Matanza en colegio
¬ Augusto Corro viernes 16, Feb 2018Punto por punto
Augusto Corro
Diecisiete personas perecieron y decenas más resultaron lesionadas en un tiroteo dentro de una escuela en Florida, Estados Unidos.
La matanza se registró en el colegio Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida, a unos 75 kilómetros de Miami, el miércoles pasado.
El presunto asesino fue identificado como Nikolas Cruz, de 19 años. De acuerdo con las autoridades, el joven fue expulsado de la escuela por conflictivo. El arma que utilizó en la masacre es un rifle semiautomático AR-15.
La tragedia se consumó. Otra vez las vidas de los estadounidenses estuvieron en manos de un loco. ¿Nunca se terminarán las masacres? ¿Alguien tiene la respuesta?
Es una pregunta difícil de contestar, porque es la misma sociedad la que se siente a gusto con armas en su poder. En el vecino país es más difícil comprar medicina que un rifle de alto poder.
La ley no prohíbe la venta de todo tipo de armas a pesar de que ya se comprobó que quienes las adquieren padecen enfermedades mentales.
Es alarmante el número de tiroteos masivos ocurridos en EU. Una de las peores masacres sucedió en Las Vegas, el pasado 1 de octubre. Un jubilado mató a 58 personas que asistían a un concierto de música.
¿Alguien hará algún esfuerzo para terminar con el terror de los locos armados? De 2013 a la fecha alrededor de 291 centros escolares fueron escenarios de violencia armada.
El ESPIONAJE
El espionaje es antiguo como la misma política. ¿Quién no espía? Que arroje la primera piedra el libre de culpa.
¿Quién no mira a hurtadillas lo que hace el vecino? ¿Se trata de un acto de espionaje? Supongo que sí, aunque se espía a nivel doméstico. Se trata de una conducta que traemos desde la noche de los tiempos.
Sin duda, son varios los actos de espionaje que se practican en un país o en un reino, como sucedía cuando las naciones se enfrascaban en acciones bélicas.
La literatura universal tiene historias de espías famosos. No se puede separar el espionaje de las actividades cotidianas de un gobierno, ejército o partido político, etc. Sólo que espiar cae dentro del terreno de la legalidad o de la ilegalidad. Depende.
Por ejemplo, en México el espionaje se practica desde siempre. Las diferentes oficinas para tal propósito cumplieron con una función criminal en sexenios anteriores. Tal fue el caso de ese monstruo conocido como “la Federal de Seguridad”, con sus respectivas acciones de represión y persecución de rebeldes, etc.
En fin, todos los gobiernos de una manera u otra tienen a sus espías, mal harían en no hacerlo. Que utilicen los resultados de la vigilancia para sus intereses personales es diferente.
En México tenemos el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) que hace varios días ocupó espacios en los medios de comunicación, porque el precandidato presidencial (panista-perredista) denunció que era objeto de espionaje por parte de elementos de dicha oficina.
Para el caso, presentó un video sobre el seguimiento que de él hacen agentes del mencionado Cisen. En la grabación aparece un Jeep (YHA-86-08) con el conductor que confesó ser espía.
El aspirante presidencial en tono indignado criticó al Cisen, que lugar de perseguir delincuentes espían a opositores. No faltó quien elogiara la actitud de Anaya, quien tuvo el valor de enfrentar al agente que lo seguía. En fin, el asunto se arreglará con el despido de algún jefecillo del Cisen y la historia se olvidará. No se preocupe.
Hace unos días terminé de leer la novela “Los impostores”, de Santiago Gamboa, en la que los personajes siguen a los malos en coche.
Uno de los buenos, con experiencia en el espionaje, le dice a su compañero, novato en el oficio, que la técnica del seguimiento es compleja y le dio algunos consejos. Entre otros que observe bien. Que procure que a quienes sigue no lo vean a través de sus espejos retrovisores, en caso de que esto ocurra, que encienda las direccionales y que se aleje del camino en cuanto llegue a un cruce. También debe dejar un espacio de tres automóviles entre él y a quienes sigue, etc., así como consejos sobre el manejo sicológico del momento.
Sin duda, en el Cisen debe tener su centro de entrenamiento y buenos capacitadores, aunque en los tiempos modernos, se cuenta con la tecnología suficiente para practicar el espionaje desde casa, que no exige tu presencia física. El perseguidor de Anaya, seguro que no aprobó el curso de capacitación. No estaba apto para la misión que le encomendaron, lo agarraron con las manos en la masa, como se dice.
Tendría que revisar su manual de las diez lecciones básicas para ser un buen agente, de lo contrario mejor que se busque otra chamba.
En fin, el candidato panista aprovechó la oportunidad para hacer un escándalo de algo tan trivial. De ninguna manera se trata de aprobar una acción negativa, pero tampoco es como para rasgarse las vestiduras. Peores cosas suceden y nadie las denuncia.
Feliz fin de semana.