Etapa de reflexión
¬ Salvador Estrada martes 13, Feb 2018Folclor urbano
Salvador Estrada
Llegó el silencio, más que cuarentena, para los ya candidatos a la Presidencia de la República y al gobierno de la Ciudad de México, tiempo en que no podrán promover el voto ni a su partido, según lo decretó el Instituto Nacional Electoral.
El silencio es una etapa que lleva a la meditación, al análisis, al examen, a la reflexión y a aceptar lo bueno y lo malo de sus precampañas, luego, a generar ideas para buscar el triunfo electoral.
En el caso de los candidatos al gobierno capitalino, las mujeres llevan la delantera y Alejandra Barrales, del Frente, ha dicho orgullosa que “yegua que alcanza gana” y se refiere que está en empate técnico con Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, y con ello como que ya no se preocupa del adversario masculino, Mikel Arriola, del PRI del Panal y del Verde.
Pero en política no hay enemigo pequeño y Mikel, como buen jugador de jai alai, que sabe contestar las cortas y las largas, podría dar la sorpresa y ganarles a las féminas que lo hacen a un lado y no le ven espolones para gallo.
Las candidatas han pronunciado discursos en apoyo a las ciudadanas y a sus familias y de ganar les han prometido “las perlas de la virgen” para que vivan felices en la gran capital
Ninguno de los candidatos ofreció ordenar las marchas en la Ciudad de México, que son el pan de cada día, y que causan el caos vial y el enojo de los peatones y automovilistas, ya que de acuerdo a un análisis de un diario de circulación nacional, en los dos últimos dos años se registraron más de diez mil manifestaciones, por lo cual la ciudad vive entre marchas, bloqueos y plantones, y por tanto, la calle de Bucareli tendrá que cambiar de nombre y llamarla “calle Plantones”.
Los capitalinos quieren soluciones a sus problemas y las candidatas no “le dan al clavo” de lo que desean, sobre todo cuando se trata de desembolsar por el pago de multas.
Mikel Arriola tiene más visión para echarse a la gente a la bolsa y ha señalado que de llegar a ser el jefe de la capital de la República, va a terminar con las multas que imponen a los automovilistas, quienes pagan, sin poder defenderse, ante el abuso de la autoridad.
Las fotomultas, que se establecieron “para evitar accidentes”, están carísimas y muchos conductores aseguran que no se explican de dónde ”salieron esas fotomultas” y se preguntan ¿y a dónde va a parar ese dinero?”.
Algunos demandan que la Asamblea Legislativa investigue y que se rindan cuentas claras de esos dineros porque solamente enriquecen a los concesionarios de las “camaritas” y a la ciudad no le beneficia en nada.
Otros enojos ciudadanos son “el refrendo de placas”. Esto no existía. Marcelo Ebrard, cuando era jefe de gobierno, lo implementó.
Ofreció cuando candidato “quitar el pago de tenencia vehicular” si ganaba la elección. Le dio votos y ganó, y aunque ya no existe ese pago, para jalar dinero ciudadano inventó “el refrendo” cada año, con el cual todos los dueños de los autos, aún los de más de diez años de circular, que supuestamente ya no pagarían, le tienen que “entrar con su cuerno”
Y no contento con eso también jaló dinero con la tarjeta de circulación, la cual se tiene que “refrendar o cambiar” cada tres años mediante trámites burocráticos y el pago de casi cuatrocientos pesos. Las placas y la tarjeta de circulación eran permanentes. Las autoridades de tránsito vehicular te las entregaban y ya no se pagaba más.
Mikel Arriola quiere anular eso pagos, que ya no existan, y además se ha pronunciado en contra de las grúas y “las arañas”, que son más pagos para los automovilistas, dinero que también nadie sabe a dónde va dar porque nunca se rinden cuentas de ello.
Si el candidato priísta es escuchado en esas propuestas, entre otras muchas, la podría hacer, debido que en la ciudad circulan 4 millones de automovilistas y… esos votos cuentan.