, los franceses, mi color prieto como el color más hermoso de la tierra.
Por cierto, la mayoría de los panistas mexicanos son odiadores del color de la tierra.
Obviamente que Ochoa Reza es tan prieto como el maíz pinto de mi tierra o los frijoles negros de mi rancho, que saben riquísimo con epazote.
Sí, después del 31 de marzo, se darán con la cubeta y el trapeador en la madre de todas las batallas en la que se salvará el que pueda.
Aquellos candidatos que tengan propuestas claras y las expliquen con lujo de detalles a través de discursos serios, serán los que captarán más votos volátiles o golondrinos; otros buscarán el nauseabundo lodo a través de la mofa y la chunga contra sus enemigos políticos para endulzar los oídos de sus potenciales electores
Ese pestilente lodo hará que muchos votos, fundamentalmente de los jóvenes millenials, que odian gratuitamente al PRI, se convertirán en votos tan volátiles como los patos golondrinos. Así que será una elección volátil de la patada.