Corrupción sindical
Alberto Vieyra G. viernes 16, Feb 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Con la caída de Carlos Jonguitud Barrios como líder del magisterio nacional el 23 de abril de 1989, surgiría un personaje digno de las películas al más puro estilo de “El Padrino” y de las grandes mafias del poder: la profesora Elba Esther Gordillo Morales.
Esa mentora alcanzaría mala fama por hacerle el trabajo sucio, primeramente, al PRI, luego al PAN para llevar a Vicente Fox a la Presidencia de la República en el 2000, y en el 2006 a Felipe Calderón.
Para el 2012, la maestra, que vive desde hace más de 40 años con un solo riñón, pues el otro lo donó a su marido ya fallecido, intentó infructuosamente, coquetear con Enrique Peña Nieto, pero éste, sin ambages, le cobró todas sus traiciones y la mandó a la cárcel, en un hecho histórico, que le valió muchos adeptos al inquilino de Los Pinos.
Con Elba Esther Gordillo Morales, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, se revelaría como uno de los entes más corruptos de México. El desprestigio de los maestros del país ha sido de tal magnitud que, en buena parte, a ellos se debe la catástrofe educativa que vive la República, toda vez que ese gremio magisterial fue usado con fines mafiosos para allegarle, cuando menos medio millón de votos, a Vicente Fox, y en elecciones intermedias a candidatos panistas a varios gobiernos estatales, entre ellos el de Miguel Márquez Márquez, de Guanajuato.
Elba Esther Gordillo Morales profundizaría en la división magisterial, haciendo que las secciones 22 de Oaxaca, la 18 de Michoacán que hizo que el gobernador perredista Silvano Aureoles mordiera el polvo, y la sección de Chiapas se agigantaran en los últimos años tras el rechazo cotidiano a la llamada reforma educativa realizada por Peña Nieto.
La CNTE, sobre todo en Oaxaca, goza de enorme prestigio entre la gente, a pesar de que hoy se asegura que ya trabó alianza con la maestra Gordillo quien, por cierto, ha sido señalada por la PGR como “un riesgo para la paz y seguridad nacional”, es decir, que para el régimen peñista, la maestra, que purga una condena de prisión domiciliaria se ha convertido en un peligro para México. ¿Por qué? Porque ahora, como todos los mercenarios del poder, trae puesta la chaqueta de San Juan Diego López Obrador y del partido Morena, suyo, suyito y de su propiedad.
Se sabe que la CNTE y el SNTE, a través de un maestro emisario del pasado, de nombre Rafael Ochoa Guzmán, es el contacto entre la maestra y López Obrador, a quien, presumiblemente, la controvertida ex lideresa le ha garantizado casi un millón de votos del magisterio nacional y sus familias, por el sólo hecho de que el llamado Nicolás Zúñiga y Miranda de este siglo, ha prometido derogar la reforma educativa de Peña Nieto. Solamente la CNTE podría garantizarle, al Peje, más de 200 mil votos.
Qué curiosa y sucia es la política. Hace apenas 6 años, López Obrador criticaba y odiaba a la maestra; los descendientes de éstos se decían hasta la despedida y hoy comen sapos en el mismo plato y sin hacer gestos.
Vaya arte de la política mexicana.