Juventud al abordaje
Freddy Sánchez martes 13, Feb 2018Precios y desprecios
Freddy Sánchez
De acuerdo con ciertos cálculos políticos, la elección presidencial de este año no tiene un claro destinatario, pero sí a sus seguros signatarios.
Quienes, a juicio de algunos analistas del proceso electoral, serán los jóvenes. Especialmente, los que votarán por primera vez.
O sea, aquellos connacionales, que podrían catalogarse como desconocedores de la política y de los políticos y por lo mismo poco o nada duchos en las lides electorales, siendo por ello muy atractivos para los manipuladores de conciencias.
Y no es que los adultos de larga costumbre electoral, dados a ejercer su derecho a votar o por el contrario siendo inconmovibles abstencionistas gocen de la reputación de expertos en los asuntos de la política porque en realidad la mayoría de los que votan o no votan de tiempo atrás se dejan llevar por las tendencias del momento.
Algo así como los adictos de las modas. Van a donde algo llama poderosamente su atención. Como suele ocurrir comúnmente en toda elección.
El esnobismo electoral incide en que en buena medida los que votan lo hagan a favor del candidato que más los atrae y si nadie los seduce electoralmente no votan siendo en éste caso que la tendencia que los “jala” es la de la apatía y el inmovilismo en cuestiones comiciales.
De modo que entre la masa electoral ocurre una especie de imitación colectiva en una u otra dirección, según haya sido el factor que más influyó en su conducta social en época de elecciones.
Actúan igual que las multitudes que se pintarrajean el cuerpo con tatuajes, se hacen agujeros en la piel con perforaciones, se dejan crecer el cabello, usan un mismo color o atuendos idénticos para vestir, escuchan la misma clase de música, se hacen adictos a los mismos personases de las redes sociales y se visten la camiseta de tal o cual ideología predominante en el ánimo de sus contemporáneos, amigos o familiares.
De tal suerte que eso los convierte en sujetos manipulables para los expertos creadores de las borregadas que hablan, cantan, gritan, comen, visten, caminan, piensan y votan o se abstienen de hacerlo conforme “al son que les tocan” las corrientes de moda.
Y naturalmente, en el actual momento político nacional, el desencanto popular en torno a los manejos del gobierno sexenal en turno, amén del habitual rechazo de la juventud hacia las figuras del poder público, (poniendo al priismo en primer plano por estar al frente de la primera magistratura), dan pie a que los neo votantes difícilmente vayan a votar por el PRI en la nominación presidencial.
Más fácil será que los que en verdad estén decididos a ir a las urnas (entre los catorce millones que podrán votar por primera vez), elijan a López Obrador y “Morena” o al panista Ricardo Añaya y sus aliados de izquierda, según se vuelquen las nuevas tendencias colectivas en materia electoral en los próximos meses.
Sobre todo en el ánimo de los neo votantes.
Ya veremos entonces qué tan cierto es que para hacerse cargo del destino de la nación, los jóvenes serán los que decidan a quién entregar el poder presidencial, por la sencilla razón de que como pocas veces antes en un proceso electoral podríamos llegar a tener a una juventud al abordaje.