Rumbo a la colisión
Ramón Zurita Sahagún viernes 3, Dic 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La ruta está trazada rumbo a la confrontación, el camino fue sembrado de versiones encontradas y el escenario plantea que el sábado, los panistas saldrán divididos y con un pie fuera de Los Pinos.
Señales han sido enviadas desde diversos ángulos y todas establecen la posibilidad del rompimiento entre la clase política del partido blanquiazul, entre quienes privan grandes diferencias.
Los 380 consejeros que elegirán al nuevo dirigente nacional del partido, lo harán por tercera ocasión en igual número de años, por lo que entre ellos priva la incertidumbre sobre los relevos tan continuos en un partido en el que no era común esa costumbre.
Ellos mismos se han encargado de filtrar los desacuerdos y desencuentros entre consejeros y el que respaldan a uno u otro de los candidatos en razón de la presión que se ejerce desde las altas esferas del partido.
Uno de los consejeros, integrante de la bancada panista en la Cámara de Diputados, explicaba sobre su respaldo a Roberto Gil Zuarth y que lo hizo en virtud de su desempeño como vicecoordinador de la fracción en la LXI legislatura, aunque cuando supo de las presiones que se vienen ejerciendo para situarlo en el espacio que hoy ocupa César Nava Vázquez, cambió su percepción.
Tradicionalmente, los panistas dirimían sus diferencias al interior del partido, sin que afloraran las divisiones y las confrontaciones, pero hoy las cosas son distintas.
El encono y las acusaciones de alto nivel acaparan la atención de los consejeros, los que, para fortuna suya, no tendrán la figura del Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, en la pugna interna.
Calderón Hinojosa se va de viaje a Sudamérica, por lo que no podrá ejercer su voto — mismo que se asegura sería para Gil Zuarth–.
Pero si hasta ahora hay dos bajas sensibles del padrón de 381 consejeros, ya que además del Ejecutivo, se especula, no se permitirá votar a Manuel Espino Barrientos, el polémico ex presidente del partido, expulsado hace unos cuantos días.
Espino Barrientos está considerado como consejero vitalicio, en razón de su paso por la dirigencia nacional del partido y aunque su expulsión es sumamente reciente y él mismo habrá de apelarla, se mantiene la interrogante sobre qué le depara el futuro.
Otra nube negra que pasará sobre la sede panista es la referente a Diego Fernández de Cevallos, el ex candidato presidencial, secuestrado el pasado 15 de mayo y del que solamente se conocen algunas filtraciones sobre su situación.
La presencia como operadora de uno de los principales candidatos –Roberto Gil Zuarth- de Patricia Flores Elizondo, la polémica ex jefa del gabinete y su eventual alianza con el Ejecutivo federal y otros prominentes panistas, arroja más sombras de duda sobre el comportamiento de los votantes.
En el aire se mantendrá la confrontación que mantiene el ex presidente Vicente Fox Quesada con el actual Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa.
La eventual candidatura de Luis María Calderón Hinojosa al gobierno de Michoacán, es otra tarea pendiente que muchos panistas no han logrado digerir.
También estará vigente la disputa por la candidatura presidencial, con consejeros afines a unos y otros aspirantes y algunos de ellos que también forman parte de este grupo compacto.
Según se aprecia, el actual, no es el mejor momento para entrar en una confrontación tan ríspida como es la elección de un nuevo dirigente nacional del partido que gobierna al país.
Los cinco aspirantes a la presidencia de Acción Nacional: Gustavo E. Madero, Roberto Gil Zuarth, Francisco Ramírez Acuña, Cecilia Romero Castillo y Blanca Judith Díaz, entrarán en una ronda de hasta cuatro vueltas, donde se van dando los descartes de los que menos respaldo tengan.
Hasta el momento, Madero Muñoz y Gil Zuarth se perfilan como los que habrían de llegar a la final, al contar, supuestamente, con el respaldo del mayor número de consejeros, aunque ninguno alcanza la mayoría.
La sorpresa la podría dar alguno de los otros tres, Romero, Ramírez o Díaz, los que establecieron un pacto, para que el mejor posicionado de ellos sea respaldado por los otros dos y presentar un frente común para bajar a uno de los dos favoritos.
Bajo ese escenario de incertidumbre, en el que se duda si prevalecerán las instrucciones presidenciales como en las dos anteriores elecciones o si las harán de lado se presenta la elección al interior del PAN, donde este partido podría presentar un punto de quiebre.
No sería la primera ocasión que una elección interna deje heridas difíciles de sanar, como ya sucedió en la década de los 70, cuando se quedaron sin candidato presidencial para el proceso electoral de 1976.
*La competencia entre los aspirantes perredistas al gobierno del Distrito Federal sube de tono, cuando uno de los más mencionados, pero con menor posibilidad de alcanzar la nominación, Mario Delgado es señalado como el titiritero de Lía Limón, la panista que investiga sobre supuestos ilícitos en la ALDF.
Delgado es señalado como la mano orquestadora de esta campaña tendiente a golpear a Alejandra Barrales, otra aspirante, pero esta si bien posicionada, para tratar de emparejar los momios que favorecen con amplitud a la coordinadora de los diputados del sol amarrillo en el Congreso local.
Y es que la contienda por la candidatura perredista al gobierno capitalino encuentra muchos nombres, aunque la mayoría de ellos de simple relleno.
Los aspirantes mencionados van desde Juan Ramón de la Fuente, pasando por Ricardo Monreal Ávila, Carlos Navarrete, Martí Batres y hasta Amalia García, aunque a todos ellos saca amplia ventaja la diputada Barrales.